martes, 15 de mayo de 2018

Llegó el Día D: megavencimiento de Lebacs, la pulseada contra el dólar y la deuda



Hoy se vencen casi U$S 30.000 millones de las Letras del Banco Central. La mitad de las reservas de la autoridad monetaria están en juego. Se viene más endeudamiento, y ajuste de la mano del FMI.

Martes intenso para el Gobierno, que afronta un gran vencimiento de Lebacs por U$S 30.000 millones. Una cifra que representa casi la mitad de las reservas del Banco Central.
Ayer el dólar no dio tregua y cerró a $ 25,51, según el promedio de bancos y entidades financieras que elabora el BCRA. La divisa creció aunque la autoridad monetaria salió a ofrecer U$S 5.000 millones en $ 25 a modo de mostrar que mantendría ese valor. Techo (otra vez) perforado.
En tanto, continúan las negociaciones con el Fondo. Este viernes habrá reunión del Directorio Ejecutivo del FMI sobre Argentina para tratar el nuevo préstamo.
La maldita deuda y el organismo vuelven a atravesar los debates nacionales, así como se discute cuál es la salida para evitar la debacle que preparan. El no pago de la deuda está a la orden del día.

La bomba de tiempo de Sturzenegger

El Banco Central enfrenta hoy el vencimiento por U$S 30.000 millones (alrededor de $ 645.000 millones) que significan casi el 50 % del stock total de estas Letras emitidas por la autoridad monetaria, que es mayor a U$S 60.000 millones.
De la totalidad de los vencimientos de Lebacs, entre los bancos y organismos públicos y entes descentralizados, como la Anses, tienen en sus manos el 60 %. El Banco Central viene negociando con los bancos para que renueven las Lebacs con guiños que la tasa será mayor al 40 %.
Además, el BCRA eximió a los bancos comerciales del cumplimiento del efectivo mínimo de los depósitos en pesos durante mayo, para que puedan adquirir más Lebacs en pesos. El Banco Central también limitó la tenencia de los dólares por parte de los bancos.
Por su parte, el 40 % de las Letras que vencen están en manos privadas. Los inversores no residentes tienen en sus manos casi el 5 % de lo que vence.
Alejandro Henke, de Proficio Investment, explicó al diario La Nación que la renovación de Lebacs sería del 70 % del stock.
El especialista afirma que "más de un tercio de lo que caduca mañana está en cartera de los bancos, que como no tienen escape al dólar tienen alto incentivo a reinvertirlas" y agregó que “estima que el vencimiento real puede ser menor aun por las reservas que vendió el BCRA en las últimas semanas, lo que equivale a preesterilizar".
Habrá que ver si efectivamente subiendo las tasas es posible que la autoridad monetaria obtenga un porcentaje elevado de renovación. Si se considera el mejor de los casos, que plantean los especialistas, donde el Banco Central logre renovar $ 500.000 de los $ 645.000 millones que vencen, la incógnita, como advierte Fernández Canedo en Clarín es “adónde irían los $ 100.000 o $ 150.000 que puedan quedar liberados”.
Si se toma el dólar a $ 25, $ 100.000 millones representan U$S 4.000 millones, un monto cercano a lo que ofreció ayer el Banco Central para fijar un techo a la divisa. En caso de no renovarse las Lebacs esos inversores se dirigirán al dólar y presionarán al alza el tipo de cambio.
Las Letras del Banco Central crecieron exponencialmente desde la asunción del macrismo. En diciembre de 2015 el stock de las Lebacs era por $ 316.550 millones. Ahora cada 35 días hay vencimientos de títulos a tasas que no fueron inferiores al 20 %. Así, las Letras que tiene que renovar el BCRA son cada vez mayores.
La tensión de los inversores ronda entre la competencia dólar y tasas. Por este motivo, la autoridad monetaria incentiva la bicicleta financiera para evitar que los pesos se vuelquen al dólar.

Que las Lebacs no tapen el bosque

Mientras las turbulencias persisten en Argentina, los dólares que espera ansioso Macri del FMI siguen en negociaciones.
Este viernes habrá reunión del Directorio Ejecutivo del organismo para tratar el préstamo de Argentina. Gerry Rice, el vocero del organismo, sostuvo que "el personal del FMI continúa el diálogo con las autoridades argentinas con el fin de lograr un programa respaldado por el Fondo. Nuestro objetivo común es llegar a un rápido acuerdo en estas negociaciones”.
Más allá de lo que suceda el “supermartes”, lo importante es qué ocurrirá luego de este día. El Gobierno en el mejor de los escenarios puede sortear la renovación de Lebacs, pero las Letras son una bola de nieve que sólo se patea para más adelante.
El plan del macrismo es continuar el endeudamiento para capear el crítico déficit de cuenta corriente y el fiscal. Pero solicitar fondos al FMI no vendrá sin imposiciones sobre la política. Mayor devaluación sería uno de los “pedidos” del organismo para aliviar el déficit. Pero más devaluación implicará mayor inflación y esto golpea de manera directa sobre el poder adquisitivo. El debate de fondo es si Argentina tiene que seguir endeudándose.

La utopía de seguir el camino del endeudamiento

La historia de Argentina demostró que tomar deuda para pagar más deuda fracasó. El espiral de endeudamiento estalló en 2001, que provocó gran miseria para el pueblo trabajador.
Por su parte, el kirchnerismo se jacta de haber pagado la deuda, “pagadores seriales” como afirmó en reiteradas ocasiones Cristina. Sacar al FMI a “billetazos” no fue una muestra de combatir al capital.
El Gobierno anterior pagó U$S 200.000 millones de deuda pública, recursos que podrían haberse destinado a salud o a educación. La ausencia de dólares a finales de la gestión de Cristina se volvió a sentir y sus intenciones de “volver al mundo” para endeudarse fracasaron por el conflicto con los fondos buitres.
La discusión entre Cambiemos y las variantes patronales peronistas es si la deuda sigue o si buscamos “mejores prestamistas”, pero ninguno cuestiona que hay que dejar de pagar la deuda para terminar con la hipoteca del país y dejar de beneficiar al capital financiero.
Utópico es creer que pagando la deuda, Argentina se liberará de las trabas de sumisión al capital. La salida es la que propone el Frente de Izquierda, no hay que pagar la deuda externa, que es fraudulenta e ilegítima. Esos recursos se tienen que destinar a la salud, educación, vivienda y obras públicas, no para los especuladores.

Mónica Arancibia
@monidi12

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