martes, 31 de octubre de 2023
CABA: los tarifazos antes del cambio de gestión
Jorge Macri, ganador por el abandono de Leandro Santoro, no tendrá que arrancar su mandato dando malas noticias. Larreta se habrá ocupado incluso de que las audiencias obligatorias no vinculantes que la ley establece para hacer efectivos varios de estos aumentos ya estarán realizados. Según informa Clarín, los aumentos “se harán efectivos entre diciembre y enero” (Clarín.com, 31/10)
La suba del aumento en el subte, transporte por excelencia para los trabajadores de la Ciudad -más de 20 millones de pasajes por mes- será del 56% y en dos tramos, va a pasar de los $80 actuales a $110 primero y finalmente $125 en enero. En particular el subte lleva aumentados casi un 100% en los últimos siete meses: costaba 42 pesos en abril. Las tarifas serán las únicas que le ganarán a la inflación: no ocurre lo mismo con los salarios de los docentes y municipales porteños o incluso los propios obreros del subte.
El argumento que sostiene los aumentos es que son "adecuaciones necesarias para el funcionamiento de los servicios. Para asegurar su operación, su mantenimiento, y en algunos casos, también, para sostener el salario de los trabajadores".
Los otros tres aumentos anunciados están vinculados al uso de automóviles: aumentan los peajes, el control de la Verificación Técnica Vehicular (VTV) y los estacionamientos medidos. El peaje en Perito Moreno y 25 de mayo, en horario pico, va a costar $910, 43. En la Illia, el impacto será menor: pasa de $267 a $378. El porcentaje del tarifazo para la VTV es de 104%: en marzo de 2024 el costo será de $9 mil para autos y casi $6.000 para motos. Finalmente, el aumento del estacionamiento medido se va de 81 a 176 pesos la hora.
Semanas atrás, a principios de septiembre, aumentó un 42% el valor de las multas en la Ciudad. Un mal estacionamiento puede costar cerca de 14 mil pesos. Rodríguez Larreta también dejó ordenados los salarios docentes, para el mismo porcentaje inflacionario acordó a principios de octubre un aumento que deja el cargo inicial simple en $265.000 que son 200 mil abajo de lo que ATE-INDEC señala como lo mínimo necesario para una familia tipo que viva en CABA.
Larreta cumple con un acuerdo tácito entre los candidatos patronales: antes de retirarse, dejar hecho el ´trabajo sucio´, allanándole el camino a su sucesor.
Las y los trabajadores de la Ciudad -los que vivimos y los que trabajamos en ella- tenemos que organizarnos por el aumento inmediato de salarios indexados por inflación. No hay que esperar a diciembre, para enfrentar a Macri (el primo) sino empezar ahora contra Larreta.
En defensa del salario, de hospitales y escuelas y por el fin de los desalojos convoquemos asambleas y plenarios que rechacen los tarifazos.
Valentina Viglieca
31/10/2023
Quién mató a civiles israelíes
Esto no solo es posible sino perfectamente legal: el ejército israelí tiene un protocolo -la “Hannibal Directive”- que obliga al ejército impedir que israelíes sean tomados como rehenes, aunque para eso haya que matarlos, o matar a población civil para lograr ese objetivo.
La Directiva Aníbal es una orden secreta que data de 1986. Fue redactada por tres militares, incluido Yossi Peled, nombrado jefe del Comando Norte meses después de que Hezbollah capturara a dos soldados en El Líbano.
La directiva suspendió los procedimientos de protección de los soldados y “equivale a ordenar que se fusile al soldado capturado para evitar que sea hecho prisionero” (Haaretz, 3/8/2014)
La Directiva volvió a la plana de los diarios a partir de las declaraciones radiales de Yasmin Porat, una mujer israelí que el 7 de octubre se refugió en el kibutz Be’eri. En una entrevista a una radio israelí (programa Haboker Hazeh), después censurada, Porat denunció que el ejército atacó con tanques y por aire al kibbutz mientras decenas de familias se encontraban allí en poder de las milicias palestinas.
La versión de Porat fue confirmada por altos jefes militares que se felicitan por haber ordenado recuperar las posiciones tomadas por los palestinos aunque hubiera israelíes. Uno es el comandante Avi Rosenfeld, que estaba atrincherado en la División Gaza. Ante la imposibilidad de hacer retroceder a las milicias, “la división se vio obligada a solicitar un ataque aéreo contra la propia base para repeler a los terroristas”, se jacta Rosenfeld.
“En otras palabras, el ejército parece haber preferido matar tanto a civiles y militares israelíes como a los militantes de Hamás que los retenían en sus propios hogares en lugar de intentar negociar una liberación”, concluye Jonathan Cook, periodista inglés especializado en Medio Oriente, que vivió 20 años en Israel.
Los editores de la página neoyorquina Mondoweiss, Philiph Weiss y Adam Horowitz, llegan a una tajante conclusión: “La respuesta del ejército israelí a la incursión de Hamás en Israel y la captura de comunidades israelíes cerca de Gaza fue en los términos de la infame Directiva Aníbal de Israel”. Durante 17 años, la Directiva Hanníbal, una de las órdenes más controvertidas en la historia militar israelí, permaneció en secreto. Según Haaretz, algunos comandantes de batallón se negaron a transmitir la directiva a sus tropas. El Ejército sionista hasta entonces predicaba que su prioridad absoluta era preservar la vida de sus soldados.
En 2003, tras una carta de un médico a Haaretz, la censura militar permitió que saliera a la luz. “Es hora de que los soldados, sus familias y los ciudadanos sepan la verdad sobre el procedimiento que parece tener menos que ver con salvar a los soldados cautivos que con matarlos junto con sus captores”, polemizaba entonces el periodista Uri Misgav en Haaretz (3/10/2014).
Tal vez porque el escándalo no llegó a mayores, años después, en una entrevista de Haaretz en 2009, el general de brigada Moti Baruch explicó con extraordinaria franqueza: la directiva es "inequívoca" y se aplica "en todos los niveles, empezando por el soldado individual". “Ningún soldado debe ser capturado, y ese es un mensaje inequívoco”, ratificó.
Fue el criterio que aplicó el comandante de batallón de la Brigada Golani, que dirigió a sus soldados a la Franja de Gaza durante la Operación Plomo Fundido a principios de 2009: "Ningún soldado del Batallón 51 será hecho cautivo. Sin precio y bajo ninguna circunstancia”.
El propósito evidente de la Directiva es evitar cualquier negociación que obligue a Israel a liberar a sus prisioneros palestinos para recuperar a sus soldados y eliminar la presión de los familiares en ese sentido.
El más reciente canje de prisioneros fue el acuerdo por el sargento Gilad Shalit, cuando Israel intercambió 1.027 palestinos por un sargento que había pasado más de cinco años cautivo de Hamás. Tras la captura de Shalit, hubo críticas dentro del ejército porque no se habían utilizado disparos de cañón para evitar que Shalit fuera llevado a Gaza, sino sólo ametralladoras.
El 1 de agosto de 2014, el ejército israelí invocó la Directiva Aníbal en Rafah, en el sur de Gaza, para impedir que los combatientes de Hamás huyeran con un oficial israelí capturado. La intensa acción que siguió tuvo como resultado la muerte de al menos 135 civiles, 75 de los cuales eran niños. Amnistía Internacional y otras ONG han calificado los acontecimientos de ese día, denominado “Viernes Negro”, como un crimen de guerra.
Este documental explora la historia secreta de la Directiva Aníbal, incluidos sus orígenes, uso reciente e implicaciones. La película, realizada en medio de la actual controversia en torno a la moralidad y la aplicación de la doctrina, presenta entrevistas con ex soldados, reservistas y civiles israelíes que estaban divididos sobre si la política, que resultó en la muerte de numerosos civiles inocentes, podría alguna vez justificarse. La orden finalmente fue revocada silenciosamente por el ejército israelí en junio de 2016.
En este momento, 230 personas están en poder de Hamas en Gaza. Ayer fue difundido un video en donde aparecen tres mujeres: una de ellas acusa a Benjamin Netanyahu de ser responsable de la masacre del 7 de octubre: “Nadie llegó, nadie nos salvó. Nosotros somos civiles inocentes, contribuyentes, nos encontramos en cautiverio en condiciones horribles. Nos estás matando”. Netanhayu ha rechazado las propuestas de Hamas y de las familias de los rehenes para canjearlos por presos políticos. La vida de los rehenes depende del gobierno sionista.
La responsabilidad del ejército de Israel en la muerte de sus ciudadanos desmorona un gigantesco operativo de manipulación de la opinión pública del que participó personalmente hasta Joe Biden.
Olga Cristóbal
31/10/2023
lunes, 30 de octubre de 2023
Los abrazos, las rupturas, y las estafas al electorado
El abrazo entre el león y el pato que enojó a las palomas y las víboras, y el abrazo del oso que nos quiere poner un chaleco de fuerza. La política burguesa parece un zoológico, pero el denominador común de las estafas al electorado es que todos comparten un rumbo de ajuste contra los trabajadores.
El abrazo televisado con el que Milei y Bullrich mostraron públicamente su acuerdo de cara al balotaje fue representado en la redes sociales con una tierna caricatura de un león y un patito, pero como era esperable detonó una catarata de pases de factura sacando a relucir las frases que hasta hace una semana repetía el supuesto libertario, acusando a Bullrich de haber pasado por todos los partidos de la casta política: desde ser una “montonera tirabombas” a integrante del fracasado gobierno de Macri. Ahora todo el discurso anticasta fue dejado de lado para pasar a concentrarse únicamente en el kirchnerismo, e incluso habría sido un éxito la política de seguridad de la exministra y la política exterior del macrismo brillante. Semejante panquequeada opacó la que había protagonizado Santoro en la Ciudad de Buenos Aires, bajándose de la segunda vuelta para darle el triunfo a Jorge Macri después de haberse pasado toda la campaña llamando a votarlo para disputar la Jefatura de Gobierno porteño en un balotaje.
