domingo, 30 de diciembre de 2012

El saqueo es…… otra cosa



Según Cristina, los saqueos no se produjeron por generación espontánea. Y tiene razón, los asaltos a los comercios fueron motorizados y hubo quienes encendieron la chispa. Yo que se quien fue y no me lo puedo guardar Ah!! Y cuenten conmigo como testigo cuando los juzguen.
Lo concreto es que los saqueos sucedieron en muchos sitios distintos de la geografía nacional y en ellos hubo suficientes participantes como para preocupar, desde aquellos beneficiarios de la injusta y criminal economía capitalista, hasta aquellos que consideran la pobreza una enfermedad genética incurable.
Los comentarios de Cristina, obvios por otra parte no reflejan el contenido político de lo ocurrido.
Pero en algo coincido con Cristina, cuando nos dice que los verdaderos Peronistas no apoyan los saqueos.
Es cierto, su función es otra, desde que Perón importo el fascismo Mussoliniano a la Argentina, consiste en mantener inmóviles a los pobres y a los trabajadores, a disposición de los patrones Capitalistas.
Y también coincido con ella cuando reflexiona sobre los escenarios distintos en el 2001 y el actual.
Efectivamente difieren y por eso los recientes saqueos cobran una relevancia especial.
Porque salir a tomar de los anaqueles de los supermercados y comercios, aquellos productos que se desean sin pagarlos, enfrentando un viejo y cristalizado paquete de leyes represivas, en defensa de la propiedad privada.
Salir, a enfrentar la Propiedad, el alma mater del capitalismo y a su perro guardián la policía, requiere una decisión que tenía una suficiente lógica en el 2001, no así en la situación actual, que aunque sigue siendo muy mala para los pobres, todavía no lleva a la desesperación.
De allí que me atrevo a deducir que los saqueos últimos, fueron el sismógrafo que mostro que algo se está moviendo, en el triste e injusto mundo de los pobres y por ende en su conciencia de clase.
Porque la teoría de que fueron excitados por interesados opositores, es solo una parte pequeña del resultado.
Es fácil ver en la realidad, que si existió tal chispa externa, la explosión fue demasiado intensa.
La larga pelea posterior, con las fuerzas represivas, la organización para el traslado de los elementos, demostró la decisión en llevar adelante la apropiación de los bienes.
Más aun, tal difícil decisión se produce solo, cuando existe una internalizada justificación de la acción.
Y te aseguro Cristina, que esa acción estaba justificada, observa porque….
La publicidad exacerbada hasta la locura, para el universo de habitantes del país, especialmente para las fiestas de fin de año.
La exhibición ostentosa de una clase media alta, que se enriqueció en los últimos años, especialmente en las zonas sojeras.
Frente a eso, los bajos salarios que perciben sobre todo el 45 % de trabajadores en negro. La vagancia juvenil por falta de empleo, en especial de los jóvenes pobres, sin escuela, sin oficio, sin viviendas y dominados crecientemente como potenciales clientes por los narcos. La inflación que deteriora los salarios un poco mejores de los trabajadores en blanco, destroza la de los demás y la de los jubilados.
Porque entre nosotros, tú lo sabes, la supuesta repartición de la riqueza, existe solo en el limbo de la demagogia.
Cuando se observa que salen para las vacaciones, el eterno 20 % de afortunados, que puede gozar de ellas.
Cuando la Televisión en forma continuada y los diarios todos los días, nos muestran las largas filas de automóviles de la Clase Media, que se desplazan hacia los lugares de veraneo y exhiben la felicidad de estos privilegiados, indiferentes a las necesidades del 80% de desposeídos, a los cuales los programas de la televisión ignoran, como si no existiesen.
Los supermercados y los Shopping Centers enloqueciendo a todos, con sus avisos de página entera, en los más importantes diarios, y ofreciendo todo lo que los pobres…… no pueden comprar.
Los Bancos ofreciendo sus tarjetas de crédito, en interminables avisos de televisión, diarios y radios, tarjetas a las cuales los pobres…… no pueden acceder.
Hasta que en un momento dado, los pobres se dan cuenta, que sí, que pueden acceder, a esos objetos tan insistentemente ofrecidos. Basta con juntarse unos cuantos y marchar a los negocios y tomar lo que les ofrecen.
Porque comprenden, que cuando van en masa no es robo, es saqueo que es……… otra cosa.
Porque aunque la televisión los ignore los pobres existen. Ya los vimos retirando los plasmas y las cajas de artefactos, de los supermercados atiborrados de productos……. prohibidos para ellos.
Y allí empieza la extraña definición de los ricos y las Clases Medias argentinas, llevar plasmas dicen es saquear por el deseo, no por necesidad.
Para la estreñida mentalidad del clase media, el deseo convierte en peligroso, al que no tiene dinero ni tarjetas.
En cambio les parece justificado y natural,satisfacer cualquier deseo, del que dispone de los medios económicos .
Jamás pasa por su acentuado egoísmo, la duda de que no es justo, que algunos pocos tengan todo y muchos mas no tengan nada.
Pero es que el deseo por las cosas y la consecuencia su posterior saqueo, lo encendieron en primer lugar los comerciantes apoyados en la estúpida e innecesaria publicidad.
Pensada como siempre por los marketineros de dos neuronas, para un 20 % rico ,pero exhibida impunemente al 80 % de la masa empobrecida.
También la inflación produce angustia entre los pobres, lo que induce al saqueo. La inflación es más dramática para los pobres, que la publicitada “inseguridad” lo es para los ricos.
Así como los pobres no temen a la inseguridad, pues no tiene nada que perder, los ricos no temen a la inflación, porque tienen para pagar.
A los ricos y las clases medias, no les gusta hablar de la desigualdad, pues eso es como mirarse el ombligo de cada uno.
Pero vos Cristina , hace un esfuerzo y a lo anterior súmale, la criminal Desigualdad en la Propiedad, dentro del sistema de Capitalismo Serio que gestionas y vas a descubrir a los que provocaron el saqueo.
Te cuento Cris, a mí me convenció Máximo Gorki, que el saqueo es….otra cosa.
En sus Cuentos de Italia , relata la simple lógica de un humilde jovencito italiano, a quien se sorprendió llevándose un objeto sin pagar, en un mercado, le preguntaron porque robaba y el joven contesto “Cuando de mucho se saca un poco, eso no es robar, es repartir “.

Afectuosamente

Hersh Zakheim

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