jueves, 26 de agosto de 2021

Leandro Santoro, el “goce” del FMI y de BlackRock

El precandidato del Frente de Todos, Leandro Santoro, declaró que “Hay que ir por el feminismo, el ambientalismo, la reivindicación del goce, el tiempo libre, el disfrute” (Infobae, 21/8). La versión gozosa de Santoro esconde los problemas centrales que atraviesa el país. La pobreza llega al 50%, la desocupación real es del 30%, el sueldo mínimo de 28 mil pesos no cubre ni una cuarta parte de la canasta familiar de 130 mil pesos. Las jubilaciones mínimas de 26 mil pesos bordean la indigencia. Los planes sociales son la mitad de eso y el “ingreso universal” es mucho más bajo aún. 
 La crisis sanitaria llevó al país a tener una de las tasas más altas del mundo de muertos por habitante; la crisis habitacional raja las paredes, con un déficit de 4 millones de viviendas; Alberto Fernández habilitó los desalojos y quitó las ayudas sociales en medio de la pandemia. Santoro apela a la “reivindicación del goce”, cuando el gobierno del Frente de Todos es responsable del sufrimiento de millones de familias trabajadoras, una población que se ve sometida ante el goce de unos pocos beneficiados por su política de ajuste, carestía de la vida y precarización, que se va a profundizar tras la firma del acuerdo con el FMI que se apresta a hacer el Congreso. 
 Santoro es un perverso que reivindica el goce como parte de un instrumento para engañar a la población y someterla en estas elecciones. La perversión a la que se dispone Santoro es que bajo la “reivindicación del goce” se apresta a reunir votos y apoyos de los trabajadores para que luego de las elecciones los diputados del FdT terminen votando el acuerdo de reestructuración de deuda, con los condicionamientos pertinentes. La felicidad y el goce es de los especuladores, bonistas y fondos de inversión, no de los trabajadores.

