Los dirigentes de la coalición opositora sintonizaron con el anuncio de medidas insustanciales -como las restricciones a la nocturnidad o a las reuniones familiares- y el llamado la presencialidad industrial, comercial y escolar. Los diarios de hoy, sin embargo, dan otro panorama de la crisis: el dueño de 'Swiss Medical' Belocopitt reclamando cortar la circulación del virus; las grandes fábricas cortando turnos o cerrando por completo. Pero el gobierno no se da por vencido: anuncia “cierres focalizados y temporales”, allí donde el coronavirus haya hecho nuevas víctimas – superiores a 'un promedio' que maneja el oficialismo.
FMI
La inoperancia oficial no responde a una cuestión sanitaria. Ocurre que no quiere financiar un confinamiento tan enérgico como necesario, a costa de las patronales y por sobre todo del pago de la deuda pública y bancaria. La “brújula” que orienta al gobierno “Todista” es el acuerdo con el FMI - las exigencias y el lucro del capital en perjuicio de la salud y la vida de los trabajadores. Un cierre de actividades económicas chocaría con las medidas de ajuste del gobierno, cuando se impone romper ese ajuste y financiar con los intereses y ganancias del capital, un período de fuerte distanciamiento social. En lugar de esto, los Fernández anuncian aumentos progresivos de tarifas y ajustes salariales por debajo de la inflación, y esto si continúa la concurrencia al trabajo. En Neuquén ni eso, ni siquiera para el personal de salud. El ajuste no ha impedido que los precios sigan subiendo.
Los trabajadores
Los trabajadores han decidido romper este impasse por medio de la lucha. Han volado por los aires los intentos por surfear la crisis educativa a través de la “presencialidad cuidada o segura”. Las huelgas docentes, impuestas por la presión de las autoconvocatorias y comités de docentes y padres, crecen en la CABA y en el conurbano. El subte ha vuelto a parar parcialmente por los contagios de Covid, y en la gran industria la escalada de contagios se combina con el rechazo a las paritarias a la baja y los despidos, para desatar nuevas luchas. La expresión más contundente de esta intervención obrera tiene lugar en Neuquén, en un corte de rutas. En esta provincia, el gobierno juega todas sus cartas a la provocación, con la expectativa de desatar un choque entre personal de salud y camioneros varados en las rutas. Las petroleras han decidido jugar a fondo con el gobierno, a pesar de las pérdidas que ocasiona el freno al tránsito de combustibles, con la expectativa de derrotar a sus propios trabajadores, que ya han iniciado la lucha.
La “segunda ola” no tendrá respuesta ni salida por parte de un régimen aferrado a los acreedores internacionales. Desarrollemos a fondo la “ola” de los trabajadores, que empieza a elevarse en las fábricas, escuelas y hospitales.
Marcelo Ramal
14/04/2021
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