miércoles, 18 de julio de 2018
El escándalo de los aportantes truchos sacude a Cambiemos
El escándalo por los aportantes truchos a la campaña de Cambiemos dio un nuevo salto este mediodía, cuando la gobernadora bonaerense y presidenta del PRO provincial, María Eugenia Vidal, no tuvo más remedio que pedir la renuncia de la contadora general de la Provincia, María Fernanda Inza, quien también es la tesorera del PRO. Ambas son las principales autoridades políticas sobre quien recae la responsabilidad judicial por la causa de los aportantes truchos a la campaña de Cambiemos 2017 que se hizo pública hace algunas semanas mediante una investigación periodística. Se trata de una red de lavado de dinero que financió la campaña de Esteban Bullrich, que fue candidato a senador, y Graciela Ocaña, primera candidata a diputada nacional, ambos por la Provincia de Buenos Aires.
Son alrededor de mil personas que aparecen como aportistas pero que niegan haberlo hecho. La mitad, son beneficiarios de programas sociales o monotributistas sociales. Mayormente trabajadores pobres. También se cuentan empleados estatales, comerciantes y empresarios de la provincia de Buenos Aires. Los supuestos aportistas figuran como afiliados al PRO, aunque ninguno de ellos sostiene haberse afiliado por propia voluntad. Sus nombres fueron tomados de las listas y del padrón partidario del PRO, al que fueron incorporados forzosamente para blanquear aportes económicos cuyos orígenes no se conocen. Con ese método entre los aportistas truchos figura hasta el intendente de Mar de Plata, que negó haber aportado. Cambiemos es la alianza electoral que más aportes en efectivo informó haber reunido ante la justicia electoral.
En la Justicia hay denuncias por usurpación de identidad, falsificación de documentos, lavado de activos y violación de secretos y privacidad y se pide que se investigue las responsabilidades de Vidal, Inza, del Jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai (secretario general del partido) y los intendentes de Vicente López, Jorge Macri (vicepresidente primero), y de Lanús, Néstor Grindetti (vicepresidente segundo) y se encuentran imputados Silvia Chabán, por el PRO, y Alfredo Irigoin, por la Unión Cívica Radical, en su carácter de responsables económicos de la campaña.
Ante la aparición de nuevas denuncias y la contundencia de las pruebas que circulan públicamente, el PRO decidió cargar las tintas contra Inza. Pero la revelación de esta corruptela pone de manifiesto un entramado que va desde el origen de los fondos hasta la falsificación de las afiliaciones y robo de datos: una cadena de responsabilidades.
“Este hecho de corrupción no sólo pone de manifiesto la hipocresía de quienes dijeron que venían a traer la transparencia a la gestión pública, sino que pone al desnudo como el conjunto de los partidos políticos patronales se financian de manera espuria, con fondos criminales o aportes empresarios fuera de los límites legales”, dijo el diputado provincial del PO-FIT, Guillermo Kane.
Luego de las denuncias vinculadas a las coimas de Odebrecht vuelve a quedar evidenciado cómo se manejan los partidos del régimen. Cambiemos es parte de la misma descomposición del régimen político que se evidenció en las valijas de Antonini Wilson, los bolsos de López o la relación entre los empresarios de la Efedrina y la recaudación de la campaña del kirchnerismo.
“Para terminar con la corruptela de la política capitalista y enfrentar a todo el plantel de ajustadores, desde Macri a los gobernadores e intendentes del PJ que negocian los presupuestos de endeudamiento y ajuste, debemos constituir una alternativa política independiente de los trabajadores”, dijo Kane.
Prensa Obrera
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