Los datos que se van conociendo confirman el colapso en cadena del sistema de salud público bonaerense, con la vacunación frenada y las nuevas cepas circulando. La variante Río de Janeiro y California fue identificada en 17 municipios del conurbano y el interior provincial a lo que se suman las cepas Manaos y del Reino Unido en La Plata y Olavarría. Mientras el ministro de salud bonaerense, Daniel Gollán, reconoció que la vacunación viene mucho más lenta que la propagación del virus, la presidenta de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) alertó sobre la saturación de la mayoría de las terapias en el AMBA tanto públicas como privadas.
La catástrofe sanitaria que se prefigura
Según datos difundidos desde el propio Ministerio de Salud, los municipios de Berisso y Hurlingham tienen el 100% de ocupación de los hospitales, Vicente López el 87% y Tigre el 82%. El colapso de camas críticas en Escobar es cosa conocida al punto que hubo internados graves en UDP de Garín, por ejemplo. Como informamos en Prensa Obrera son 46 municipios los que están en fase de alto riesgo de acuerdo al semáforo epidemiológico. A los que se agregaría en breve General Pueyrredón. En la región de La Plata, Ensenada y Berisso la multiplicación exponencial de casos obligó al traslado de pacientes desde la capital de la provincia a la zona sur del gran Buenos Aires. Distintos intendentes están pidiendo la suspensión inmediata de las clases y el propio Kicillof sacó un decreto que habilita suspender, pero no suspende. Por ahora no ha hecho otra cosa que restringir la circulación después de las doce de la noche y limitar muy parcialmente las actividades gastronómicas. Después de habilitar el desastre turístico de Semana Santa.
En La Plata, según informa la Cicop, el Hospital San Martín tiene un 95% de ocupación de camas por la velocidad del crecimiento de los contagios de Covid-19. Trabajadores de la salud denuncian que en Moreno el 80% de las camas está ocupado por los contagios de la pandemia y otras patologías. Las 14 camas de terapia intensiva que tiene el Hospital de Agudos Pedro Fiorito en Avellaneda están ocupadas. Completando el cuadro, 139 autoridades sanitarias de la provincia y directores de distintos hospitales bonaerenses sacaron una solicitada afirmando que “es el peor momento de la pandemia y que si los casos siguen aumentando nada va a alcanzar”. El titular del Pami declaró que quien necesite un respirador en la región de La Plata, Berisso y Ensenada deberá ser traslado a otra ciudad. Lo mismo ha dicho Volnovich de CABA. ¿Adónde irán los pacientes en los próximos días?
Suspensión temporal de las clases presenciales
Son miles los docentes aislados en toda la provincia. Nadie discute a esta altura que las clases presenciales y el aumento de la circulación del transporte en el marco de la segunda ola fue un desastre anunciado. Tarde ha llegado el pedido de reunión de las burocracias del Frente de Unidad Docente Bonaerense con la ministra Vila para suspender temporalmente la concurrencia a las aulas. Baradel insiste con que quiere conocer los números para plantear una respuesta “focalizada” cuando la pandemia asola a toda la provincia de Buenos Aires.
La conducción celeste de Roberto Baradel ha escamoteado mientras pudo esta exigencia de suspensión de clases que trasciende a la docencia porque empieza a ser un reclamo de toda la comunidad por el récord de contagios en que ingresó la Argentina en esta segunda ola. La comunidad de padres del Normal 1 de La Plata emitió un comunicado pidiendo la suspensión porque “pese a los protocolos establecidos el virus sigue circulando”. El escrito de las familias refuta al ministro Trotta quien afirma que las escuelas no son lugares de contagio. Como contraposición los sindicatos combativos Multicolor de la Provincia vienen exigiendo la suspensión de clases como parte de un programa integral de defensa de la escuela pública y la salud e impulsando asambleas y cuerpos de delegados para votar un plan de lucha que rompa el inmovilismo de las burocracias docentes. Desde luego, como desde la primera hora, exigiendo más que nunca que el Estado garantice conectividad y herramientas en las clases virtuales, tanto a docentes como alumnos.
Impongamos una salida de los trabajadores
El tal vez más importante de los problemas, el transporte público, no tiene inversión ni cambio alguno, solo recomendar que la gente circule menos. Pero ¿con qué ingresos?, ¿con qué ampliación del transporte para viajar seguros? Nada, manda el ajuste provincial y nacional, para acomodar, aunque cueste cada vez más vidas y cada vez más miseria social.
El impacto de la pandemia sin vacunas ni centralización del sistema sanitario abrió una crisis política que golpea a los Fernández y a Kicillof. El “paquete de medidas” no resuelve nada cuando está planteada una restricción estricta de la circulación sostenida por el Estado, y la aplicación de protocolos para los trabajadores bajo el control y veto de comités obreros. Este lunes 12, el gobernador Kicillof inauguró el “Parque Industrial de Ezeiza” pero no dijo una sola palabra sobre cómo combatir la pandemia que hace estragos en la provincia. El gobierno kirchnerista está inmovilizado con un ministro de Salud del Frente de Todos que pide “cruzar los dedos” para que lleguen las vacunas a sabiendas que estas se producen en el laboratorio privado de un empresario “de la salud” amigo del gobierno nacional. En tanto en Caseros la Clínica San Andrés que atiende a 18.000 afiliados del Pami es desoída en su heroica lucha por la continuidad incondicional a cargo del Pami o del Estado en cualquiera de sus dependencias.
La catástrofe en curso y el fracaso de la política sanitaria comprometen al gobierno y a la oposición que priorizan el pago de la deuda externa usuraria al FMI y a los bonistas por encima de la salud de la población. Los trabajadores tenemos que hacer sentir el peso social y nuestra lucha para dar una salida a esta crisis sanitaria, social y económica. El paro del Suteba Ensenada en función del estallido de contagios en el distrito y la voluntad y movilización de la docencia en esa localidad y el paro provincial de 48 horas que están votando distintas seccionales de los Sutebas multicolores en conexión con Ademys son una reacción que merece todo el apoyo obrero y popular. Impulsemos a toda la clase trabajadora a intervenir en la crisis para no pagar con vidas el aperturismo patronal-estatal criminal, sin condiciones, ni inversión en todos los reclamos del personal de salud, ni testeos masivos, sin asegurar producción nacional de vacunas, con protocolos truchos, desinvirtiendo en salud, protegiendo las patentes y los negocios de la medicina privada.
Impulsamos asambleas de todos los sectores populares, desde los barrios, pasando por las fábricas, escuelas y lugares de trabajo para abrir la discusión de estas propuestas, las de una salida de los trabajadores, para no pagar con nuestras vida.
Daniel Rapanelli, Néstor Pitrola
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