domingo, 29 de diciembre de 2019
Tensión por encuentro del MAS convocado por Evo Morales en Argentina
Con la agenda electoral instalada nuevamente en el país, luego de que el MAS vino negociando sin parar con los golpistas, Evo Morales convocó a un acto este 29 de diciembre con dirigentes y delegados de los 9 departamentos de Bolivia para discutir quiénes serán sus futuros candidatos para las elecciones del 2020. Mientras tanto la derecha discute aceleradamente si proscribe al MAS o no.
Este encuentro ha sido convocado en puntos fronterizos entre Argentina y Bolivia (se habla de las ciudades de Orán o Salvador Mazza de la Provincia de Salta). Evo Morales había señalado que cuenta con el apoyo, en cuestiones de seguridad, del gobierno argentino. Sin embargo, varios medios informativos hicieron referencia a una publicación en la cuenta de twitter de Evo Morales, del sábado 21 de diciembre, en la que señalaba que dicho evento se realizaría en Buenos Aires.
Lo cierto es que más allá de donde finalmente se lleve este encuentro las tensiones son evidentes. Un ejemplo de ello y que al mismo tiempo refleja el claro alineamiento del gobierno golpista con Trump, es la delegación estadounidense que llegó a la Casa Rosada para pedir explicaciones sobre este evento y señalando que Morales no debe “abusar de su condición de refugiado”. Esto ha generado intercambios sobre cómo se garantizará la seguridad este #29D dado que según señaló Evo, estimarían que participen como 1000 dirigentes y delegados de los 9 departamentos de Bolivia además seguidores del MAS que viajarán al encuentro.
En medio de estos preparativos, en La Paz, el representante de la Central Obrera Departamental, Hugo Torrez, señaló que rechazan que los candidatos del MAS sean elegidos en el exterior y que estos deben surgir del consenso de las organizaciones sociales en el interior de Bolivia. Manifestaciones de este tipo, provenientes de seguidores y partidarios del MAS dejan abierta la posibilidad de que aún no se definan candidatos en el encuentro de este domingo.
Hay cuatro nombres que se barajan con fuerzas entre las posibles variantes para representar al MAS en las próximas elecciones. Éstas van desde representantes del ala más orgánica con Evo Morales, como Adrónico Rodríguez dirigente de las federaciones del Trópico de Cochabamba, pasando por el ex Canciller David Choquehuanca, el ex ministro de Economía, Arce Catacora, hasta los más conciliadores como la propia Eva Copa (actual presidenta del senado) que no tiene reparos en posar abrazada con el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, responsable de la violencia y las masacres de Senkata y Sacaba.
Otro elemento, que no se puede descartar, y tiene que ver con la eventual proscripción que la derecha boliviana busca materializar para que el MAS no pueda participar de los comicios del 2020. Algunos sondeos han dejado ver que pese a que el MAS no tiene candidatos definidos es el partido con más intención de voto. El propio Evo Morales, declaró tener seguridad que "volverán a ganar en primera vuelta". Esta visión también es percibida por la derecha y la razón por la que podrían proscribir al MAS.
La llamada “pacificación” del país que fue firmada entre los golpistas y el MAS que utilizó como moneda de cambio, para las negociaciones, la sangre derramada de la resistencia contra el golpe que dejó un saldo de más de 30 asesinados, no concretó la “ley de garantías”. El propio presidente de la cámara de diputados del MAS, Sergio Choque señaló que la Ley de Garantías ya no tiene sentido debido a que ya todos están en la carrera electoral empero advirtió “Ahí ya veremos quiénes también van a pedir posteriormente la Ley de Garantías”, en una velada amenaza -en caso de que ganara el MAS- al gobierno golpista por las masacres de Sacaba y Senkata.
La situación de crisis política y social en Bolivia es profunda. Mientras una parte del país festeja la recuperación de lo que llaman democracia, Áñez está avanzando de manera acelerada en imponer su programa neoliberal. La fuerte campaña mediática y todas las disposiciones desplegadas desde el llamado “gobierno de transición” siguen operando para convencer al mundo de que en Bolivia no hubo un golpe de Estado. El MAS ha sido y sigue siendo responsable de haber entregado a esta derecha que hoy volvió al poder, las banderas de la democracia liberal. Sin embargo, cada día que pasa se va desnudando el contenido neoliberal y profundamente reaccionario y antipopular de lo que marcó la pelea por el “respeto al voto”.
Evidentemente los nuevos hechos que marcarán el escenario rumbo a las elecciones del 2020 serán turbulentos y conflictivos donde la derecha golpista intentará mantener el control del Gobierno y del Estado.
Juana Runa
Militante de la LOR-CI y de Pan y Rosas
Sábado 28 de diciembre | 09:41
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