En paralelo Massa insiste con su abrazo de oso para tentar a la UCR y sectores del PRO para un gobierno de “unidad nacional”… con los partidos a los que acusaba de entregar la soberanía nacional y arrodillarnos ante el FMI. Pide el voto en defensa de la “democracia contra el facismo” cuando tiene como principal destinatario de su planteo al dictador jujeño Gerardo Morales, que viene de reprimir a mansalva para imponer una reforma constitucional trucha y favorecer el saqueo del litio a las multinacionales. Después de haber acompañado a Macri, cuando recién había asumido, hasta Davos para respaldarlo frente al capital internacional, ahora Massa intenta ganarse para sí a quienes sostuvieron ese gobierno ruinoso que -según su discurso- explicaría el desmadre económico actual. Hasta promete un pago especial a los bonistas de la deuda externa. Finalmente, el ministro de Economía es hoy quien sigue ajustando a los jubilados para pagar a los acreedores.
Tironeados entre estos “abrazos” salieron a diferenciarse de Bullrich y Macri casi todos los referentes de Juntos por el Cambio, dejando al descubierto la ruptura de la coalición opositora, que todos presagiaban pero que superó las previsiones por su rapidez. La UCR los cruzó en una conferencia de prensa oficial comandada por Gerardo Morales y Martín Lousteau, tras resolver que no apoyarán a ningún candidato en esta segunda vuelta -una definición que muchos interpretan como un llamado solapado a votar por Unión por la Patria. Carrió también se sumó a las voces que criticaron a la dupla que pactó con Milei, y lo mismo hicieron otros personeros del PRO como Larreta y Vidal, e inclusive se distanció de su primo el recientemente electo jefe de gobierno de CABA. Los gobernadores opositores emitieron un comunicado donde se escudan en que su tarea es defender a los habitantes de sus provincias, cuando son quienes ajustan diariamente en salarios, salud, educación y vivienda.
Párrafo aparte merecen los desencantados de La Libertad Avanza, que pareciera deshilacharse de cara al 19 de noviembre. El burócrata del sindicato de gastronómicos, Luis Barrionuevo, anunció su ruptura tras la confluencia de Milei con Bullrich, luego de haber ofrecido su aparato para la fiscalización en la reciente primera vuelta y sobre todo como vehículo gremial para allanar una reforma laboral flexibilizadora. Como sea, es un alejamiento que no cambia un ápice su orientación contra los trabajadores, en un gremio donde reina la precarización laboral. Hasta varios legisladores electos que ingresarán al Congreso expresaron su desencanto, amenazaron con conformar bloques propios y se repartieron culpas públicamente, como hizo la cosplayer Lilia Lemoine (adjudicando la derrota a los posicionamientos contra el Vaticano o en favor de la venta de órganos).
En conjunto, tenemos que apenas pasadas 72 horas todos los candidatos capitalistas traicionaron a sus votantes, haciendo lo contrario a lo que prometían en campaña. Estas rupturas y realineamientos expresan en el fondo una coincidencia en ocultar al pueblo que se trata de variantes que pretenden descargar la crisis del país sobre los trabajadores, ajustando a los que menos tienen y favoreciendo una mayor injerencia del capital imperialista. Por eso de un lado Milei propone dolarizar, liquidar el Banco Central, rematar las empresas públicas y forzar una mayor apertura comercial, todo lo cual redundaría en una mayor colonización financiera y económica; pero del otro lado Massa se vanagloria del apoyo recibido por parte de Biden y de sus lazos con la embajada yanqui, al servicio de cumplir con el programa del FMI. Finalmente, la “unidad nacional” fue promovida antes que nadie por el embajador norteamericano Marc Stanley, y es una concertación para implementar un programa antiobrero.
Independientemente del resultado del balotaje y de cómo valoren su voto, para los laburantes se les plantea la necesidad de preparar las luchas que se vienen, contra el gobierno que finalmente le toque desenvolver esta ofensiva.
Iván Hirsch
La masacre contra el pueblo palestino, en una “nueva fase”
El sábado 28, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu anunció el inicio de una “nueva fase” en las operaciones contra la Franja de Gaza. Horas antes, Israel había desplegado tropas de infantería y tanques en el enclave costero. Es el inicio de la anunciada invasión terrestre, ya que hasta ahora solo se habían efectuado algunas incursiones puntuales.
Según distintos medios de comunicación, las tropas israelíes están cerca de la ciudad de Gaza, la más importante del territorio. Algunos análisis sostienen que las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) buscarán primero consolidar un área propia, como plataforma para una invasión más profunda. Por lo pronto, Netanyahu asegura que sus hombres atacaron distintas posiciones de Hamas, incluyendo su sofisticada red de túneles, conocida como “el metro” de la Franja.
En paralelo con la incursión terrestre, el fin de semana se llevaron a cabo los bombardeos más fuertes sobre el enclave, provocando un apagón completo de las telecomunicaciones. Hasta el momento, más de 8.300 palestinos murieron en estos ataques, de los cuales más de 3.300 son menores.
Los informes sobre estos ataques son estremecedores. Un artículo del New York Times, reproducido por La Nación (30/10), que cifra en 7 mil el total de agresiones aéreas, señala que “los bombardeos arrasaron mezquitas, hospitales y escuelas, y sin previo aviso dejaron reducidas a escombros casas con familias enteras adentro”.
Según esa misma nota, “los habitantes de Gaza dicen que la mayoría de las bombas caen sin previo aviso y de manera indiscriminada, causando desesperación generalizada y la sensación de que la muerte inminente es inevitable”. Ante cada operación aérea, “los niños se escriben su nombre en la mano o en el brazo para que, en caso de morir, sus cuerpos sean identificados y no arrojados a fosas comunes”. Los bombardeos abarcan a todo el enclave, no hay sitio seguro para la población gazatí. El millón de personas desplazadas del norte se topó con el fuego israelí en el sur, lo que llevó, incluso, a 30 mil personas a retornar a sus lugares de origen.
Funcionarios de Naciones Unidas, en tanto, informaron que Israel está bombardeando las inmediaciones de varios hospitales, a la vez que dicta órdenes de evacuación sobre los mismos, como Al Quds o Al Shifa, donde hay 50 mil refugiados. El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dice que es imposible evacuar esos centros sanitarios en condiciones de seguridad.
Con la ayuda humanitaria entrando a cuentagotas por el cruce de Rafah, en la frontera con Egipto, la situación social sigue siendo catastrófica. En este contexto, pobladores desesperados asaltaron instalaciones de la Agencia de Naciones Unidas para Refugiados, llevándose harina y productos básicos de higiene. Recordemos que en la Franja escasea la comida, el agua, las medicinas y está cortada la electricidad.
El imperialismo es cómplice de esta devastación. Estados Unidos proporcionó más de mil bombas inteligentes a Israel desde el 7 de octubre, fecha de la incursión de Hamas en Israel, y la Unión Europea emitió una resolución encubridora que demanda “pausas humanitarias”, después de un debate entre los socios que descartó reclamar un cese al fuego, en nombre del derecho de Israel a defenderse. Es decir, reivindica el “derecho” al bombardeo indiscriminado sobre el pueblo de la Franja. En cualquier caso, el sionismo hizo oídos sordos incluso a esas “pausas”, y su ministro de defensa, Yoav Gallant, se jactó en los medios de que los ataques han hecho “temblar” a Gaza.
A medida que se acentúa la ofensiva israelí, crecen los lanzamientos de cohetes de Hezbollah desde el Líbano, uno de los focos de una eventual regionalización del conflicto.
Hamas, por su parte, efectuó disparos sobre Tel Aviv y asegura haber infringido “pérdidas masivas” a las tropas invasoras.
Hamas ha ofertado también un canje de los rehenes en su poder (algo más de 200) por los 5 mil presos políticos palestinos. Tel Aviv no dio una respuesta, pero lo interesante del caso es que el Foro de Rehenes y Familiares Desaparecidos planteó en una conferencia de prensa que “le dejamos claro a Netanyahu que necesitamos un acuerdo de ‘todos a cambio de todos’” (ídem, 29/10).
El fin de semana se repitieron las movilizaciones multitudinarias en el mundo árabe y en Londres en apoyo al pueblo palestino (con picos muy altos de participación en Jordania y Turquía, en una concentración motorizada desde el gobierno). También hubo nuevas manifestaciones en Cisjordania, donde los ataques de Israel y las bandas armadas de colonos ya dejaron más de cien muertos desde el 7 de octubre.
Sigue planteada la necesidad de detener la acción genocida de Israel: cese de los bombardeos, no a la invasión, abajo el Estado sionista, por una Palestina única, laica y socialista.
Gustavo Montenegro
A 40 años del triunfo de Alfonsín: “Por qué fracasó la democracia”
“Por qué fracasó la democracia”, libro publicado este 2023 por el dirigente del Partido Obrero Gabriel Solano, explica las razones de este fracaso en la continuidad de los intereses capitalistas tras la dictadura cívico-militar. A 40 años de la elección que consagró a Raúl Alfonsín como presidente, recogemos algunas ideas principales de esta crítica a los gobiernos capitalistas.
El libro de Solano recorre, como lo indica su portada, una “Radiografía del saqueo capitalista de la Argentina en los últimos 40 años”. O como indica su contratapa un libro que explora como “el contraste entre las promesas formuladas por los políticos en 1983 y la realidad lacerante que vive el pueblo argentino hoy es de tal magnitud que obliga a preguntarse qué fue lo que sucedió para que el resultado sea un país hundido en la pobreza, la indigencia, el endeudamiento crónico y el estancamiento productivo”.
