La mayoría de las intervenciones se pronunció a favor de la suspensión de clases presenciales en este contexto sanitario y por la exigencia al estado de que garantice los elementos necesarios para la educación virtual. De esta manera, la asamblea corrige las posiciones previas de Ademys, al menos en términos formales, a favor de la presencialidad, y se suma al reclamo de suspensión. Es lo que ya habían votado, antes, centenares de docentes de CABA “autoconvocados”. Este agrupamiento ha hecho una contundente campaña en rechazo a las clases presenciales en pandemia. Durante “Semana Santa”, a brazo partido afichó un gran número de escuelas de la ciudad.
Desde Tribuna Docente Tendencia, junto a la Agrupación Docentes en Clase, presentamos, sin embargo, una moción propia.
Los debates
La moción de las agrupaciones de la Multicolor que integran el CD de Ademys también reclama al Gobierno la suspensión de las clases presenciales, en función, dice, de que “es inviable la presencialidad segura y cuidada”, debido al aumento de contagios, la saturación del transporte, las condiciones paupérrimas de la infraestructura escolar y a la ausencia de un plan de vacunación masiva. Sin el menor pestañeo, la Multicolor declara “la inviabilidad” de su propia política, desde antes del inicio del ciclo escolar, que aboga por la “presencialidad segura y cuidada". Se trata, es claro, de una capitulación positiva ante la presión enorme que viene ejerciendo la docencia junto a las familias y estudiantes, pero que no viene acompañada de la menor autocrítica. El PTS, encima, siguió con su defensa de la presencialidad sin otra clase de aditamentos, la cual justifica por un pedido de “la opinión pública”, e insistió en la necesidad de discutir nuevos protocolos. La ’protocolización’ de la educación es una estatización regresiva, que hizo su aporte en el siglo XIX, con la feroz consigna de “la letra con sangre entra".
La Comisión Directiva sigue, sin embargo, defendiendo la presencialidad “segura y cuidada”, que al mismo tiempo denuncia como inviable. Para arreglar esta contradicción, dice ahora que para hacer segura la presencialidad es necesaria la vacunación de docentes y educandos. Todo esto suena muy razonable, pero llevará un tiempo – es lo menos que se puede decir sobre el punto. En tanto, se ha desatado, desde hace más de un mes, un ‘tsunami’ de contagios. De nuevo, es necesaria una lucha para cesar la presencialidad que, a término, debe llevar al boicot de las clases, preparado por paros y la huelga general.
La moción de la Directiva, en cambio, sólo prevé coordinar, junto a los Sutebas Multicolores, un paro para el 14 de abril. Una medida inocua, cuando se trata de torcer el brazo de los gobiernos. Mientras tanto, sigamos con la presencialidad descuidada e insegura, y sigamos coqueteando con la ambigüedad. En el día de hoy, afortunadamente, recibimos la información de que una asamblea en Ensenada (dirección Multicolor) votó una huelga de 96 horas a partir del lunes próximo, o sea de inmediato, seguida de una asamblea general el viernes 16, luego de haber cumplido un paro de 48 horas, el 7 y el 8, que fue votada también por una asamblea previa. En los hechos, esa seccional se encuentra en huelga indefinida.
La ley de la necesidad, como puede verse, es más sólida que la ‘i-lógica de los aparatos’.
09/04/2021
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