A sus 94 años, falleció Sonia Torres, miembro de Abuelas de Plaza de Mayo filial Córdoba. El 26 de marzo de 1976 su hija Silvina Parodi, que tenía 20 años y estaba embarazada de seis meses, fue secuestrada por un grupo de tareas de la dictadura. En cautiverio dio a luz al bebé, al que habría nombrado Daniel Efraín; días después se lo arrebataron de sus brazos.
Sonia buscó incansablemente desde hace 47 años a su nieto apropiado por la dictadura cívico-militar-eclesiástica.
Sonia Torres nació en 1929 en Villa Dolores. Se recibió de farmacéutica, y su vida tuvo un quiebre con la desaparición de su hija. Silvia estudiaba en Ciencias Económicas junto a su pareja Daniel Orozco, de 22 años. Fueron secuestradxs en su casa en el barrio de Alta Córdoba. Ambos militantes del PRT-ERP, fueron vistos con vida en el centro clandestino La Perla, uno de los centros de tortura y exterminio más grandes del interior del país, por el que pasaron entre 2.200 y 2.500 personas.
El nieto de Sonia Torres habría nacido un 14 de junio, según el testimonio de un sobreviviente del genocidio. La misma fuente afirma que hubo complicidad entre las monjas de la Cárcel del Buen Pastor y de una exjueza federal. La mencionada declaración se efectuó en el marco del megajuicio de La Perla y Campo de la Ribera, entre 2012 y 2016, varias décadas después de ocurridos los aberrantes crímenes de lesa humanidad. Juicios que fueron arrancados de una movilización popular.
Sonia participó activamente en la lucha por memoria, verdad y justicia en Córdoba y en el país. Junto a otras Abuelas de Plaza de Mayo buscó incansablemente a los alrededor de 500 bebés apropiadxs por la última dictadura militar.
En una sentida carta a su nieto escribió: “Mi deseo más grande es poder abrazarte y descubrir juntos el amor que tanto unió a tus padres y que vive en vos y en mí (…) Hasta encontrarte tengo tatuada en el corazón la esperanza”. Nuestras condolencias para familiares, compañerxs de Sonia Torres, en momentos de un hondo pesar de organismos de derechos humanos.
Reclamamos la apertura de todos los archivos de la última dictadura militar, el juicio y castigo a todos los responsables militares, políticos, empresarios y eclesiásticos. Son 30 mil, fue genocidio. Será justicia.
Osvaldo Nin
No hay comentarios:
Publicar un comentario