Los servicios de salud privados están viviendo, según los medios, una salida en estampida de sus asociados. Entre la caída de la relación de dependencia, el crecimiento del trabajo en negro y del monotributo, la cantidad de trabajadores que pueden derivar aportes de las obras sociales a las prepagas se redujo constantemente. Además, la reducción de los salarios hace que los aportes derivables sean menores y acceder a una prepaga se haga casi imposible. "Con los aumentos de junio (5,49%) y julio (8,49%), un plan familiar medio de un matrimonio con 2 hijos menores podrá rondar entre los $ 110.000 y los $ 150.000 mensuales" (ídem).
Como las prestadoras privadas actúan como prestatarias de las obras sociales, los aumentos de precios de las prestaciones han llevado a que las obras sociales sindicales estén en una situación de colapso –en algunos casos, sin retorno, como ObsBa o Camioneros-.
La indexación de tarifas de los servicios de salud como del transporte y otras actúa como una cobertura para las empresas ante la disparada inflacionaria. Mientras tanto, los salarios se discuten a través de audiencias, paritarias y conciliaciones obligatorias, en los que entre el gobierno y la burocracia sindical terminan acordando siempre a la.baja.
A la reivindicación de un plan único y gratuito de salud, financiado por aportes patronales, entonces hay que sumarle la indexación automática de los salarios y las jubilaciones.
Pablo Busch
31/05/2023
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