La conmoción que provocaron las declaraciones de Pikholtz obligó a la DAIA a tomar distancia. Diversas instituciones de la colectividad reclamaron su renuncia, lo que Pikholtz hizo el viernes.
Lo de Pikholtz, seguidor de Jabotinsky, el fundador del fascismo sionista que admiraba a Mussolini —así reza su página de Instagram— y del partido del criminal de guerra Netanyahu, NO fue un exabrupto. No difiere de lo que ha declarado gran parte del gabinete de guerra sionista, a saber, que los palestinos son “animales”, no seres humanos.
La DAIA se vio obligada a delimitarse frente a su completo desprestigio ante los propios judíos de Argentina. Desde su complicidad con nuestro genocidio bajo la dictadura militar (más de 2 mil judíos detenidos-desaparecidos)— la DAIA no ha hecho más que cargar con crisis recurrentes (un ex presidente de la entidad, Beraja, implicado en la estafa del Banco Mayo; otro banquero, Spolsky, menemista, luego kirchnerista y dirigente de la comunidad también responsable de otros delitos, etc).
Norberto Malaj
06/01/2024
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