La dupla Fernández-Fernández se presentó en Merlo, con motivo del acto de inauguración del Parque Néstor Kirchner en los terrenos de la quinta municipal “La Colonial”, que pasará a ser un lugar público. La "épica nestorista" en uno de los distritos más castigados y con una enorme precarización.
Si hay algo característico del intendente de Merlo es su gran versatilidad política. Luego de coquetear con Massa y Felipe Solá, tras algunos roces con sectores del kirchnerismo que lo acusaban de estar cercano al macrismo, Gustavo Menéndez, el mayor defensor del aborto clandestino entre los intendentes, quien hace unas semanas puso en pie el Frente Justicialista Cristiano, fue anfitrión de Alberto y Cristina Fernández, en su primer aparición en público luego de lanzar la fórmula.
Tanto Menéndez que se vuelve a postular como intendente, como el flamante binomio Fernández, aprovecharon esta oportunidad para sus objetivos de campaña.
La quinta municipal, que era utilizada de forma privada por el anterior intendente el “Vasco” Raúl Othaché, en este acto fue abierta al público por Menéndez intentando así una vez más diferenciarse de la anterior gestión.
Lo que busca esconder es la continuidad en cuestiones esenciales tras 28 años de gobierno del peronismo, donde lo que abundan son las penurias para el pueblo trabajador.
Tan sólo con ver las condiciones de trabajo de los municipales de Merlo nos damos una idea. La precarización laboral, que afecta principalmente a la juventud y que se extiende por todo el distrito, se puede contar por miles entre los municipales.
Consultados por La Izquierda Diario nos informaron que el sueldo que perciben en blanco es de $ 8000 y con suerte llegan a $ 12.000 por un adicional en negro que no siempre les es remunerado. Un gran sector trabaja como contraprestación de planes sociales, como por ejemplo los “Argentina Trabaja”, con jornadas que van entre las 6 y las 8 horas cuando legalmente deberían ser de 4 horas diarias.
Pero no sólo la precarización es laboral. La precarización de la vida de conjunto está presente en diferentes aspectos de los merlenses. Lo podemos ver en el lamentable estado de los hospitales, donde faltan insumos y profesionales a pesar de los pomposos anuncios del intendente. En la escasa infraestructura que existe en las populosas barriadas del distrito, donde a pesar de las fuertes subas en los impuestos locales, que se suman a los tarifazos impagables, la mayoría de los hogares no cuentan con cloacas, ni asfalto, ni agua potable, ni conexión de gas.
La continuidad en las condiciones de vida de las amplias mayorías en el municipio, después de tantos años de gobiernos peronistas, plantea que por más que logren ganarle a Macri poco tienen para ofrecer más que resignación y un claro compromiso con el FMI. Compromiso que cada vez que puede Alberto Fernández se encarga de ratificar, en vez de invertir las prioridades y poner por delante las enormes necesidades que tiene el pueblo trabajador, como propone el Frente de Izquierda.
Matías Pore
@pore_69
Sábado 25 de mayo | 17:35
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