 De “sentirse feliz” al pago de la Deuda y el acuerdo con el FMI 

Santoro también manifestó que “No podemos hablar al proletariado industrial que aspira ascender socialmente como consecuencia de su trabajo para acceder a niveles de consumo”. “Hoy los sujetos tienen otras características y sensibilidades que requieren ser interpeladas” (ídem). Entre ellas destacó a “quienes no entienden que (ahora) es tan importante conseguir laburo como sentirse feliz (…) los espacios verdes, la salud mental, cosas que tienen que ver con la relación entre las personas”. “Tenemos que interpelar a un sujeto social que padece la soledad como principal drama”, ´reflexionó´ el legislador porteño. “Hoy los sujetos tienen otras características y sensibilidades que requieren ser interpeladas”, agregó. Santoro reconoce que no puede hablarle al proletariado que aspira a elevar sus niveles de consumo, porque el Gobierno los ha reducido sensiblemente. El fracaso de la burguesía nacional de insertar al país en el mundo llevó a que su única “salida” para esa inserción sea que los asalariados argentinos cobren como los chinos o vietnamitas, y tengan sus mismas condiciones laborales. Tras el acuerdo con el FMI hay un proyecto de reforma laboral que entre otras cosas implica mayor flexibilización laboral, precarización del empleo, tercerización, y el modelo de contrato “por horas”, donde el empleador decide la cantidad de tiempo que necesita al empleado. ¿Será esa la idea de mayor “tiempo libre” y “goce” para Santoro? 
 Para aquellos que tienen más tiempo libre, como los jubilados, el acuerdo que el Frente de Todos y Juntos por el Cambio van a votar en el Congreso con el FMI después de las elecciones tiene una propuesta: elevar la edad jubilatoria 5 años, para utilizar esos ingresos como garantía del pago de la deuda externa. La elevación de la edad jubilatoria redundará en un crecimiento del desempleo porque habrá menos puestos disponibles. Los Fernández utilizaron la pandemia para atacar a los jubilados y sus magros ingresos. La jubilación que debería ser un salario diferido, es para la gran mayoría un ingreso de subsistencia, y ni siquiera eso. El FMI, el Gobierno y la oposición patronal, ocultan, como buenos perversos, sus objetivos y pactos. 
 Santoro no pensará en la “salud mental” y en la “felicidad” de millones de jóvenes que tienen que vivir con los padres porque tienen sueldos miserables o están desocupados o subempleados, y no pueden independizarse, acceder a una casa propia o incluso pagar un alquiler, que hoy se consume el 100% de un ingreso promedio. Tampoco debe pensar en el goce y la felicidad de miles de mujeres y familias desalojadas por su gobierno en Guernica, o miles de mujeres que no tienen medios para separarse de su violador o abusador, por no tener casa o recursos, y terminan muertas o seriamente golpeadas. El discurso de la “alegría” y la “buena vida” (ídem) contrasta con la terrible realidad de la crisis más grande de la historia del país. 
 En la entrevista de marras, Santoro habla del negociado inmobiliario de Costanera Sur que Larreta acaba de votar a favor de IRSA en la Legislatura, un negociado impresionante con tierras públicas. Sin embargo, omite hablar de la votación del proyecto de Santoro y su “amigo” Gabriel Solano, del negociado inmobiliario de Boedo, para la construcción de comercios, shoppings y diferentes emprendimientos en un espacio que los vecinos defienden como 100% verde y público. Ni tampoco del “cogobierno” del FdT con el macrismo y el larretismo en la Ciudad, que se expresa en que le votaron todo a Larreta y en términos inmobiliarios, en la constitución de la AABE (Agencia de Administración de Bienes del Estado) creada por decreto del gobierno kirchnerista en el 2012 para le venta inconstitucional de tierras públicas en beneficio de grupos especuladores inmobiliarios. Las tierras nacionales también son garantías para el FMI. El goce del espacio verde por parte de la población choca con los intereses que defiende el FdT. 

 ¿El goce de quién? 

El goce que reivindica Santoro ¿será el de los especuladores ante los cuáles el gobierno brinda enormes beneficios con tasas de interés de bonos y letras públicas, mientras las paritarias pierden sistemáticamente frente a la inflación? ¿Reivindicará la mega minería, los cultivos transgénicos y de la implantación de mega granjas de cerdos que impulsa el Gobierno de Fernández y Fernández, y que destruyen el medio ambiente y la vida humana para el “goce” de un puñado de capitalistas? ¿Santoro reivindicará el goce de los tenedores de bonos de deuda pública y de los acreedores internacionales que esperan someter al país a más ajuste y a una reforma laboral y previsional tras el acuerdo de deuda? Santoro expresa el fracaso de la burguesía nacional y sus personeros políticos.
 “Al peronismo y al movimiento nacional y popular les cuesta más en los centros urbanos. Hay algo que está pasando y tiene que ver con un enfoque global, en la dificultad de estos proyectos para interpelar al ciudadano de los grandes conglomerados que nos hace repensar en cómo tenemos que intervenir”. Es lógico cuando son esos centros urbanos los que más sufrieron las consecuencias de la crisis, el desempleo y la precarización laboral. Por si fuera poco, el gobierno de AF eliminó las ayudas en medio de la Pandemia. La gestión de la pandemia llevó a más de 100mil muertos y a muchos más relacionados al Covid-19, sin mencionar escándalos como los vacunatorios VIP y los cumpleaños en la Quinta de Olivos. 
 Santoro apela a una “transgresión” para enfrentar al discurso de “ultraderecha” que “seduce a la juventud” y corre todo el “escenario político hacia la derecha” (como si la política del FdT no fuera responsable de eso). La juventud de todo el mundo responde con la rebelión popular contra los regímenes en disolución que llevan adelante los planteos y acuerdos con el FMI. 

 Emiliano Monge 
 25/08/2021

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