Solano polemiza con la promesa formulada por Alfonsín, donde con la “democracia se come, se cura y se educa”, señalando que a 40 años de su enunciación los indicadores sociales son alarmantes, con más de 40% de pobreza y un salto del 900% en la deuda pública y crisis económicas y sociales recurrentes.
En su elaboración, Solano caracteriza la aparición de fenómenos como el de Javier Milei como consecuencia del fracaso y la crisis de los partidos capitalistas tradicionales, cuestionados por su responsabilidad en el empobrecimiento de los trabajadores y el ajuste.
Esto se explica en el libro por un hilo conductor desde la dictadura militar hasta la actualidad, donde hasta la fecha prevalece gran parte, incluso, del andamiaje (i)legal del gobierno de facto, y sucesivos gobiernos “democráticos” donde prevalecieron los intereses capitalistas y sus negocios por sobre los intereses colectivos de los trabajadores.
Solano reflexiona que la conclusión de este proceso pone de manifiesto que “para enfrentar a los Milei no debemos aferrarnos a defender un régimen que fracasó, sino oponerle una democracia de los trabajadores, lo cual supone otro estado, otro poder político y otro régimen social”.
Prensa Obrera
El camino hacia el balotaje y la solidaridad con Palestina
Las elecciones del 20 de octubre consagraron un escenario de balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei, primero y segundo respectivamente en los comicios del domingo pasado. Entre las primeras repercusiones de ese resultado, se produjo la ruptura de Juntos por el Cambio, con el expresidente Mauricio Macri y la exministra Patricia Bullrich apoyando al referente de La Libertad Avanza para noviembre, y la UCR, la Coalición Cívica y un ala del PRO (integrada, entre otros, por el jefe de gobierno porteño saliente Horacio Rodríguez Larreta) rechazando ese alineamiento. Massa buscará pescar lo suyo en este río revuelto.
El balotaje es un mecanismo que construye mayorías artificiales, ya que fuerza a optar entre dos candidaturas a aquellos que no lo hicieron por ninguna de ellas en la elección general. El propósito es reforzar la autoridad del gobierno entrante. La última edición de Prensa Obrera ofrece un primer balance político de la elección nacional y en algunos distritos importantes, como la provincia de Buenos Aires (donde el Frente de Izquierda conquistó un diputado nacional), la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Chubut (donde el FIT-U logró su porcentaje más alto) y Santa Cruz.
“Más allá de la posibilidad de surfear la crisis hasta el balotaje, lo que está fuera de dudas es que Argentina afronta una bancarrota económica de fondo que los capitalistas reclaman descargar sobre las espaldas de los trabajadores mediante devaluaciones, rebajas salariales y reformas estructurales que terminen con conquistas históricas de la clase obrera”, señala el editorial de Gabriel Solano.
El Partido Obrero está desarrollando plenarios de militantes que elegirán delegados a una conferencia electoral para fijar posición frente al balotaje del 19.
En cualquier caso, con el futuro gobierno, los trabajadores deberán ganar las calles. Entre esas peleas, cobra importancia el problema de la criminalización de la protesta social. El 9 de noviembre, siguiendo una resolución del Plenario Nacional Antirrepresivo, se desarrollará una jornada nacional de lucha. Uno de los puntos será el reclamo de la anulación de la condena y la absolución de César Arakaki y Daniel Ruiz. La justicia acaba de ratificar la condena de los compañeros, perseguidos por manifestarse contra la reforma jubilatoria, en diciembre de 2017.
Otra de las batallas planteadas es la defensa de la educación pública, contra el ajuste de los gobiernos. La UJS integra las listas de izquierda que vienen de obtener sendos triunfos esta semana en los centros de estudiantes del Joaquín V. González (uno de los principales institutos terciarios del país), Ciencia y Tecnología de la Unsam y el Instituto Superior de Formación Docente N°39 de Vicente López.
No al genocidio en Gaza
El miércoles 25, una masiva movilización a la embajada de Israel en Buenos Aires, convocada por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, denunció la masacre en curso contra el pueblo palestino, que ya ha dejado más de 7 mil muertos. La acción del Estado israelí incluye, además de los bombardeos constantes, un bloqueo casi total de la Franja de Gaza que impide el ingreso de medicinas, combustibles, agua y alimentos. Los hospitales se encuentran sobresaturados y los médicos tienen que operar pacientes sin anestesia, por falta de drogas, auxiliados con la luz de sus celulares, ante la falta de electricidad.
A esto se suma que un millón de personas debieron abandonar sus hogares, debido a la orden de evacuación israelí en el norte del enclave costero. Cientos de miles de personas pasaron a engrosar los campamentos de refugiados de Naciones Unidas, donde se vive en condiciones de hacinamiento.
En el mundo se multiplican las movilizaciones para exigir el cese de esta acción genocida, un clamor que ha llegado incluso a los estadios de fútbol, como lo hizo la hinchada del Celtic de Escocia, desafiando las prohibiciones de la Uefa y las advertencias de la directiva del club.
Planteamos: cese inmediato de los bombardeos, no a la invasión de Gaza, por el derecho al retorno, abajo el Estado sionista, fuera el imperialismo de Medio Oriente. La perspectiva que defendemos es la de una Palestina única, laica y socialista.
Buen domingo.
Gustavo Montenegro
sábado, 28 de octubre de 2023
Faltante de combustibles y presión patronal para liberar precios
Tras los anuncios de YPF de aumentos en los combustibles, entre el 3 y 5%, asistimos a un nuevo capítulo de la presión de las patronales petroleras por imponer nuevos aumentos en el expendio de combustibles, con un desabastecimiento que empieza a hacerse sentir en las principales ciudades del país. Esto también ha dado lugar a la imposición de aumentos de las empresas privadas -Raizen (Shell) y Axion (PAE) y Puma (Trafigura)- que llegan hasta casi el 10% en provincias del interior como San Luis y Santiago del Estero.
Las patronales del sector alegan una distorsión en los precios locales minoristas, que se expresa en una mayor demanda sobre los surtidores –incluyendo al sector de logística con precios mayoristas actualmente más caros-, en relación a los precios internacionales, reclamando mayores subas y la liberalización de los precios regulados por el Estado.
Pero se trata de una formulación interesada del problema energético. Tanto YPF como el resto de las petroleras exportan el crudo producido a precios internacionales, alegando luego necesidades de importación para cubrir la demanda local, que hubiera estado satisfecha de garantizarse un orden prioritario.
Esto se debe a que mientras en el mercado local las petroleras deben liquidar su producido a 56 dólares por barril en el extranjero se pagan hasta 88 dólares, por lo que las petroleras pujan por renegociar los precios con las refinerías en el marco de las regulaciones oficiales.
No solo ocurre esto sino que el gobierno, además de un régimen cambiario especial para las exportaciones que reconoce un dólar más alto que el oficial, garantiza un 30% de la liquidación de las divisas a un valor similar al dólar paralelo: un sistema que prioriza las exportaciones por sobre el mercado nacional.
El desabastecimiento en los surtidores es, justamente, una manifestación de esas presiones, como lo es el desabastecimiento de alimentos cuando las patronales del sector pujan por mayores liberalizaciones de precios. Lo que nadie discute es cuál es el valor real de producción de las petroleras y refinerías, para poder determinar así el precio que más se ajuste a las necesidades de los trabajadores.
Además de lo mencionado, existe un conflicto por la liberación de dólares del Banco Central ha YPF y las privadas para costear la importación de combustibles, con cuatro buques a la espera de que se cancelen los pagos de la operación. Algo que frustra parcialmente los planes de ajuste fiscal del gobierno.
La propia YPF exporta parte del crudo producido en Neuquén a Chile, por medio del Oleoducto Trasandino (Otasa), cuando las necesidades nacionales no se encuentran cubiertas. La falta de combustible se extiende por diversa provincias y ciudades del país llegando incluso a CABA. En muchos casos se han impuesto “cupos” de venta de entre $7.000 y $8.000.
Las presiones para nuevos aumentos en noviembre amenazan con echar más leña al fuego de la inflación, trasladando la suba de los combustibles a toda la logística y cadena de valor de bienes y servicios.
Una política de este tipo, en orden al libreto del FMI, implicaría un mayor ataque a los bolsillos de los trabajadores, cuando de lo que se trata es de conocer los costos reales de producción con la apertura y control obrero de los libros de las petroleras y la nacionalización de la industria energética e hidrocarburífera en manos de los trabajadores.
Marcelo Mache
Nuevo récord de desplazados y refugiados en el mundo: ya son 114 millones
La ONU cifró en 114 millones –a finales de septiembre- el número de desplazados y refugiados en todo el mundo por la guerra, la violencia, la persecución y la violación de los derechos humanos. El cuadro es muchísimo peor al que imperaba en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Un retrato de la barbarie del régimen social capitalista.
Las estadísticas muestran que la situación de los refugiados se agravó. A finales de junio, eran 110 millones las personas desplazadas forzosamente a escala global, casi 2 millones más que a finales de 2022.
El informe del organismo, asimismo, señala que “más de la mitad de las personas que se ven obligadas a huir nunca cruzan una frontera internacional”. A la par, el número de refugiados reasentados aumentó.
La guerra en Ucrania es uno de los principales factores de intensificación de la crisis de refugiados. En junio, eran más de 6,3 millones los desplazados provenientes de Ucrania en todo el planeta.
Desde un punto de vista más general, en Europa la crisis de refugiados ha adquirido características brutales. Miles de personas mueren ahogadas en el mar mientras huyen de sus países, que han colapsado en todos los planos. Los gobiernos burgueses del Viejo Continente les niegan asistencia humanitaria y a menudo las expulsan.
