jueves, 5 de enero de 2023

Descubren nuevos manuscritos con lecciones de Hegel


Marx lo consideró el responsable de haber expuesto por primera vez, de forma amplia y consciente, las formas generales del movimiento de la dialéctica. A finales de octubre de 2022, se ha descubierto un auténtico tesoro documental para el estudio del filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831). Se trata de más de 4.000 páginas de apuntes de sus cursos, tomados por su alumno Friedrich Carové (1789-1852). Los manuscritos fueron rescatados por Klaus Vieweg, biógrafo del pensador, quien está preparando su publicación. 
 Los libros que Hegel publicó en vida son escasos. Gran parte de su trabajo consistió, más bien, en su labor docente. Muchos textos que circulan como obra suya son, en realidad, notas de sus clases, elaboradas por sus estudiantes. De allí la importancia del hallazgo. Vieweg comentó que un descubrimiento como este “probablemente solo suceda una vez en la vida, y es comparable a encontrar una nueva partitura de Mozart”. 

 Hegel y nuestra época 

En la tradición marxista, el estudio del pensamiento hegeliano ha sido uno de los estímulos más potentes para la lucha teórica. Este combate solo es tal si se desarrolla como crítica hacia los distintos discursos ideológicos de la clase dominante. La importancia y vigencia de dicha tarea se plantea a partir de la variedad de instrumentos y recursos políticos que despliega la clase capitalista. A pesar de que ya ha agotado su papel histórico (es decir, a pesar de que no puede conducir a la sociedad hacia salidas progresivas para sus males y problemas más elementales), la burguesía todavía pugna activamente para no ser derrocada. Los revolucionarios necesitamos desarrollar una crítica que revele y neutralice estos recursos.
 Sin embargo, la experiencia del stalinismo erigió un obstáculo para la lectura de Hegel en el presente. La escuela de falsificación de Stalin redujo al marxismo a una serie de esquemas sencillos y dogmas, y rechazó un estudio más profundo de la obra hegeliana. Algunos de sus mitos circulan hasta hoy, como la caricatura según la cual Hegel creía que la realidad solo estaba constituida por ideas, o que habría sido un autor “reaccionario”. Las distintas variantes de la filosofía burguesa también dieron su aporte a la causa antihegeliana. 
 Esta oposición fervorosa se debe a que la de Hegel era una filosofía del movimiento, de la transformación, de las transiciones. Hegel tomó a la contradicción como el origen de toda vida. Podríamos decir que, cuando este pensador captaba un objeto para su reflexión, en lugar de preguntarse qué es, se planteaba cómo llega a ser. De allí que la dialéctica sea un arma contra quienes pretenden ver en el capitalismo un sistema eterno, que tendería al equilibrio. Su estudio fue la base del análisis de Marx y Engels sobre las contradicciones en la sociedad capitalista y la tarea de su superación. 

 Hegel y su época

 De la misma forma que un artista manifiesta emociones a través de una sinfonía, Hegel se propuso expresar su época a través del pensamiento. Fue una tarea ardua, dado que vivió en una era de guerras y revoluciones que instauraron la sociedad burguesa moderna. Friedrich Carové, autor de los manuscritos hallados, fue un destacado activista y publicista político, referente de la juventud que se organizaba en fraternidades (Burschenschaften), en las universidades alemanas. Estos sectores se volcaron al pensamiento hegeliano porque encontraron en él una alternativa al discurso de la clase dominante feudal en Alemania. 
 Los mitos del stalinismo ayudaron a reforzar la idea errónea de que la escuela hegeliana estaba dividida en un ala “reaccionaria” y otra “revolucionaria”. Sería más certero señalar que los llamados “hegelianos de derecha” no reivindicaban a la reacción feudal, sino que depositaban expectativas en la acción del Estado. Creían que el aparato estatal podía ser el protagonista de la lucha por la emancipación social, mediante reformas contra su propia base. Pero la burguesía democrática y liberal, asustada por el nacimiento del proletariado como un sujeto social y político independiente, cerró filas con las aristocracias feudales y las monarquías reaccionarias. Los hegelianos terminaron siendo víctimas de un viraje represivo. 

 La dialéctica, estudio del movimiento y el cambio 

Hegel descubrió que la identidad de cualquier objeto consigo mismo está siempre determinada por aquello de lo cual se diferencia. Algo es lo que es por oposición a lo que no es. Por eso, por “contradicción” entendía una relación entre dos polos opuestos que se construyen el uno al otro. Esta fue una de sus apuestas fuertes principales, debido a esta lógica interna de contradicciones, una oposición es arrancada y llevada más allá de sí misma debido a su propio peso. Dicho de otro modo, las transformaciones fundamentales de un fenómeno no provienen de factores externos, sino que son el producto de su automovimiento. Todo ser temporal está sometido al cambio a partir de su propio impulso interno.
 Este planteo sigue siendo de lo más venenoso para la ideología capitalista, y para la izquierda democratizante que se adapta a ella. El despliegue mismo de las relaciones capitalistas es lo que genera crisis y derrumbes, porque el capital tiende a su propia disolución. La fortaleza y vigencia de la lucha revolucionaria proviene de este proceso objetivo, pero no se trata de un trámite automático. Necesita encarnarse en organización y lucha. 
 El descubrimiento de estos manuscritos es una buena noticia, ya que su estudio podrá nutrir a la crítica contra lo existente. Es decir, servirá para formarnos y combatir a un régimen social en decadencia, que debe ser superado.

 Iván Tsarévich

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