El ahora ex jefe de Gabinete de Kicillof e intendente de Lomas de Zamora es un aliado de Máximo Kirchner y La Cámpora.
El ahora ex Jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, intendente de Lomas de Zamora y candidato a primer concejal lomense por Unión por la Patria fue expuesto en unas lujosas “vacaciones” en un yate en el Mediterráneo con una conocida modelo, mientras los trabajadores de la provincia y el distrito que él conduce se hunden en la pobreza y la indigencia. Tras darse a conocer las fotografías, Insaurralde renunció a su cargo en la provincia para reducir daños en el frente oficialista.
Aunque llamativo por el momento a nadie sorprende que el funcionario provincial y mandatario lomense se dé la “buena vida”, cuando siempre se lo consignó como un habitante de la lujosa zona porteña de Puerto Madero.
Insaurralde siempre puso de manifiesto su condición de clase por medio de su gestión al frente del Ejecutivo de Lomas de Zamora, donde dio vía libre a los negocios inmobiliarios y a las grandes torres en Las Lomitas contra el abandono de las barriadas populares de Cuartel IX, donde los trabajadores carecen de los servicios más elementales. Algunos sospechan que parte de su fortuna se debe, justamente, a los negocios con estos especuladores, con edificaciones de habilitación dudosa y facilidades para los que “colaboran”.
Además de ser el impulsor de distintos intentos de desalojo y represiones en el distrito, llegando a constituirse como querellante para desalojar a 300 familias de un predio en la Rivera Sur del Riachuelo, y un desalojador serial de puesteros y feriantes que se extienden conforme crece la crisis económica y social.
Este nuevo escándalo no solo golpea sus aspiraciones personales de convertirse algún día en gobernador de la provincia o de renovar (bajo alguna artimaña) un nuevo mandato en Lomas de Zamora, sino que salpica también al propio Kicillof y a todo el frente Unión por la Patria en la provincia de Buenos Aires.
En los últimos años, Insaurralde pasó a ser un hombre clave del armado oficialista en la provincia, como puntal de los intendentes del PJ de la Tercera Sección Electoral, en una alianza con Máximo Kirchner y La Cámpora que le valió la designación como jefe de Gabinete (algo que fue visto como un copamiento interno) y un lugar predilecto para su “pollo” en la legislatura provincial (y ahora en la intendencia) Federico Otermín.
De larga gestión en el sector público y en el distrito de Lomas, con inicios bajo el el duhaldismo en la ciudad y bajo el padrinazgo, más tarde, de Jorge Rossi, Insaurralde es también sospechado por enriquecimiento ilícito, pasando de declarar un patrimonio cero en 2012 a amasar una fortuna de decenas de millones de dólares, expuesta en su reciente separación con su expareja Jésica Cirio.
Viajes por Marbella (España), yates de Miles de dólares por día, Don Perignon, son algunos de los lujos que se daba Insaurralde mientras casi la mitad de la población bonaerense es pobre y no cubre sus necesidades básicas, incluida la alimentación.
El escándalo de Insaurralde compromete a todo el oficialismo que ha hecho de su lema de “el Estado presente” una tapadera para desenvolver el ajuste contra los trabajadores y enriquecer sus bolsillos de paso. Un favor que le hacen a la derecha que explota este fracaso para redoblar su ofensiva ajustadora.
La renuncia de Insaurralde a su cargo en la provincia es algo de lastre para seguir en el ruedo, parte de una política de control de daños y de impunidad. Su patrimonio debe ser investigado a fondo para determinar el verdadero origen del mismo y las implicancias penales y económicas del caso. Los trabajadores debemos superar esta experiencia fallida sin caer en la trampa de la derecha antiobrera vinculada a los mismos negocios capitalistas que Insaurralde: es decir apostando a la independencia política de los trabajadores que se expresa en el Frente de Izquierda Unidad.
Marcelo Mache
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