La reforma establece facilidades para la privatización y explotación de las tierras fiscales, declara delito grave contra la propiedad privada las tomas y lo que denomina "usurpaciones"; limita, además, todos los organismos de control del Estado. Da carácter constitucional al Ministerio Público de la Acusación y al Código Contravencional, que ha servido para perseguir a cualquier opositor y a los luchadores en particular. Habilita la posibilidad de endeudamiento y creación de entidades bancarias municipales, luego de haber cerrado el Banco de Acción Social y entregado el banco de la provincia al Macro, que ostenta el monopolio de todas las cuentas sueldo de los trabajadores estatales de Jujuy.
Por último, también establece la prohibición de los cortes de ruta y calles en la provincia y la prohibición de la toma de edificios públicos. Hasta la toma de un colegio por parte de sus estudiantes que reclamen mejoras edilicias o agua pasará a ser inconstitucional para el gobierno.
La oposición
El acompañamiento del peronismo fue clave desde el vamos, cuando un diputado del PJ aportó el voto clave para reunir los dos tercios necesarios para votar la ley que habilitó la reforma constitucional. Luego, como convencionales, aprobaron el reglamento que permitió que la reforma se pudiera aprobar por mayoría simple, a sabiendas de que entregaban todo el poder a Morales. Luego de la renuncia de dos convencionales peronistas, de Aparici y Amelia de Dios, asumieron dos suplentes y el bloque del PJ continuó avalando, con sus 13 convencionales, todo lo actuado, inclusive el adelantamiento de la votación. Finalmente, votaron afirmativamente la reforma en general y se expresaron en contra en algunos artículos -como el de la regimentación de la protesta- simplemente para lavarse las manos, puesto que acompañaron toda la orientación que impuso el oficialismo.
Los convencionales del FITU, por su parte, se retiraron de la convención un día antes de la votación, denunciando el carácter reaccionario de la misma y la complicidad del PJ. Reclaman un paro activo a la CGT y la CTA para voltear la reforma. En estas dos semanas de lucha, el paro por tiempo indeterminado de la docencia, la tendencia a la autoconvocatoria y la superación de la burocracia sindical por parte de la base, han sido sus rasgos característicos.
Morales se vio obligado a adelantar la votación debido a que, al día siguiente, se produciría un paro total de la administración pública, con marcha y permanencia alrededor de la Legislatura, junto a decenas de organizaciones.
El propio jueves, Morales, impidió a miles de docentes y jujeños, llegar hasta la Legislatura con su marcha de las antorchas, al tiempo que, en varias localidades del interior, los trabajadores a la vera de la ruta seguían los acontecimientos y realizaron algunos cortes intermitentes frente al tratamiento express de la reforma.
Al calor de esta lucha se ha formado un nuevo reagrupamiento sindical, la intergremial, que congrega al SEOM, CEDEMS, ADEP, APUAP, APOC, UATRE-Ledesma, La Bancaria y otros. Este agrupamiento se ha fijado acuerdos mínimos para llevar adelante un plan de lucha, que no está a la altura del momento, que es la lucha directa para anular la reforma, con manifestaciones masivas y la huelga general.
Si algo ha quedado claro es que Morales le teme como a la peste a la organizacion obrera y a la huelga general.
No solo están en pie de lucha los gremios estatales, sino también el SOEAIL (Ingenio Ledesma) que esta peleando un salario inicial de $280 mil, y UATRE-Ledesma, entre otros.
En todas las reuniones de coordinación, los compañeros de Política Obrera y la tendencia del Polo Obrero hemos destacado la necesidad de la huelga general.
Iñaki Aldasoro
16/06/2023
No hay comentarios:
Publicar un comentario