Las masas desplazadas denuncian cómo las fuerzas policiales las agreden y les roban sus pertenencias antes de ser empujadas de vuelta al país del que huyen. En Grecia, Italia y Francia, muchas personas sufrieron empujones en el mar y en tierra (Médicos Sin Fronteras, 19/5). Por otro lado, una porción importante de las personas que ingresan a países quedan en situación de desposesión total; en Francia, Bélgica y Holanda, por ejemplo, muchos solicitantes de asilo están en la calle.
Asimismo, otra plétora de refugiados ingresa a los países de destino mutilados o lastimados, con fracturas y cortes producidos por las alambradas de los muros que las burguesías han construido (Polonia, Hungría, etc).
Los conflictos en el Congo y en Sudán, que al igual que el resto de los países africanos han sido devastados en buena medida por la intervención de las potencias europeas y la rapiña capitalista por sus recursos naturales; y en Myanmar, donde una dictadura capitalista sanguinaria de vínculos con China y Rusia y algunas potencias occidentales tomó el poder, han aportado lo suyo a esta situación calamitosa.
Casi un millón de congoleños y más de dos millones de sudaneses están refugiados en otros países del continente africano. A estos se suman los refugiados musulmanes rohingya, que viven en Myanmar, pero son sometidos a una opresión y explotación particulares (o incluso son asesinados) por su condición étnica.
A estos conflictos se suman las sequías, inundaciones y el descalabro social más general en Somalia, país que sigue padeciendo los estragos causados por una invasión imperialista que tuvo lugar en la década de 1990; y la crisis en Afganistán, destrozado por una intervención bélica impulsada por Estados Unidos y avalada por el imperialismo mundial.
El trabajo de la ONU no recoge datos del conflicto en Medio Oriente, que recrudeció con los ataques del gobierno terrorista y genocida de Israel contra la población palestina de Gaza. No obstante, el mismo organismo, por fuera del trabajo en sí, indicó que existen cerca de 30.000 desplazados internos que han regresado al norte de la Franja, zona que el criminal Netanyahu recomendó abandonar para luego bombardear el sur.
Son casi 6 millones los palestinos refugiados en todo el mundo, la mayoría descendientes de aquella generación de exiliados en 1948, año en el que se fundó el Estado de Israel. El sionismo tiene en carpeta avanzar en la invasión terrestre de Gaza, lo que agravará este estado de cosas.
Asimismo, el informe señala que los nacionales de países de América Latina y el Caribe registraron aproximadamente un tercio de todas las nuevas solicitudes individuales de asilo en todo el mundo. “La mayoría fueron registradas por venezolanos, cubanos, colombianos (Colombia, sin embargo, es también uno de los principales países de acogida), nicaragüenses y haitianos en Estados Unidos y México” (ONU, 25/10).
Otra vez, la descomposición social de la región producto de la intervención imperialista y de la crisis más general del capitalismo, produjeron en América Latina y Centroamérica este panorama (los yanquis, por ejemplo, impulsaron el establecimiento de regímenes dictatoriales). Entre Estados Unidos y México se ha erigido un muro y los gobiernos (tanto el de Biden como el de AMLO) reprimen a los trabajadores que intentan cruzar la frontera.
Terminemos con el capitalismo
La guerra, la bancarrota social, las rivalidades interétnicas, la depredación ambiental, todo esto provocado y alimentado por las burguesías del mundo, están en la base de este cuadro.
Los mismos gobiernos responsables de esta situación son aquellos que luego expulsan a los migrantes o los asesinan en represiones. Los países de la UE, por ejemplo, vienen reforzando las fronteras y criminalizando cada vez más a los migrantes.
Las deportaciones exprés, la construcción de muros y el aliento a la xenofobia son la norma. En 2022, más de 23.000 personas han sido interceptadas por guardacostas libios financiados por la UE y devueltas por la fuerza a Libia.
Reclamamos el derecho incondicional al asilo para todos los refugiados del mundo. Abajo la xenofobia y el racismo. Abajo la guerra imperialista. Abajo el Estado de Israel. Abajo todos los gobiernos capitalistas del mundo. Emancipemos a la humanidad de la lacra capitalista luchando por el socialismo.
Nazareno Suozzi
Para Milei “la política exterior del macrismo fue excelente” aunque haya sido un fiasco
Una mayor sumisión al imperialismo, además condenada al fracaso.
Este miércoles Javier Milei estuvo junto a Patricia Bullrich en una entrevista en el programa televisivo A 2 Voces, donde sostuvo que “la política exterior del macrismo fue excelente”. Así, el “libertario” continúa lavando su campaña “anticasta” frente al balotaje, borrando sus cuestionamientos al fracaso de la experiencia macrista, en la desesperación por traccionar los votos de Juntos por el Cambio. Esto deja al descubierto que sus planteos sobre el posicionamiento internacional de Argentina no solo son una mayor sumisión ante el imperialismo, sino que además están condenados al fracaso.
Que Milei haya elegido destacar la política exterior no es casual. Mauricio Macri asumió el poder prometiendo la apertura al mercado de capitales, una lluvia de inversiones y el acceso al crédito para la Argentina; muchos puntos de contacto con las propuestas de La Libertad Avanza. Lo que omite esta reivindicación tardía es que al final del mandato se fue con un país quebrado, habiendo repuesto el cepo cambiario, endeudado hasta la manija y maniatado a los acuerdos con el FMI. Una política de sometimiento al imperialismo yanqui que tuvo su continuidad con el Frente de Todos. Por lo demás, durante la presidencia de Macri los ingresos de capitales fueron a parar a la timba financiera, favoreciendo luego la fuga de capitales financiada con endeudamiento externo, con la contrapartida de inflación y sucesivas corridas cambiarias.
Una coincidencia discursiva importante es que el fundador del PRO también hizo campaña en su momento denunciando los acuerdos del kirchnerismo con China y prometiendo un viraje en el alineamiento internacional de Argentina. Pero al final se limitó en lo esencial a reafirmar los pactos de sus predecesores con el gigante asiático, a los que acusaba de falta de transparencia y de dificultar la competencia. Los mismos que cuestionaban que “a cambio de financiamiento barato de bancos estatales las empresas chinas, que también son casi todas del Estado, se adjudican obras sin licitación” y que eso implicaba el pago de sobrecostos, se dedicaron a renegociar y reactivar los créditos para la construcción de las represas de Santa Cruz y las centrales nucleares Atucha II y III, agrandando el endeudamiento.
A esto se debe sumar el swap que habían acordado los Kirchner con el Banco Popular de China para prestarle reservas al Banco Central, y que fue renovado por Macri. Hoy Massa usa los yuanes del swap para llegar a término con los vencimientos de deuda, y ya representan casi la mitad de las reservas del BCRA. Su utilización es a costa de activar intereses cuya magnitud se ocultan a la población con una cláusula de confidencialidad pero que superan el usurario del 7%.
Como trasfondo continúa el enorme déficit comercial con China, resultado de un intercambio basado en la venta de productos primarios, en primer lugar de soja para engordar los chanchos asiáticos, mientras en paralelo se importa maquinaria, material eléctrico, reactores nucleares, calderas y productos químicos. Un comercio ciertamente colonial, sostenido por los sucesivos gobiernos de todos los signos. Son malos antecedentes para un Milei que agita una ruptura de relaciones con China, para congraciarse con la guerra comercial que Estados Unidos declaró al gigante asiático.
Fue justamente por esa guerra comercial que la llamada apertura comercial que prometía Cambiemos fue un fiasco. Trump, a quien Macri saludaba como de su mismo palo, subió los aranceles a la importación de un montón de productos para proteger la industria yanqui, entre ellos muchos que afectaron directamente a la Argentina como fue el caso del acero, los biocombustibles o los limones. Esto importa porque Milei reivindica a Trump como emblema de la libertad, cuando este tuvo una política proteccionista y fraguó las expectativas de una mayor integración comercial con la potencia del norte, dejando a Macri y grandes industriales pedaleando en el aire.
En conclusión, la apertura comercial que pregonan Macri y Milei en Argentina es a medida del imperialismo norteamericano y su proteccionismo antichino, por lo que no constituye una vía de desarrollo sino que profundiza una integración semicolonial en el mercado mundial. No por eso deja de ser problemática, ya que pondría en jaque a un sector importante de la burguesía industrial criolla, que sobrevive gracias a las barreras arancelarias, sobre todo del Mercosur.
Ese bloque regional, en crisis, se suponía que a ser relanzado con el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea anunciado a todo trapo por Macri en 2019, pero que todavía está en un impasse precisamente por las condiciones que las potencias del viejo continente quieren imponer y serían un golpe a automotrices y laboratorios, entre otros sectores. Independientemente de que Massa oponga a los libertarios la defensa del Mercosur, este atraviesa una crisis que amenaza con desmembrarlo, porque no ha sido un camino de integración regional sino como mucho un paraguas para beneficios fiscales y comerciales para un puñado de pulpos locales y extranjeros, protegidos de sus competidores por aranceles externos comunes.
Igual que Macri, el proyanqui Massa también oscila en la guerra comercial tratando de quedar equidistante entre los dos bloques. Si bien se subordina al FMI y el gobierno norteamericano, también firma convenios con China, que ya no solo es el principal comprador de soja y carnes sino también casi el único financista. La integración de Argentina en el grupo de países de la Nueva Ruta de la Seda reproduce la estructura del saqueo actual (alimentos, minerales), y su balanza comercial deficitaria.
Al mismo tiempo, lo primero que hizo como ministro de Economía fue viajar a Estados Unidos para reunirse no solo con el directorio del FMI y funcionarios de Biden sino además con ejecutivos de multinacionales como Livent, la minera conocida por defraudar al fisco y fugar divisas de las exportaciones de litio. A su vez, los beneficios a los exportadores tiene como receptoras a petroleras yanquis como Chevrón en Vaca Muerta, o Cargill y Bunge en el complejo sojero.
