Políticamente se refuerza el estrecho vínculo con el sionismo internacional que sostiene al gobierno ´libertario´ y la represión interna, ahora bajo el paraguas de la lucha ´antiterrorista´. El gobierno argentino ha declarado una alianza estratégica con el sionismo. Además del apoyo al genocidio que está llevando a cabo el sionismo en Gaza, Milei se ha propuesto trasladar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, como hizo en su momento el gobierno de Trump. Estas medidas comprometen al Estado nacional en una colaboración directa con la masacre y el plan de limpieza étnica contra los palestinos. El gobierno libertario ha reforzado la injerencia de los servicios secretos israelíes en Argentina, poblando con sus miembros al Ministerio de Seguridad. Es una innovación a medias: en el pasado reciente, el Mossad brindó ´entrenamiento´ a distintas policías provinciales e incluso a la propia policía federal.
La inclusión de Hamas como organización terrorista tiene en la mira la situación argentina, en un cuadro social explosivo. Se suma al protocolo represivo de Bullrich, a la ´delegación de poderes´ incluida en la ley ómnibus y a la incorporación de militares a puestos claves del aparato de seguridad y defensa. Bullrich hace gala de provocaciones de toda clase para asegurar este rumbo, apelando indistintamente a la ´lucha´ contra el narcotráfico y el terrorismo. La canciller Diana Mondino, al referirse a la situación en Ecuador, ´condenó´ a las “agrupaciones socialistas (sic) narco-terroristas”.
El gobierno argentino busca unir su suerte al desenlace de los propósitos imperialistas, de la OTAN y del sionismo, lo que hoy significa involucrar a Argentina en un escenario de guerra mundial. Es una tarea de primer orden para los trabajadores derribar todos estos gobiernos y detener la masacre en Palestina.
Fede Fernández
18/01/2024
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