Las elecciones sindicales – no sólo importan las Paso

Desde abril del 2020, por decreto presidencial, se encuentran suspendidas las elecciones sindicales en todos los niveles. La resolución contó con el apoyo de toda la burocracia de la CGT. La CTA Autónoma la denunció de palabra. La CICOP, el sindicato de los médicos bonaerenses, renovó sus mandatos, a pesar de la prohibición.

 El decreto reviste objetivamente un carácter corporatista, que desnuda lo sabido: la intromisión del Estado en los sindicatos con el acuerdo de las burocracias. Vencía en febrero pasado, pero fue prorrogado hasta el 31 de agosto próximo. El anuncio del gobierno de que no se propone dilatar más el veto significa que a partir del 1 de septiembre empieza a correr un plazo hasta mayo de 2022. La burocracia tiene un año para seguir tirando. 

 De este modo, se verá beneficiada con una extensión de mandato toda la cúpula de la CGT y unos 20 dirigentes nacionales. Para el gobierno es de suma importancia que primero se desarrollen las PASO y las elecciones generales – una panorama político más claro para asegurar el continuismo del aparato de burócratas. 

 La llamada “normalización gremial” tiene dos aspectos fundamentales a los cuales prestar atención. Uno es que primero convoquen a elecciones los sindicatos grandes; el otro es cómo se procederá en los gremios que tenían un proceso iniciado de convocatoria y presentaciones de listas. En este último caso se debe reabrir el período de presentación de listas. 

Los activistas deben tener la posibilidad de presentar nuevas alternativas, a la luz de lo ocurrido en la pandemia, cuando se produjo un vendaval de golpes al movimiento obrero. Cuál fue la conducta de esos dirigentes, incluso en cada lugar de trabajo, frente a los protocolos obreros, los despidos encubiertos, las suspensiones masivas y la disminución de los cobros de los trabajadores de riesgo. Los activistas enfrentan el desafío de dar una batalla para que, desde el 1 de setiembre, se hagan las elecciones de delegados y comisiones internas, incluidas las empresas que no cuentan con una organización sindical. Esta pelea tiene una gran actualidad para los choferes de la UTA, los estatales de Chubut y Neuquén, los aceiteros y decenas de fábricas metalúrgicas y textiles, la docencia, el personal de salud. Fueron los protagonistas de huelgas importantes y hasta de rebeliones populares. 

 Juan Ferro 

 22/07/2021