Con el 45% de las mesas escrutadas, la elección de la provincia de Córdoba arroja un contundente triunfo del gobierno de Schiaretti que llega al 56% de los votos. El resultado sorprende porque se establece 10% por encima de lo que arrojaban las encuestas más favorables al oficialismo. Después de 20 años de gestión el PJ obtiene su mejor resultado por encima del 51% obtenido por De la Sota en el año 2003, y por encima de la mejor elección del propio Schiaretti del 40% en el 2015. Del mismo modo el resultado casi duplica la votación del PJ del 2017, cuando perdió por más de veinte puntos con el candidato del macrismo. Sin dudas el PJ desarrolló en la elección la maniobra de presentarse como un opositor al gobierno nacional; el resultado obtenido marca que en Córdoba el conjunto del capital pilotea un relevo político al terminado gobierno de Macri. Igualmente el triunfo de Schiaretti, representa el triunfo de un macrista, lo que marca la estrechez de la perspectiva política y social capitalista.
La elección marca un nuevo episodio de la caída de Cambiemos. Entre las dos listas referenciadas con el espacio, ni siquiera pudieron mantener la votación que obtuvieron juntos en 2015. De esa forma han perdido la intendencia de capital, que por primera vez pasa a gestionar el PJ. El apoyo de Carrió, Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, al candidato Mario Negri, terminó por sepultarlo, obteniendo apenas un 17%. El otro candidato de Cambiemos, Ramón Mestre (actual Intendente de Capital), realizó por lejos la peor elección del radicalismo, descendiendo al 9% de los votos en la capital, y al 11% en todo la provincia. Estos resultados, la división y la floja campaña realizada, ratifican el giro del capital al armado del PJ.
El Frente de Izquierda ha retrocedido, pasando del 4,9% para gobernador y 6,3% para legisladores en 2015 al 2,2% y 2,5% respectivamente. Con estos resultados el FIT está ingresando un legislador e ingresa al concejo de capital por primera vez. La votación del FIT y de la izquierda en general refleja en el terreno electoral el estado subjetivo de la clase trabajadora, que ha sido golpeada fuertemente por la crisis y por las políticas de desocupación y pobreza de Macri y Schiaretti. Los grandes movimientos de lucha de las mujeres y la juventud, tampoco se expresaron en la elección. En sentido hay que valorar más aun, el gran trabajo de reagrupamiento que coronamos con una fiscalización de más de mil fiscales organizados por el PO.
Soledad Diaz, primera legisladora del FIT, expreso: “Con una campaña que intentó desvincular a la provincia de la crisis política y económica nacional, Schiaretti logró su objetivo. En momentos en que los capitalistas debaten un recambio ordenado al gobierno de Macri, los resultados de Córdoba postulan a Schiaretti en esa dirección. La campaña del Frente de Izquierda lejos de los límites de la mera propaganda electoral, echó luz en cuanto a que la clase capitalista debate una alianza política para descargar la crisis sobre los trabajadores. Desenvolvimos un programa ligado a las principales luchas de la provincia y con asambleas, plenario y congresos reagrupamos a los trabajadores, las mujeres y sectores populares de la provincia detrás de una alternativa política de izquierda. En el tramo final de la campaña con un operativo de más de 1.000 fiscales del PO en los barrios de la ciudad y el interior de la provincia ligamos lo más dinámico del activismo. En este escenario, la bancas en la legislatura y en el concejo constituyen la base para el intervención de los trabajadores que más temprano que tarde enfrentarán con movilización el ajuste de Schiaretti, Macri y el FMI”.
Por su lado, Cintia Frencia, segunda concejal, dijo: "El triunfo de Llaryora en la ciudad de Córdoba, ratifica el derrumbe de Cambiemos que se presentó con listas divididas recibiendo una derrota histórica en la capital. En una ciudad atravesada por los despidos, suspensiones y la desocupación, el repudio al macrismo fue capitalizado por el PJ, quien se esforzó por despegarse del gobierno nacional. En este cuadro, la elección del Frente de Izquierda en la ciudad marca una base para levantar una fuerza política capaz de enfrentar el ajuste. Con una intensa campaña llegamos a cada barriada, organizando a los trabajadores, las mujeres y la juventud, para afrontar un cuadro que profundizará el plan de guerra contra los sectores populares".
Jorge Navarro
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