domingo, 6 de febrero de 2011

Brutalidad policial y justicia cómplice


Allanamientos como en la dictadura en La Quiaca

En la ciudad de La Quiaca el día 26 de Enero hemos vivido la brutalidad de la policía al mejor estilo del proceso militar, gobierno de Facto.
Los allanamientos domiciliarios se produjeron por orden del Juez de Instrucción en lo penal Dr. Francisco Javier Arostegui y bajo su responsabilidad, vino acompañado con 200 efectivos de la capital jujeña, brigada de investigación y de infantería y bajo la responsabilidad también del comisario general Jorge Ayarbe Jefe de la policía de la provincia de Jujuy.
A las 5 de la madrugada de ese día y en plena oscuridad comienzan los operativos de allanamiento a 32 domicilios quiaqueños, en los cuales y por relatos de los vecinos se hace con una brutalidad y accionar tan violento que todavía no salimos de nuestro asombro. Los policías con rostros cubiertos procedieron violentamente y en todos los casos rompieron las puertas de calle y puertas internas en la mayoría de los casos sin presentar previamente la orden de allanamiento, ni testigos, ni actas firmadas de los bienes que incautaron. Maltrataron a ancianos, niños desde dos a trece años, adolescentes y jóvenes transeúntes, incluso enfermos y hasta un discapacitado, sacándolos de sus camas semidesnudos, haciéndolos arrodillar o tirándolos al piso, apuntándolos con pistolas y armas. Y así de esta manera terminar maniatándolos con precintos y trasladándolos a la comisaría. Comprobando luego en su totalidad no presentaban antecedentes penales eran ciudadanos comunes ya que también en tres casos concretos se equivocaron de casa.
Entre los maltratos podemos rescatar las siguientes declaraciones de personas afectadas como:
"La Señora Subelza la cual vive en una precaria vivienda y tiene un hijo discapacitado que no puede hablar y poca visión al cual confundieron como delincuente, lo tiraron al piso e interrogaron violentamente. Los policías al notar el error abandonaron la vivienda. Pero dejaron serias secuelas psicológicas en la familia."
"Mataron a la perra mascota del hogar de la Señora Giardina. El animal no permitía que los policías ingresaran al domicilio, rompiendo y destruyendo
vidrios, marcos de puertas y cerraduras. Obligaron a su marido a arrodillarse y maniatarlo, además de que los policías se llevaron la mortadela y el queso que se encontraba en la heladera".
"El Sr. Martínez siente ruido en la puerta y piensa que es su vecino cuando sale se encuentra con la policía, lo encañonan y lo redujeron. Su mujer le dice que se han equivocado y que la persona que busca son dos casa mas arriba sus hijos se asustan y lloran por la escena que se produce de violencia. Cuando salen en el móvil llevándolo maniatado le preguntan al Sr. Martinez como se llega a la comisaría pues no conocían el camino. Cuando llegan se dan cuenta que en la orden de allanamiento no figura el Sr. Martinez y se observa corregido a mano y con birome el número de la casa. Conclusión allanamiento equivocado".
"El allanamiento del domicilio de la Señora Coro se realizo cuando no había nadie en su casa. Cuando ella llega se da con la sorpresa que todo esta revuelto y piensa que han sido los ladrones se va al baño de la casa puesto que allí había guardado plata por valor de trece mil pesos. Se va a la policía y realiza la denuncia por robo de ladrones. En ese momento la policía no le avisa que se había producido un allanamiento judicial. Por ello cuando vuelve a su casa le avisan los vecinos que ha sido la policía. Vuelve de nuevo a la comisaría para ampliar la denuncia pero la policía no le quiere recibir la denuncia diciéndole que con esa denuncia ya es suficiente".
"El Sr. Peñalosa se encontraba en su cama con su pie fracturado y cuando la policia le hizo tirar a suelo y por la fuerza le volvieron a quebrar el pie, mientras tanto su esposa le quería acercas las muletas pero no le dio tiempo. En la misma casa tiene una familia de inquilinos y uno de los niños de tres años por el miedo y la violencia de la policía ha quedado tartamudo y con pesadillas".
En todos estos allanamientos se han producido la requisa de enseres como televisores, computadoras, y el robo de plata. Pero solo en el caso de ese tipo de enseres ya que no figuraba en la orden de allanamiento. Da la impresión que entraron a saco. Se salieron del marco legal.
Estos son un resumen de los hechos donde la violación de los derechos de las personas, dignidad pisoteada, moral denigrada, familias que han visto como son humilladas y sin ningún respecto. La pregunta que todos se hacen después de estos acontecimientos es esta: ¿Por qué no se hicieron los allanamientos tocando la puerta y mostrando las ordenes del juez junto con los testigos y las actas correspondientes? Todos afirman que el Sr. Juez Arostegui se ha salido de las leyes establecidas y ha violado los derechos de las personas. Por ello en estos momentos ya se han realizado mas de 20 denuncias penales contra el Juez y el Jefe de Policía. Estamos convencidos que el Juez y el Jefe de policía deben ser investigados y suspendidos de sus cargos y se deber realizar el resarcimiento de los daños a todas las familias.
Las razones que motivaron al Sr. Juez a efectuar estos allanamientos fue una serie de hechos delictivos como el robo de una camioneta de alta gama. Las medidas tomadas no se corresponden. Sin embargo en esos hechos delictivos anteriores se produjo la muerte de un taxista por asalto y envenamiento, pero en los fundamentos de los allanamientos por el Juez ni si quiera nombra esta muerte parece que es más importante los bienes materiales.
En medio de estas circunstancias un grupo de vecinos autoconvocados estaban realizando una serie de reuniones con autoridades del gobierno de la provincia y de la ciudad de La Quiaca, para que se tomen medidas por los problemas de la inseguridad.
Parece que los mensajes el gobierno fueron estos: "¡Van a tener seguridad!"...

Padre Jesús Olmedo Párroco de la ciudad de La Quiaca (Jujuy)

Acompañando en forma solidaria a todas las familias que han sufrido los allanamientos.

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