La fallida licitación de la Hidrovía, que EEUU frenó para que no caiga en manos chinas, es una muestra del empantamiento que genera este equilibrio precario. La inserción semicolonial deja al país en una posición vulnerable, subordinada a ambas potencias en conflicto mientras se acrecienta la sangría de recursos.
Por lo demás, en cuanto al contenido político reaccionario de la diplomacia criolla no hay matices tan profundos. Un ejemplo contundente lo tenemos justo ahora, cuando tanto Milei y Massa como Macri salieron a defender al Estado de Israel cuando ejecuta en desgarrador genocidio contra el pueblo palestino. El respaldo al sionismo sí que es un consenso dentro de la clase capitalista.
Camila García
Iván Hirsch
Para Milei los reclamos de los trabajadores de televisión son “murmullo” que estorba
El candidato presidencial Javier Milei tuvo una particular respuesta en el marco de una entrevista televisiva donde reaccionó contra la medida de fuerza de los trabajadores de televisión, quejándose del “murmullo no convencional” y denigrando el reclamo de los trabajadores ante lo que él consideró “temas muy delicados” de su intervención económica. Milei puso de manifiesto al extremo su desprecio por las reivindicaciones y el pasar de los trabajadores, que se hicieron notar a pesar del maltrato libertario.
Esta situación tuvo lugar en el marco de una entrevista del conductor Esteban Trebucq, en el canal América 24, cuando se produjo una acción sorpresiva del Sindicato Argentino de Televisión (Satsaid), con abandono de tareas, en el cuadro de un conflicto con las patronales del sector tras el vencimiento de la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo.
Milei despreció profundamente el reclamo de los trabajadores tildándolo de ruido molesto, “murmullo”, “bullicio” y de gente que “habla demasiado”, con el propósito de enfocarse en los temas que a él le importan: una exteriorización de lo que el candidato “liberal” piensa de los problemas de los trabajadores y su lugar en un eventual gobierno propio.
Las y los trabajadores del Satsaid retomaron medidas de acción ante la intransigencia de las cámaras patronales ATA y Capit, con paros en canales abiertos, productoras y señales de todo el país, con el objetivo de cerrar la revisión salarial de agosto y septiembre e iniciar las negociaciones de octubre.
Desde el gremio reclaman una recomposición salarial del “20% para agosto y un adicional para el mes de septiembre del 13% sobre el 12% ya acordado, lo que da un total de 25% de aumento sobre todos los conceptos salariales remunerativos y no remunerativos vigente a septiembre 2022, consolidando de este modo un incremento anual del 137%, más una suma fija de $57.000. En tanto, para la paritaria 2023-2024, se pidió una suma fija de $105.000, con 15% de aumento en septiembre 2023 que incluya el 137% del periodo antes mencionado”, según difundieron desde Satsaid.
El conflicto de las y los trabajadores de televisión no solo impactó en la entrevista de Javier Milei sino que tuvo su expresión en el Bailando 2023 que conduce Marcelo Tinelli, con una movilización a las puertas del canal y una intervención de los trabajadores al final del programa
Por si la reacción de Milei podría sembrar alguna duda –a pesar de que al final del programa volvió a quejarse de los murmullos en pleno conocimiento de la acción gremial- la candidata a ministra de Capital Humano bajo un eventual gobierno de La Libertad Avanza, Sandra Pettovello, presente en el set de la entrevista, volvió a cargar las tintas contra los trabajadores, asemejándolos a un “obstáculo” y reiterando el concepto de “murmullo constante”.
Para La Libertad Avanza está claro que los reclamos, reivindicaciones y los problemas de los trabajadores no son más que un ruido molesto de fondo en medio de su plan económico de ofensiva y ajuste contra los trabajadores y sus derechos. Es difícil ver cómo los trabajadores jugarían algún rol en un gobierno “libertario” cuando lo que sus dirigentes expresan son quejas ante las voces obreras.
Marcelo Mache
La trampa del balotaje
El triunfo logrado por Massa lo convierte en el favorito con altas chances de transformarse en el próximo presidente. En cambio, la derrota sufrida por Milei coloca un gran signo de interrogación sobre su capacidad no solo ya de revertir una derrota, sino de homogeneizar a su propia fuerza política.
El círculo rojo
Una mirada retrospectiva de lo sucedido en las últimas semanas, sin embargo, debería al menos moderar la sorpresa sobre el resultado electoral. Sucede que durante todo ese lapso, el “plan de lucha” de la mayor parte de la clase capitalista contra la candidatura de Milei fue en ascenso. Las distintas asociaciones de los bancos, por ejemplo, emitieron un pronunciamiento cuestionando el llamado de Milei a desarmar los plazos fijos para acelerar la dolarización de las carteras. Su ataque a la “bomba de las leliq” fue denunciado ante los ahorristas como un intento de avanzar en una confiscación de los depósitos, al estilo “plan Bonex”. El rechazo a la dolarización fue otro punto central, que alcanzó incluso al FMI y a la prensa financiera internacional. Para la burguesía nacional, especialmente, se trataba de una cuestión de vida o muerte. Detrás del sambenito de la “soberanía monetaria” está la posibilidad de desvalorizar los salarios mediante devaluaciones del peso. El capital agrario, que a priori podría beneficiarse con una dolarización, se puso en guardia ante la posible ruptura de relaciones con China planteada por Milei. El líder libertario también había planteado sepultar el Mercosur, afectando a buena parte del entramado industrial que orbita en torno de los grandes monopolios europeos y yanquis asentados en Brasil y Argentina, empezando por los vinculados con la industria automotriz. La amenaza sobre el Mercosur movilizó también a Lula y a la burguesía paulista, que pasó a jugar un papel central en la campaña de Massa. La prensa informó con lujo de detalles cómo Lula aportó sus expertos en campañas electorales para el candidato de Unión por la Patria y que logró también el apoyo directo de Biden, advertido de los vínculos entre Milei y Trump.
La mayor parte del “círculo rojo” que se movilizó contra Milei había puesto sus huevos en la canasta de Juntos por el Cambio. Pero ante el declive irreversible de la candidatura de Patricia Bullrich, el gran beneficiado terminó siendo Sergio Massa, un candidato con fuertes lazos con ese “círculo rojo” y con las distintas alas del imperialismo norteamericano. Fue pensando en este escenario que en su momento Cristina Fernández de Kirchner volteó la candidatura de su pollo “Wado” de Pedro para encumbrar a Massa como el candidato de todo el peronismo. El razonamiento podría resumirse del siguiente modo: para combatir a la derecha nada mejor que poner un candidato de derecha. Sobre todo, en momento de una quiebra económica de fondo, que llevará a quien asuma el 10 de diciembre en la Casa Rosada a descargar un brutal ataque sobre las espaldas de los trabajadores.
El “plan de lucha” de los grandes empresarios creó el clima político para desplazar a una parte importante de la opinión pública contra Milei. Jugados como estaban en la tarea, reaccionarios de toda laya llegaron a cuestionar al “libertario” por estar en contra de la educación y la salud pública, cuando siempre ellos mismos han sido sus peores enemigos. O empresarios planteando que había que defender los puestos de trabajo, cuando son los que suelen despedir sin misericordia ante el menor revés de sus negocios. El pueblo trabajador, a su vez, lo entendió a su modo. Vio en Milei un peligro a sus condiciones de vida y conquistas logradas con años de lucha, bloqueando el crecimiento que sus chances de ganar en primera vuelta. Una parte de esos votantes, incluso, decidió votar a Massa para evitar un triunfo de Milei, sin depositar la menor ilusión en el actual ministro de Economía, que quiso borrar su imagen de ajustador serial otorgando algunas concesiones mínimas a los trabajadores, que salvo la eliminación de Ganancias sobre el salario, serán borradas rápidamente por la inflación.
Unidad nacional
El candidato de Unión por la Patria buscó explotar conscientemente el choque entre el “círculo rojo” y Milei. Pícaro como es, llegó incluso a realizar un acto junto con Eduardo Eurnekián, el antiguo mecenas del “libertario”. Para tratar de despejar fantasmas populistas, formuló como línea estratégica el llamado a un gobierno de unidad nacional. Explicitó que su llamado era a la UCR de Gerardo Morales y compañía, e incluso a los peronistas del PRO, empezando por su viejo amigo Horacio Rodríguez Larreta. Insistiendo en esa melodía, afirmó ni bien se conocieron los resultados que la “grieta se acabó”, repitiendo el llamado a los dirigentes radicales y del PRO a participar de su eventual gobierno.
Antes que Massa, el llamado a formar un gobierno de “unidad nacional” fue realizado por el embajador yanqui en la Argentina en una reunión con todos los candidatos, en un tono que incluso rayó la exigencia. La mentada “unidad nacional” en su versión no era para romper con el FMI, sino para reunir el capital político que permitiera aplicar hasta el final su política contrarrevolucionaria en materia laboral, previsional y de los derechos conquistados por los trabajadores. Esta orientación fue aplaudida por la burocracia sindical, jugada hasta el final por la candidatura de Massa, y también por el Vaticano, que movilizó al aparato clerical, empezando por los curas villeros, para hacer campaña contra Milei y sugerir el voto a Sergio Massa.
