lunes, 28 de enero de 2019

El Frente de Izquierda se moviliza el martes 29 contra la ofensiva golpista en Venezuela



El próximo martes a las 18h, movilización a la Cancillería argentina para repudiar la intentona golpista y la intervención imperialista, con una política independiente.

En la última semana, la crisis política en Venezuela ha dado un nuevo salto, como venimos reflejando en La Izquierda Diario. Trump y la derecha del continente vienen avalando la embestida golpista de la oposición venezolana. Un sector del peronismo (Massa, Pichetto, Urtubey) los sigue. Otros países apoyan a Maduro y una salida negociada con el imperialismo, posición apoyada aquí por el kirchnerismo y otros sectores opositores.
El Frente de Izquierda, en cambio, viene planteando un claro repudio a la intentona golpista y la intervención imperialista, pero manteniendo la independencia de clase y la oposición al gobierno de Maduro con un programa obrero frente a la crisis.
Por eso ha difundido la última semana una declaración y propone movilizarse este martes 29 a las 18h a la Cancillería Argentina en el barrio de Retiro (Esmeralda 1216). Convoca a movilizarse a los trabajadores, las mujeres y la juventud, así como al resto de las organizaciones de izquierda que acuerden con la convocatoria.

Reproducimos la declaración impulsada por el PTS, PO e Izquierda Socialista, en el Frente de Izquierda.

Declaración del Frente de Izquierda contra la ofensiva golpista en Venezuela
1. El Frente de Izquierda repudia la intentona golpista en Venezuela impulsada de manera directa por la intervención del imperialismo norteamericano y sus lacayos de la OEA. La autoproclamación como presidente de Juan Guaidó viene de ser bendecida por Donald Trump y por sus agentes directos en América Latina, como los Bolsonaro, Macri, Piñera, en lo que constituye la violación directa de la soberanía de un país latinoamericano.
2. Buscan ocultar este intervencionismo invocando la defensa de la “democracia” y los “derechos humanos”. Pero los gobiernos de los Estados Unidos desde siempre han promovido todo tipo de intervención militar y política contra los pueblos del mundo. Las conspiraciones golpistas en Latinoamérica han estado orquestadas históricamente desde Washington. Tampoco están habilitados para hablar de “democracia” el fascista Bolsonaro, que no sólo reivindica a la dictadura brasilera sino que ha armado un gobierno rodeado de militares, anunciando una caza de brujas contra los luchadores y la izquierda y el movimiento popular. Denunciamos que los gobiernos latinoamericanos que se han sumado a esta cruzada intervencionista y golpista vulneran en sus respectivos países los derechos y las libertades democráticas para hacer pasar los planes de ajuste a sus pueblos y de entrega del patrimonio nacional de la mano del FMI y las multinacionales.
3. Macri, a su turno, viene ahondando una política represiva, alentando la expulsión de los inmigrantes, la baja de la edad de imputabilidad y la doctrina Chocobar de gatillo fácil. Los Macri abrevan en una corriente política que ha apoyado o participado de todos los golpes y dictaduras militares que tuvieron lugar en el país desde 1955.
Denunciamos, asimismo a Massa, Pichetto, Urtubey, nucleados en Alternativa Federal, que se han subido a la cruzada golpista contra Venezuela. Cristina, personalmente, hasta el día de hoy, no se ha pronunciado sobre el punto. Su silencio se condice con la política de unidad del peronismo, que a ojos vista representa la unidad con los que defienden la intervención en Venezuela del imperialismo yanqui. La declaración difundida por el bloque parlamentario del FPV se ubica en el terreno del ´diálogo´, propiciado por los gobiernos de México y Uruguay, que equivale a una salida negociada con el imperialismo.
4. Esta condena no significa darle ningún aval y apoyo político al régimen bolivariano. El gobierno y el régimen cívico –militar de Nicolás Maduro es responsable de conducir a una encerrona al pueblo venezolano. Desde el comienzo el chavismo estableció un régimen de poder personal y estatización de las organizaciones populares, con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana como principal sostén de su poder. Bajo el impacto de la crisis mundial y la caída de los precios del petróleo, fue profundizando una política de ajuste y ataque a las condiciones de vida.
El gobierno venezolano ha llevado el salario a 6 dólares y provocado una catástrofe social y millones de refugiados. Gobiernan pactando con las multinacionales (empresas mixtas en petróleo y minería) y a favor de los grandes empresarios nacionales y de la llamada “boliburguesía” militar y civil, y pagan puntualmente la deuda externa. En una clara medida anti-obrera, el gobierno de Maduro también eliminó la vigencia de los convenios colectivos de trabajo lo que motivó la oleada de huelgas hacia finales del año pasado. En el 2018 lo que crecieron fueron las huelgas de trabajadores de la salud, de la educación, del cemento, petroleros y empleados públicos reclamando por un salario digno y por comida.
5. La oposición pro yanqui se monta sobre el descontento popular, pero los planes que pretenden aplicar no harán más que someter al pueblo a nuevas privaciones mientras se profundiza un saqueo del patrimonio nacional. Los llamados a la “libertad” y la “democracia” que hace la oposición apuntan a un programa económico que plantea como “solución” mayor endeudamiento externo y penetración del capital imperialista, es decir, avanzar en una política colonial. Una réplica de lo que viene implementando el gobierno argentino y que está en marcha en Brasil.
Advertimos que de la mano de los planes de ajuste y sometimiento al FMI se agravarán las apremiantes penurias y necesidades del pueblo venezolano.
6. El Frente de Izquierda impulsa que los trabajadores venezolanos aparezcan en escena con una fisonomía propia. La alternativa es la movilización obrera y popular contra los planes de ajuste, la expulsión de la burocracia oficialista de los sindicatos para conquistar la independencia de las organizaciones obreras.
Venezuela debe ser gobernada por los trabajadores y dar pie a una profunda reorganización anticapitalista que dé satisfacción a las apremiantes necesidades populares. Con este objetivo, partiendo de nuestra oposición a la intentona golpista y a cualquier tipo de injerencia imperialista, proponemos un programa obrero de emergencia que contemple los siguientes puntos: No al pago de la fraudulenta deuda externa y repatriación obligada de capitales; no a las empresas mixtas, petróleo 100% estatal bajo control de sus trabajadores y técnicos, confiscación de los bienes de quienes saquearon al país, para disponer de esos recursos para las necesidades urgentes del pueblo y del país; respeto íntegro a los contratos colectivos y un salario igual a la canasta básica indexado según la inflación, combinado con un verdadero control de los precios ejercido directamente por los trabajadores y las comunidades, con delegados electos por las bases democráticamente en los lugares de trabajo y las comunidades, que pongan más de conjunto la producción y la distribución bajo el control verdadero del pueblo, sin burócratas del gobierno ni militares: reincorporación de todos los despedidos; rechazo a los despidos tanto en el sector público como en el privado, ocupación y producción bajo control obrero –sin militares ni el gobierno– de toda empresa que despida o amenace cerrar; libertad para los trabajadores presos por luchar y anulación de los juicios a trabajadores, campesinos y todos los enjuiciados por protestar.
Llamamos a los trabajadores latinoamericanos a movilizarnos en común en todo el continente contra esta intentona golpista y pelear por una salida política de los trabajadores para Venezuela y para la unidad socialista de América Latina.

Partido de los Trabajadores Socialistas - Partido Obrero - Izquierda Socialista

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