martes, 13 de julio de 2021

Trenes de carga: el gobierno prepara una nueva re privatización

A la “reestatización” de la hidrovia se suma la de los trenes de carga. El ministro de transporte Alexis Guerrera, un operador del massismo dentro de la coalición de gobierno, anunció que no se renovará la prórroga a las concesiones ferroviarias de las líneas de carga Sarmiento, Mitre y Roca. A partir del 2022, las operaciones de estas líneas estarán a cargo de la empresa Trenes Argentinos de Carga (TAC) y la infraestructura y la totalidad de los bienes serán gestionados por Trenes Argentinos Infraestructura (TEI). De esta manera se rescinde las prórrogas, que vencen entre este año y el 2023, a las empresas Ferroexpreso Pampeano, Nuevo Central Argentino y Ferrosur Roca.
 La medida fue tomada a partir de que la Comisión Especial de Renegociación de Contratos determinó que después de 30 años de concesión en manos privadas arroja déficit en cuestiones de infraestructura que tiene su expresión más cabal en el cierre de ramales y la pérdida de velocidad, quedando de manifiesto el desguace del sistema ferroviario que se desarrolló con la complicidad de todos los gobiernos. 
 El ministro de transporte prepara una re privatización del servicio, a través de un modelo de participación público-privado en el que el Estado llevará adelante el mantenimiento de infraestructura, renovación de material rodante, señalización, tendidos de vías, entre otras. Es decir, el Estado pondrá en pie lo destruido durante los últimos 30 años. Por su parte, los concesionarios privados tendrán bajo su órbita el transporte y logística de cargas, en las que, según el Boletín Oficial, las empresas son expertas en la gestión comercial y logística, pagando un canon. Los operadores, a los que no se les renovará la concesión, sin embargo podrán ser parte de próximas licitaciones y se prevé que se sumen otras empresas. 
 El lugar estratégico que ocupan estos ramales para transportar cereales, minerales y otros productos derivados, es fundamental para las empresas concesionarias, por un lado y representan una instancia más de las luchas geopolíticas que se desarrollan a nivel internacional. El grupo Techint, uno de los más beneficiados por las privatizaciones menemistas, es el concesionario del corredor que va de Bahía Blanca a Rosario, por medio de su empresa Ferroexpreso. También la reprivatización de los ramales de carga apunta a que Chevron tenga su salida marítima de su producción por medio de Ferrosur Roca (que se encuentra en manos del grupo Camargo Correa), ya que dicho ramal une Vaca Muerta con el puerto de Bahía Blanca. Por su parte el Nuevo Central Argentino, que es gestionado por el complejo agro industrial Aceitera General Deheza, une Tucumán con los puertos de Buenos Aires y Rosario.
 El frenesí ´estatizador´ del gobierno choca con limitaciones insalvables que plantean las nacionalizaciones aisladas, luego del fracaso de la expropiación de Vicentin. Estos sinuosos caminos por los que transita el gobierno no están exentos de enfrentamientos hacia dentro de la coalición de gobierno. El núcleo duro de funcionarios y legisladores que responden a la vicepresidente, enmarcan en una discusión por la “recuperación de la soberanía”, en diferentes áreas, lo que en el fondo es una puja por la caja que representan las concesiones a las empresas privatizadas realizadas durante el menemismo. Por su parte, Guzmán necesita dólares frescos para afrontar los vencimientos de deuda.
 Para llevar adelante una verdadera estatización de los trenes de carga y de las actividades estratégicas en general, esta debe de estar bajo control de los trabajadores. Para romper con este tipo estatizaciones limitadas es necesario la nacionalización del comercio exterior y la expropiación sin pago de todos los activos de las empresas concesionarias. Todo esto debe ir unido al desconocimiento de la deuda externa y al desarrollo de un plan económico integral. 

 Lucas Giannetti 
 11/07/2021

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