Para intentar superar las resistencias internas a un cogobierno con los Gerardo Morales, Larreta y Pichetto, los estrategas de la campaña de Sergio Massa lanzaron la especie que el balotaje del 19 de noviembre es una lucha entre “democracia y fascismo”. Se valen para ello de los rasgos definitivamente fascistizantes de Milei y su grupo, poblados de defensores de la dictadura militar y con lazos directos con la derecha internacional de tipo Trump, Bolsonaro o Vox. Pero los rasgos fascistas de Milei no alcanzan para constituir un movimiento fascista real, capaz de realizar una movilización reaccionaria de parte de la población contra los trabajadores que luchan y sus organizaciones. Su planteo de alteración del régimen político en favor de una “democracia de infantería”, basada en el rescate de la dictadura para dotar de otro rol a las fuerzas armadas y de seguridad, es un propósito, un objetivo que necesitaría reunir capital político. Por eso apeló al pacto con Barrionuevo (y Ansaloni de Uatre, diputado electo) para tener, él también, elementos de contención en la aplicación de los planes de motosierra. El massismo, por otro lado, lleva adelante una política muy dura de criminalización de la protesta, como lo muestra la ofensiva contra los luchadores populares en Chubut, Salta, o en la Jujuy de Gerardo Morales que Massa aspira a cooptar. Detrás de la campaña de “democracia o fascismo” no hay solo una manipulación histórica; hay por sobre todo un chantaje para la propia base social de Unión por la Patria para que acepten un gobierno con la derecha de la UCR y Juntos por el Cambio. No olvidemos, además, que el propio Kicillof mantuvo hasta el final a Berni como su ministro más estable, ahora consagrado senador del peronismo bonaerense.
Lo que viene
La campaña hacia el balotaje comienza fortaleciendo el reagrupamiento de la clase capitalista detrás de la candidatura de Massa y con un declive acentuado de Javier Milei. Los sectores que apostaron a Patricia Bullrich deberán barajar y dar de nuevo. Su opción es tratar de incidir en un futuro gobierno de Massa o pasarse con armas y bagajes a Javier Milei. Por lo pronto, la poderosa Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) ya decidió abrir negociaciones con el candidato de Unión por la Patria. Lo más probable es que este sea el camino que tome la inmensa mayoría de los sectores capitalistas. Las declaraciones de sectores de la UCR y de Larreta contra el apoyo a cualquiera de los candidatos marcan que esa parece ser la dirección adoptada. Y la prescindencia de Carrió es, objetivamente, un intento de veto a Milei para desligarse de la inclinación pro-Milei de Bullrich y Macri. Con la declaración de apoyo de estos últimos a Milei, Juntos por el Cambio e incluso el PRO consuman su ruptura.
El gran problema que enfrenta Massa no es la candidatura de Milei sino la envergadura de la bancarrota económica y de la crisis social sin precedentes, que se manifiesta en una pobreza superior al 40%. El ministro-candidato apuesta a postergar las exigencias de una gran devaluación para después de las elecciones, apelando para ello al uso del dinero aportado por China para cumplir los vencimientos con el FMI. Para reunir algo más de dólares, anunció también que todos los exportadores podrán ingresar un tercio de sus ventas al exterior al tipo de cambio del contado con liquidación, que hoy ronda los 529 pesos, por encima de los 500 que reclama Melconian. Es decir que busca evitar la megadevaluación que indica la brecha cambiaria… devaluando.
Más allá de la posibilidad de surfear la crisis hasta el balotaje, lo que está fuera de dudas es que Argentina afronta una bancarrota económica de fondo que los capitalistas reclaman descargar sobre las espaldas de los trabajadores mediante devaluaciones, rebajas salariales y reformas estructurales que terminen con conquistas históricas de la clase obrera. El gobierno de “unidad nacional” apunta a reunir el capital político para llevar adelante esa tarea.
En este cuadro, el balotaje aparece como una trampa ante el pueblo trabajador. Ambas candidaturas, de diferente manera, se caracterizan por encarnar intereses opuestos a las mayorías populares. El Partido Obrero, que no apoya políticamente a ninguno de los candidatos, debatirá en una próxima conferencia su posición frente al balotaje. Sobre la base de estos elementos, plenarios de militantes en todo el país y una conferencia de delegados partidarios electos debatirá la posición ante la nueva votación del 19 de noviembre.
El Frente de Izquierda, que no ha podido superar su carácter minoritario, debe jugarse por entero a esta tarea. La superación de la condición minoritaria solo será posible gracias a la conquista de miles de trabajadores y explotados que serán conmovidos por los acontecimientos que se avecinan.
Gabriel Solano
jueves, 26 de octubre de 2023
Se diseña el operativo internacional de la invasión terrestre de Gaza
Mientras el secretario general de Naciones Unidas denunciaba que el pueblo de la Franja de Gaza transita un “sufrimiento épico” (The Guardian, 24/10), los raids aéreos de las fuerzas armadas israelíes provocaron ayer mismo la muerte de 700 personas, en su mayoría niños y adolescentes, superando la matanza del martes 17, cuando bombardeó el hospital de Gaza. (De paso se verificó que el video que adjudicó a un ´error´ de Hamas esa tragedia resultó falso – ver Delfina Corti en chequeado.com, 24/10.)
La tardía denuncia del secretario general de Naciones Unidas desató la ira sionista y el gobierno de Israel reclamó su renuncia. Provocó una crisis internacional: EE.UU. se opone al reclamo del ´cese del fuego´ que reclamó Antonio Guterres. Mientras tanto, el ejército sionista se apresta a iniciar la invasión terrestre (Haaretz, 23/10).
Implosión sionista
Más de 300 mil efectivos y miles de tanques están frente a la frontera de Gaza. Según el periodista Amos Harel, tras el “angustioso juego de espera antes de la ofensiva terrestre se exacerba la crisis de confianza entre el gobierno y el ejército y dentro del propio gobierno”. Un ala del establishment sionista buscaría ´bombardear´ ahora las gestiones ´humanitarias´, como las que viene llevando adelante Qatar, con el respaldo de Estados Unidos, para que Hamas libere a unos 50 rehenes que tienen ciudadanía extranjera (íd., 24/10). Ese sector sería partidario de lanzar cuanto antes la invasión.
La variante alternativa sería continuar bombardeando la ´baja Gaza´, en otras palabras, los túneles subterráneos construidos por Hamás, antes de una incursión terrestre. Israel sabe bien que todas sus campañas terrestres en Cisjordania, la Franja de Gaza y el sur del Líbano en las últimas décadas llegaron a un punto de estancamiento. Pero eso no sería óbice para que una vez más lo intente y las masacres de Sabra y Shatila, de 1982 quedarían como un pálido reflejo de lo que ocurriría ahora.
Plan Smotrich o un Leningrado sionista
Mientras tanto en Israel “el comisionado de policía declaró la guerra a los palestinos israelíes al ordenar a sus subordinados impedir por la fuerza las protestas contra la guerra en Gaza … propuso deportar a los manifestantes a Gaza. Es probable que expresar dolor por la muerte de niños en la Franja no sólo te garantice un lugar en uno de los autobuses del comisario de policía (camino a Gaza). También provocará que te suspendan del trabajo o de la universidad, como le ha sucedido a decenas de personas en las últimas dos semanas. Y ese no es el peor escenario, porque la compasión por los niños de Gaza también podría terminar en un intento de linchamiento por parte de una turba fascista, como le ocurrió al periodista Israel Frey” (Michael Sfard, Haaretz, 23/10).
Frey es un periodista israelí que hizo público a través de un video, que 22 colegas palestinos han sido asesinados en Gaza pen los primeros 13 días desde que Israel lanzó su barbarie.
El cerco de Gaza se parece cada vez más al cerco de los nazis sobre Leningrado durante la Segunda Guerra mundial. Mientras tanto los bombardeos indiscriminados ya están cumpliendo una función demoledora equivalente, destruyendo toda infraestructura civil y segando la vida de miles de palestinos. Gaza está siendo reducida a escombros.
“Israel corre hacia el abismo moral”
“Un informe de la ONU publicado el domingo señala que al menos el 30 por ciento de todas las unidades de vivienda en la Franja de Gaza fueron destruidas o dañadas desde el inicio de las hostilidades”.
Ese mismo día “el número de heridos ascendía al menos a 13.000 (…) algunos de ellos se encuentran en hospitales, donde, según los informes, los cirujanos se ven obligados a operar con las linternas de sus teléfonos móviles porque no hay electricidad. Las clínicas y hospitales que aún funcionan también albergan a miles de personas desarraigadas que buscan refugio y un mínimo de seguridad. La Organización Mundial de la Salud ha documentado 62 ataques contra instituciones de atención médica: 29 estructuras de este tipo fueron alcanzadas y dañadas, incluidos 19 hospitales, y 23 ambulancias fueron atacadas, indica el mismo informe de la ONU” (Amira Hass, 23/10).
“En Gaza, Israel corre hacia el abismo moral” dice el citado Sfard. Pero no es sólo Gaza. El gobierno de ultraderecha y los colonos “nos ha arrastrado hacia un infierno. Israel hoy es un país y una sociedad donde los llamados a borrar Gaza no son exclusivos de personas patéticas y marginales (…) Es un país donde los legisladores del partido gobernante están pidiendo abierta y desvergonzadamente una ´segunda Nakba´, donde el ministro de Defensa ordena negar agua, alimentos y combustible a millones de civiles, un país cuyo presidente, Isaac Herzog, el rostro moderado de Israel, dice que todos los habitantes de Gaza son responsables” (23/10).
Netanyahu y los colonos fascistizantes van bien lejos: “La persecución macartista de Israel contra sus propios ciudadanos ha comenzado”, tituló Haaretz en un editorial (18/10). “Decenas de israelíes, la abrumadora mayoría de ellos árabes, fueron detenidos y arrestados desde la semana pasada por lo que dijeron sobre la guerra en Gaza. Cuarenta personas fueron arrestadas y más fueron interrogadas y advertidas” (íd.).Ha comenzado, además, una discriminación en masa contra los judíos israelíes que contraten palestinos: “La municipalidad de Rehovot, por ejemplo, exigió que la industria de construcción de la ciudad firmara una declaración de que no tiene trabajadores árabes en sus obras” (Hadar Horesh, The Marker Hebrew).
