El secretario general de la CTA, Pablo Micheli, con Hugo y Pablo Moyano, por la Confederación General del Trabajo y el diputado Claudio Lozano serán parte del panel que el 4 de diciembre presentará en el Salón Felipe Vallese de la CGT, el libro “El salario no es ganancia”. También estará en el debate su autor, el abogado Juan Pablo Ruiz, quien en dialogo con ACTA expresó que “el impuesto al salario es una clara medida neoliberal”. Añadió que define al Estado que tenemos, dedicado a garantizar las ganancias de los grandes grupos económicos.
-¿Cuál es el aporte impositivo global de los trabajadores comparado con los sectores pudientes?
Si sumamos el IVA, la Seguridad Social y el Impuesto a las Ganancias, confirmamos que quienes menos tienen más aportan. El 60 por ciento de la población se queda con un 35 por ciento de la renta, el 10 por ciento más rico se lleva lo mismo. Hablamos de diez veces más. Este es el modelo que tenemos.
-Vos planteas como ilegal que el Estado se apropie de parte del salario de los trabajadores pero casi no hay presentaciones ante la Justicia.
Sí, están igualando institutos jurídicos diferentes como son el salario y las ganancias.
Es verdad que se han verificado pocas denuncias, por lo cual estamos propiciando la estrategia de que la ilegalidad de la retención sea planteada en todos los fueros. El salario está protegido por la Constitución. El propio ministro de Trabajo Carlos Tomada ignoró mediante simples resoluciones la inembargabilidad salarial, lo que es una barbaridad.
Hay que tener en cuenta que cuando se inicia el cobro del impuesto, no equivalía a una cifra significativa y como sabemos, los trabajadores siempre han sido solidarios. En cambio ahora se torna asfixiante.
-¿Una herramienta clara del neoliberalismo que ejecuta una distribución al revés de la riqueza?
Son impuestos a las masas que nacen en los ’90 como parte de la reestructuración de la economía neoliberal y en medio de la ofensiva contra los sectores populares. Se trata de que aquellos que menos tienen financien al Estado del que se sirven los grandes grupos económicos por ejemplo vía subsidios, obra pública, etc. Cuando ellos hablan de “garantías para invertir”, es justamente eso. ¿Querés la Asignación Universal por Hijo?, bueno pero que la paguen los jubilados o los trabajadores, es lo que ordenan.
Toda la economía sigue orientada a proteger las ganancias de los grandes grupos económicos y no hay mejor prueba que el impuesto al sueldo. En el sur por ejemplo, las empresas no pagan impuesto a las Ganancias pero si los trabajadores.
-Todo esto con la colaboración de una inflación no reconocida...
En 1973 imponen el impuesto pero después vino la llamada Tablita de Machinea. En su artículo 25 la ley de Impuesto a las Ganancias exige la actualización anual de los elementos que lo componen, cosa que tampoco se cumple. Ni que hablar de la inflación real y las mediciones del INDEC.
-Si un funcionario te escuchara, te diría: ¿y de dónde sacamos los recursos para reemplazar lo que recaudamos de los sueldos?
Esto es una cuestión político-ideológica. ¿Queremos al Estado para proteger las ganancias de los que más tienen, aunque para eso haya que meterle la mano en el bolsillo a los trabajadores y jubilados, violando la propia Constitución? No hay nada más parasitario que la Renta Financiera que no tributa, ni que hablar de las multinacionales mineras y el juego. Las ganancias son de ellos, los impuestos los pagamos nosotros.
Carlos Saglul (ACTA)
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