lunes, 2 de agosto de 2021

“Ofensiva presencialista” de Kicillof en provincia de Buenos Aires

Los 135 distritos de la Provincia de Buenos Aires han retomado las clases presenciales. Con la variable “delta” del covid avanzando, el gobierno bonaerense se encuentra en una ofensiva presencialista, poniendo en riesgo la vida y la salud de docentes y estudiantes. 
 Kicillof va a fondo. La Dirección General de Escuelas informó que a partir del 9 de Agosto, se darán de bajas las dispensas, por lo que docentes que estén vacunados e integran grupos de riesgo podrán ser convocados a “convivir” con el virus en las aulas. También deberán retomar la presencialidad quienes hayan “optado” por no vacunarse. Los compañeros que estaban realizando las suplencias de esas personas quedaran cesados en sus cargos. El avance de la presencialidad también significa un ajuste contra miles de docentes que verán recortado los ya magros salarios. 
 Mientras el Ministro de Educación Nacional, Nicolas Trotta, se entusiasma y asegura que: “No vamos a volver para atrás con la presencialidad” (Clarín, 31/7), el infectólogo Pedro Cahn, que integra el grupo de asesores médicos del gobierno y es titular de la Fundación Huésped, alertó en relación a las mutaciones de los virus que “si queremos no lidiar en el futuro con otras letras del alfabeto griego, la única manera de hacerlo es reduciendo la circulación. Si no lo logramos, vamos a tener que lidiar con muchas variantes más que la delta” (La Nación, 31/7). Sólo en la provincia de Buenos Aires, donde ya existen 22 casos de covid “delta”, la presencialidad (y la movilidad que genera) impacta sobre 4.150.000 de alumnos de todos los niveles bonaerenses repartidos en los 16 mil establecimientos provinciales. Eduardo López, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez”, que ya con los casos detectados en el país “la variante delta va a empezar a circular de forma comunitaria” (ídem). Por su parte, Aída Torres, infectóloga, pronostica la “tercera ola” para “mitad de agosto o septiembre” (Radio Box 84.1). En definitiva, es el propio gobierno con su política aperturista, el que fomenta las “nuevas olas” y cepas del covid. Las principales interesadas en levantar todo tipo de restricción son las patronales de la educación privada y el clero. Lo que guía la política oficial, no es el cuidado de la vida y la salud de la población, sino el sostenimiento del lucro privado que el gobierno presenta como una “reactivación económica” que ningún trabajador ha sentido en sus golpeados bolsillos. Detrás de todo, se encuentra el pacto con el FMI, que el gobierno está buscando cerrar cuando el país está sumergido en una catástrofe social sin precedentes. 
 La vacunación que el gobierno anuncia como “exitosa” en la provincia, al día de la fecha, no alcanza ni al 15% de la población con las dos dosis. Por otro lado, recién se han enviado los turnos para los primeros 100 mil menores de 18 años que sean factores de riesgo. Osea que todavía no existe ni un menor de edad vacunado. 
 Los sindicatos del Frente de Unidad Docente Bonaeresnse (SUTEBA, FEB, UDOCBA, SADOP), como no podía ser de otro modo, han dado el “ok” a esta ofensiva presencialista sin convocar a ninguna asamblea o reunión para tener el mandato de los docentes. Militantes de la “presencialidad cuidada”, repiten el cassette de que se “cumplan” los protocolos (SUTEBA, 29/7), que prácticamente ninguna escuela está en condiciones de cumplir, por su estado calamitoso de infraestructura y de seguridad e higiene. 
 En relación al salario, el gobierno adelantó el último tramo de la paritaria para el mes de Agosto, pero la promesa de “reabrir la paritaria” todavía no se hizo efectiva. La inflación anual proyectada es del 50%, mientras que la burocracia sindical había firmado un magro 30% en cómodas cuotas a comienzos de año. El salario básico de un preceptor (cargo testigo) quedó en $37 mil pesos. En Junio se calculó canasta de pobreza se calculó en casi $67 mil. La lucha por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, hoy por encima de los $100 mil pesos, es una necesidad imperiosa para la docencia, que tiene que hacer malabares y tomar otros trabajos para llegar a fin de mes.
 La Lista Multicolor, dirigida mayoritariamente por las corrientes del FIT-U, no promovieron la convocatoria a ninguna asamblea previa al reinicio post invernal. Kicillof no ha encontrado ninguna complicación para retomar con “normalidad” el ciclo lectivo. En un último comunicado le “exigen” a la conducción de SUTEBA que “deje de avalar la política del gobierno de Kicillof y convoque a asamblea para resolver las acciones a seguir” (Sutebas Multicolores 31/7). “Una exigencia” al vacio. La lista celeste se encuentra integrada al gobierno de los Fernández y no moverá – como hasta ahora- ni un dedo en defensa de los trabajadores de la educación. La burocracia de Baradel pretende que las reivindicaciones de la docencia no se cuelen en la campaña electoral, para llevar agua al molino del Frente de Todos. La agenda de las necesidades de la docencia no puede ser sometida a los “tiempos” electorales. 
 Exigimos la convocatoria a asambleas en todas las seccionales de SUTEBA. Promovemos la realización de asambleas por escuelas, auto convocatorias y la construcción de un plenario provincial de delegados con mandato para organizar la lucha por la suspensión de la presencialidad en pandemia en defensa de la vida, por una garantía salarial para todos los compañeros sin horas/ módulos, por vacunas para todos los trabajadores, por la reapertura ya de la paritaria y por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar indexado por inflación. 

 Mariano Hermida 
 02/08/2021

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