Al Jazeera denuncia que los sionistas amenazan con cerrar la oficina que posee en Israel, lo que en el Medio Oriente sólo han hecho Arabia Saudita, Egipto e Irak (Sheren Falah Saab, 23/10).
Por las potencias involucradas, por la disposición de fuerzas militares en el terreno, por lo que se ha puesto juego para el imprerialismo (el destino del estado sionista), se va formando en la región un segundo frente de una guerra de alcance internacional. La guerra guerillera del pueblo palestino ha desatado una honda movilización mundial.
Norberto Malaj
25/10/2023
Israel no puede encarcelar a dos millones de habitantes de Gaza sin pagar un precio cruel
Arrestaremos, mataremos, acosaremos, desposeeremos y protegeremos a los colonos ocupados con sus pogromos. Visitaremos la Tumba de José, la Tumba de Otoniel y el Altar de Josué en los territorios palestinos y, por supuesto, el Monte del Templo: más de 5.000 judíos sólo en Sucot.
Dispararemos contra personas inocentes, les sacaremos los ojos y les destrozaremos la cara, expulsaremos, confiscaremos, robaremos, sacaremos a la gente de sus camas, llevaremos a cabo una limpieza étnica y, por supuesto, continuaremos con el increíble asedio de la Franja de Gaza, y todo saldrá bien. Está bien.
Construiremos un obstáculo aterrador alrededor de Gaza (solo el muro subterráneo costó 3.000 millones de shekels: 765 millones de dólares) y estaremos a salvo. Confiaremos en los genios de la unidad de ciber-inteligencia 8200 del ejército y en los agentes del servicio de seguridad Shin Bet que lo saben todo. Nos avisarán a tiempo.
Transferiremos medio ejército de la frontera de Gaza a la frontera de Hawara en Cisjordania, sólo para proteger al legislador de extrema derecha Zvi Sukkot y a los colonos. Y todo estará bien, tanto en Hawara como en el cruce de Erez hacia Gaza.
Resulta que incluso el obstáculo más sofisticado y costoso del mundo puede superarse con una vieja y humeante excavadora cuando la motivación es grande. Esta arrogante barrera se puede cruzar en bicicleta y ciclomotor a pesar de los miles de millones invertidos en ella y de todos los famosos expertos y contratistas gordos.
Los palestinos de Gaza están dispuestos a pagar cualquier precio por un momento de libertad. ¿Aprenderá Israel la lección? No.
Pensamos que continuaríamos yendo a Gaza, esparciendo unas cuantas migajas en forma de decenas de miles de permisos de trabajo israelíes –siempre condicionados al buen comportamiento– y aun manteniéndolos en prisión. Haremos las paces con Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos y los palestinos serán olvidados hasta que sean borrados, como les gustaría a bastantes israelíes.
Seguiremos reteniendo a miles de prisioneros palestinos, a veces sin juicio, la mayoría de ellos prisioneros políticos. Y no aceptaremos discutir su liberación incluso después de que hayan estado en prisión durante décadas.
Les diremos que sólo por la fuerza sus prisioneros verán la libertad. Pensamos que seguiríamos rechazando con arrogancia cualquier intento de solución diplomática, sólo porque no queremos ocuparnos de todo eso, y todo seguiría así para siempre.
Una vez más quedó demostrado que las cosas no son así. Unos cientos de palestinos armados traspasaron la barrera e invadieron Israel de una manera que ningún israelí imaginó que fuera posible. Unos cientos de personas demostraron que es imposible encarcelar a 2 millones de personas para siempre sin pagar un precio cruel.
Así como la vieja y humeante topadora palestina atravesó el sábado la barrera más inteligente del mundo, destrozó la arrogancia y la complacencia de Israel. Y así es también como desbarató la idea de que basta con atacar ocasionalmente Gaza con drones suicidas –y venderlos a medio mundo– para mantener la seguridad.
El sábado, Israel vio imágenes que nunca antes había visto. Vehículos palestinos patrullando sus ciudades, ciclistas entrando por las puertas de Gaza. Estas imágenes desgarran esa arrogancia. Los palestinos de Gaza han decidido que están dispuestos a pagar cualquier precio por un momento de libertad. ¿Hay alguna esperanza en eso? No. ¿Aprenderá Israel la lección? No.
El sábado ya hablaban de aniquilar barrios enteros de Gaza, de ocupar la Franja y de castigar a Gaza “como nunca antes se había castigado”. Pero Israel no ha dejado de castigar a Gaza desde 1948, ni por un momento.
Después de 75 años de abusos, le espera una vez más el peor escenario posible. Las amenazas de “aplanar Gaza” sólo prueban una cosa: no hemos aprendido nada. La arrogancia llegó para quedarse, aunque Israel esté pagando un alto precio una vez más. El primer ministro Benjamín Netanyahu tiene una gran responsabilidad por lo sucedido y debe pagar el precio, pero esto no comenzó con él y no terminará después de su partida. Ahora tenemos que llorar amargamente por las víctimas israelíes, pero también deberíamos llorar por Gaza.
Gaza, la mayoría de cuyos residentes son refugiados creados por Israel. Gaza, que nunca ha conocido un solo día de libertad.
Gedeón Levy
25/10/2023
miércoles, 25 de octubre de 2023
martes, 24 de octubre de 2023
Gracias al dólar soja se importan más porotos de los que se exportan
El poroto de soja es el principal producto de importación.
Contradictoriamente, el dólar soja generó que, durante el mes de septiembre, la importación de porotos triplicara a la exportación. Los pulpos agroexportadores aprovecharon el beneficio del gobierno para especular con la brecha cambiaria, a expensas del Banco Central.
Según el informe de Intercambio comercial del Indec, en septiembre 2023 se exportaron porotos de soja por U$S 110 millones, mientras que la importación de los mismos -proveniente de Paraguay, Bolivia y Brasil- fue de U$S 339 millones en dicho mes (+151,1% interanual), convirtiéndose en el principal producto de importación.
Por un lado, los monopolios cerealeros -como Cofco, Cargill, Bunge y ADM- se beneficiaron exportando la oleaginosa a un dólar preferencial. A su vez, hicieron la diferencia importando porotos de soja de los países limítrofes al tipo de cambio oficial. Cabe destacar que no compraron del exterior porque hubiera desabastecimiento en el mercado interno -ya que a fines de septiembre los productores locales aún conservaban en su poder 3,9 millones de toneladas de soja-, sino para sacar provecho de la brecha cambiaria, en detrimento de las reservas del BCRA. A pesar de ello, la autoridad monetaria les permitió acceder al mercado único de cambios, avalando la maniobra.
Así las cosas, de cada 10 dólares liquidados por el complejo sojero durante septiembre (contabilizando porotos y subproductos), cuatro fueron destinaron a la importación. Como vemos, de poco sirvió la implementación del dólar soja a los fines de incrementar la recaudación de divisas. Sí provocó perjuicios al bolsillo popular, ya que la medida tuvo como correlato una fuerte emisión inflacionaria e impactó en el precio de los alimentos.
Si bien quedó demostrado que otorgar incentivos al capital no soluciona la crisis de reservas, Massa acaba de anunciar un nuevo tipo de cambio diferencial para todas las exportaciones durante treinta días, lo cual recalentará la inflación en ascenso y estimulará nuevos negocios con la brecha cambiaria como el mencionado anteriormente.
La única salida a la bancarrota actual implica poner fin a la fuga de capitales y planificar la relación de Argentina con el extranjero, mediante la nacionalización bajo control obrero de la banca y el comercio exterior, el repudio de la deuda externa usuraria y la ruptura con el FMI.
Sofía Hart
Abajo los bombardeos en Gaza y el ataque genocida del Estado de Israel
Los ataques de Israel contra la Franja de Gaza han dejado, al día de hoy, 5.087 palestinos muertos, de los cuales más de 2 mil son niños, según cifras de la agencia de noticias Wafa. El viernes 20, miles de personas se movilizaron en Cisjordania y los países árabes para denunciar esta masacre.
Si bien el cruce de Rafah, en la frontera con Egipto, fue reabierto este fin de semana para permitir el ingreso de una veintena de camiones con ayuda humanitaria (medicamentos, agua y comida), el Ministerio de Salud de la Franja alertó que apenas representa el 3% de lo que ingresaba diariamente antes del bloqueo total impuesto por Tel Aviv. Además, Israel vetó el ingreso de combustibles, fundamentales para restablecer el suministro eléctrico, y no quiere que la ayuda llegue al norte de la Franja, bajo el pretexto de que eso podría favorecer a Hamas, la fuerza que encabezó el ataque en territorio israelí.
En estas condiciones, la Franja continúa hundida en una catástrofe humanitaria. Más de un millón de personas debieron abandonar sus hogares, debido a la orden de evacuación israelí y los bombardeos constantes. El ataque aéreo israelí contra el hospital Al-Ahli, que dejó casi 500 muertos, es uno de los capítulos más negros del ataque genocida que está en curso.
El presidente norteamericano Joe Biden arribó a Tel Aviv la semana pasada para dar su respaldo a Israel, e incluso promueve la aprobación de un paquete de ayuda militar para el ejército sionista en el Congreso estadounidense. La Unión Europea (UE) también está alineada con el régimen israelí.
En un intento por controlar las consecuencias más explosivas de la agresión sionista, que podría conducir a una insurrección generalizada del pueblo palestino y a una guerra regional indeseada para el imperialismo, con la frontera siria-libanesa de Israel como un segundo teatro de operaciones, Biden intercedió para lograr una flexibilización del bloqueo sobre Gaza. A la par, según Times of Israel, la Casa Blanca habría pedido a Tel Aviv que aún no lance su incursión terrestre, para no entorpecer las negociaciones en curso con Hamas –aparentemente con la mediación de Qatar- para la liberación de rehenes. El fin de semana, la milicia islámica liberó a dos prisioneros estadounidenses. En total, quedarían unos 200.
