martes, 17 de julio de 2018

Gobierno de Macri: sin lugar para los débiles



A esta altura, discutir sobre la encerrona económica del Gobiernos y su debilidad política ya empieza a ser una perogrullada.

Todos los días salen a la luz señales que vienen de distintas corporaciones y que certifican esta condición:
a) De parte de los medios, con Clarín como la expresión más extrema, justamente por el brusco cambio de ubicación frente a una administración a la que defendió a capa y espada hasta que logró arrancarle todo lo que necesitaba.
Desde ese momento comenzó a criticarlo con dureza: si practicaba el “gradualismo” porque no resolvía ninguno de los problemas estructurales; si acelera el ajuste, porque pulveriza su capital político.

b) Señales que también vienen del Poder Judicial que, como sabemos, en éste país es cualquier cosa menos independiente.
La Justicia va acomodando sus posicionamientos jurídicos de manera directamente proporcional a la acumulación o pérdida de poder político de los gobiernos de turno.
Es llamativo el fallo que ordenó la reincorporación de los despedidos de la agencia Télam. Y no es la única resolución judicial en ese sentido: también existen otros similares en relación a los docentes de la provincia de Buenos Aires, donde finalmente María Eugenia Vidal debió convocar a las conducciones para discutir esa paritaria eterna.

c) Relacionado con esto también fue sintomático el reclamo que realizó Mirta Legrand en el almuerzo de hoy por los despedidos de Télam. Esencialmente por lo que significa la señora como símbolo perfecto del núcleo duro de quienes apoyan a Cambiemos.

d) También una señal provino de la ruptura del blindaje mediático que logró la denuncia disparada por el periodista Juan Amorín y que alcanzó los portales de los principales medios y a la que tuvo que referirse Vidal.
Los aportantes truchos a la campaña electoral de Cambiemos en 2015 y las serias sospechas de que se usaron las bases de datos de las administraciones estatales para efectuar la maniobra.

e) La Iglesia, en su doble juego, también hace su aporte, redoblando su ofensiva luego de la media sanción del aborto legal y cuestiona al Gobierno: por derecha por el aborto y por izquierda por el deterioro de la cuestión social. Recordemos que el gobierno habilitó el debate, en parte porque se le imponía, pero en parte también como torpe maniobra distractiva. Hoy Morales Solá es lapidario antes esta cuestión y dice: "No hay solución buena. Cualquier decisión sobre el aborto en el Congreso, sea para aprobarlo o para rechazarlo, dejará a la mitad de la sociedad fastidiada con él."
Para tratar de contener ese enfrentamiento es que Vidal apareció con el pañuelo celeste de lo que militan el aborto clandesitno y Horacio Rodríguez Larreta consagró a la la Ciudad “al cuidado del Sagrado Corazón de Jesús, bajo la protección del Inmaculado Corazón de la Virgen, su Madre, cuyo nombre lleva esta Ciudad”; para confirmar que son la derecha moderna.

f) Hasta el FMI lo corre “por izquierda” y le propone suspender la baja de las retenciones al campo y la baja de impuestos a las empresas. Mientras que las patronales del campo advierten que esperan que Macri cumpla su palabra si quiere evitar una nueva “guerra gaucha”.
En síntesis: el gobierno es una suma de debilidades que saca su fortaleza de quienes, en el contexto de estas contradicciones le siguen otorgando gobernabilidad.
Sobre esa base, Macri se abraza a un mesianismo ultraortodoxo, a un ajuste más salvaje y brutal, sólo comparable al que comenzó a aplicar la Alianza en el fatídico 2001.
Y como leí por ahí a profundizar el cambio “de opción por los ricos” y sin lugar para los débiles.

Fernando Rosso
@RossoFer

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