El mandatario estadounidense buscó, además, reunirse con la Autoridad Palestina y Jordania, pero el ataque al hospital Al-Ahli forzó a estos gobiernos a suspender el encuentro. En paralelo, Jordania y Egipto dijeron que no están dispuestos a hacerse cargo de un desplazamiento masivo de la población gazatí a sus territorios. En Jordania, ya viven más de dos millones de personas que fueron expulsadas por la política de colonización territorial sionista, semejante a un Pac-Man que ha ido acorralando y confinando a las masas palestinas.
No deben mover a confusión estos movimientos de Biden: mientras finge preocupación por la población civil, Washington facilita el armamento que llueve sobre el pueblo de Gaza. El diario argentino La Nación informa este 23 de octubre que “unas 1.000 bombas de pequeño diámetro, que pesan unos 250 kilos cada una y utilizan un sistema de navegación GPS para atacar objetivos” fueron facilitadas por Estados Unidos a Tel Aviv desde el inicio de las operaciones de Hamas.
Mientras Israel sigue apostando tropas en la frontera con Gaza, en la perspectiva de una invasión, en el mundo se multiplican las manifestaciones de solidaridad con el pueblo palestino. Grupos antisionistas de la comunidad judía, inclusive, irrumpieron en el Capitolio estadounidense para cuestionar el asedio de Gaza y el apartheid contra el pueblo palestino. En países como Francia y Alemania, estas marchas desafiaron las prohibiciones instrumentadas por sus Estados.
En Cisjordania, donde hay cotidianamente manifestaciones contra los ocupantes, las fuerzas israelíes y bandas de colonos armados asesinaron a casi cien personas. Como parte de la escalada, Israel efectuó también este fin de semana un bombardeo sobre territorio cisjordano por primera vez desde la segunda intifada (2000-2005), dejando dos muertos en la mezquita de Jenín.
El sionismo ha emprendido una feroz campaña de propaganda para atacar todas las voces de solidaridad con la causa palestina, y se registraron múltiples amenazas contra referentes políticos, como Gabriel Solano y Vanina Biasi, del Partido Obrero y el Frente de Izquierda – Unidad.
La propaganda sionista omite deliberadamente un debate sobre las raíces del conflicto, porque quedaría en claro que se corresponden con la expulsión masiva de los palestinos de sus tierras para la formación del Estado de Israel, en 1948, como Estado gendarme del imperialismo en la región. Desde ese momento, el sionismo continuó su política de agresión y anexión territorial, sumando vastas áreas de Cisjordania, Jerusalén Este, los Altos del Golán y Gaza. En el caso del enclave costero, Israel se retiró en 2005, pero desde 2007 impuso un feroz bloqueo terrestre y marítimo que transformó el lugar en una “prisión a cielo abierto”.
¡Cese de los bombardeos a Gaza! No a la invasión y al bloqueo. Abajo el Estado sionista. Por una Palestina única, laica y socialista, como parte de una federación socialista de pueblos de Medio Oriente.
Gustavo Montenegro
lunes, 23 de octubre de 2023
Massa pasó a finales
Para los llamados medios hegemónicos habría triunfado “la campaña del miedo”. Se refieren de este modo a la dolarización monetaria propuesta por Milei. Lo curioso del caso es que esos medios fueron los que más dieron cabida a la denuncia de la dolarización, que presentaron como un callejón sin salida estratégico y explosivo en la inmediato. Antes de ganar en primera vuelta, Massa se había ganado el apoyo de la burguesía argentina. En la víspera de los comicios, las tres centrales de bancos -ABA, ADEBA y ABRAPA- hicieron público un planteo que atacaba el “desarme” de las Leliq, como planteaban Milei y Bullrich, o sea una licuación violenta de su valor en dólares o un plan Bonex, que difiriera la devolución de los depósitos en pesos. Esta licuación violenta era parte fundamental del programa de Milei y, hasta cierto punto, de Bullrich. En abril del presente año, los banqueros de ADEBA chocaron abiertamente con Bullrich por la negativa a asegurarles que no habría una reestructuración unilateral de las Leliq y de la deuda en pesos con el Tesoro. JxC buscó moderar esa posición con la designación de Melconian, sólo para dejar expuesto el nivel de la confrontación. Los vaivenes de Macri entre Milei y Bullrich responden a esta cuestión de fondo.
Más cercano en el tiempo -la semana pasada -, el asesor de Milei, Darío Epstein, chocó con los popes de la Unión Industrial cuando los emplazó a prepararse para una apertura de la economía al comercio y a la inversión extranjera en el lapso de año y medio o dos. Los planteos de Milei contra el Mercosur y su oposición a la alineación de Argentina con los BRICS abroquelaron a la burguesía nacional en una disputa estratégica. Eduardo Eurnekian, padrino de Milei, lo repudió cuando su ahijado atacó el comercio con China y la afiliación al conglomerado que encabeza China.
Este choque estratégico moldeó la primera vuelta electoral. La “campaña del miedo” fue la forma agitativa que adoptó la lucha política de la gran banca y de la gran industria contra la dolarización y contra la llamada ‘apertura’. En Brasil ocurre lo mismo, cuando se ve la oposición del gobierno Lula-Alckmin a entregar el mercado de obras y servicios públicos al capital internacional, como lo reclama la Unión Europea para firmar un tratado de libre comercio. El apoyo a Massa de la burguesía argentina, considerada en su conjunto, con sus propios vínculos y conexiones con el capital internacional, explica que la abolición de la cuarta categoría de ganancias, el descuento del IVA en alimentos, la extensión de los bonos a categorías de jubilados que se encuentran por encima de la mínima y varias otras, no provocaran el rechazo público de las entidades patronales; varias industrias insinuaron, incluso, un adelanto del pago del medio aguinaldo. Clarín y La Nación, enfrentados al kirchnerismo y a Massa por el espacio de las comunicaciones y el 5G, ahora lamen sus heridas. Las elecciones del domingo y el ballotage han sido el hilo conductor de una lucha defensiva de la burguesía nativa contra las pretensiones que considera ‘excesivas’ o ‘extorsivas’ del capital financiero internacional, como sería el caso de la dolarización o de la llamada “competencia entre monedas” (la circulación legal de las divisas extranjeras). La agudización de la crisis económica y las tendencias declaradas a una hiperinflación no hacen más que agudizar este choque de fuerzas. La crisis, en definitiva, no es sino el terreno donde se produce la mayor redistribución de patrimonio y de capital en la clase capitalista.
La victoria de Massa representa igualmente un nuevo desarrollo político. Massa saltó al ministerio de Economía con el único propósito de convertirse en candidato de la coalición peronista. Dio ese salto ante el vacío de poder creado por la crisis política de los Fernández. Lo hizo, asimismo, ante la presión de la misma crisis para montar un sistema de arbitraje entre la burguesía y las masas y entre la misma burguesía. La disposición de Massa para tomar la conducción de la crisis partía del entendimiento de que no llegaría nunca a organizar una candidatura competitiva por medio de los vericuetos burocráticos del PJ o institucionales. Cuando CFK lo quiso sustituir por De Pedro, Massa le planteó la amenaza de un gobierno que se iba a ir en helicóptero. Sergio Massa ha construido un bonapartismo (arbitraje político) muy original, desde una posición extraña, cabalgando una situación de default internacional y nacional y agravándola en el camino. Los intereses en disputa van a reorganizar su política con vistas al ballotage. El interrogante es si están dispuestos a utilizar sus recursos para precipitar una corrida cambiaria y bancaria.
El desafío de Massa es convencer a la burguesía de desplazar un golpe de mercado por un golpe económico organizado por el Estado. La ‘estabilización’ capitalista pasa por una gran devaluación del peso, aunque el plan oficial sea seguir con ajustes cambiarios mensuales a la espera del ingreso de divisas de la próxima cosecha. Cualquiera sea el monto, el ingreso de divisas por medio de las exportaciones se evaporará para pagar deudas, comerciales y financieras, e importaciones. El sector agroexportador exige una devaluación para cumplir con lo que el massismo espera. Las contradicciones del proceso económico son insalvables. El espectro de Milei ha sido usado por los capitalistas para imponer una agenda de ‘reformas estructurales’, que afecta fuertemente los derechos laborales y previsionales. El proceso económico es un canal de comunicación entre los distintos sectores capitalistas, no es solamente un campo de disputas.
La posibilidad de que la Unión Patriótica haya alcanzado una suerte de quórum en el Congreso condiciona la campaña de Milei para el ballotage, porque su victoria sería vista como más disruptiva para el sistema que en el pasado. En el caso de Massa, se trata de un quórum envenenado, porque necesita emanciparse de la tutela del kirchnerismo y porque es lo que reclaman los grupos económicos que lo bancan. La salida de la “crisis de gobernabilidad” aparece distante, en el marco de una crisis financiera de características colosales.
La nueva disposición política de fuerzas creada por las elecciones es insuficiente para afrontar la crisis económica sin un gran choque de fuerzas sociales. Los trabajadores que depositaron el voto en la UxP y Massa carecen de expectativas en una nueva gestión de quienes han llevado el derrumbe social a niveles sin precedentes. El porcentaje de votos de la UxP es el segundo más bajo de la trayectoria del peronismo; recuperó una parte menor de lo perdido en las PASO. Massa no cuenta, ni de lejos, con la capacidad de movilización que dejó el kirchnerismo en su trayecto político. El domingo pasado a la noche, las multitudes no estaban en las calles celebrando nada.
Comité Editorial Política Obrera
23/10/2023
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