Por un lado, si bien se cree que las consecuencias inmediatas del COVID-19 han sido superadas, en oposición hay un incremento sostenido de las llamadas enfermedades sociales (HIV, TBC y sífilis) y las patologías mentales (ansiedad, depresión y suicidio en adolescentes).
La salud mental, "la otra pandemia", es la consecuencia invisibilizada del Covid: el aumento de las patologías en salud mental luego del encierro y la naturalización del mismo ha provocado nuevos malestares sobre todo en la población más joven, que lleva a un incremento de demanda en las guardias hospitalarias, presentándose en forma de angustia, ataques de pánico, consumo problemático de sustancias o intentos de suicidio. A esto se le suma la crisis económica, los despidos, la incertidumbre, la falta de vivienda.
Entendemos el suicidio como un hecho social. La sobreexplotación, los bajos salarios y la falta de expectativas a futuro no son ajenas a este acto de quitarse la vida.
Como fenómeno, el suicidio ocurre ante procesos de ruptura de lazos sociales, y ante la percepción de no ocupar un lugar en la mirada y el deseo del otro. Este desamparo puede producirse por acciones concretas (como un despido), pero principalmente por omisión, es un “salirse de escena”.
La destrucción de la familia obrera deriva en todo tipo de enfermedades mentales, afectando relaciones interpersonales, bajo rendimiento en el trabajo, en niños y adolescentes, se observa disminución en el rendimiento escolar, en las expectativas de desarrollo, provocando el resurgimiento de enfermedades crónicas. La desintegración de la familia obrera afecta el desarrollo emocional, cognitivo y físico del conjunto de la clase trabajadora.
A lo expuesto, se suma las condiciones precarias de vida de las familias obreras: falta de redes cloacales, falta de agua potable; salarios por debajo de la línea de la pobreza -que se esfuman en los aumentos de los servicios y que no alcanzan para cubrir las necesidades básicas de higiene y alimentación-; imposibilidad de acceder a viviendas dignas; aumentos en los alquileres; recortes jubilatorios, quita de descuento en medicamentos.
Ni el pluriempleo que lleva a la autoexplotación permite un salario acorde a las necesidades de las familias trabajadoras. Estas serían las causas y consecuencias del aumento en las problemáticas en salud mental.
La atención en salud mental
La feroz demanda de atención a la que estamos sometidos en los hospitales y las condiciones de vida de quienes asisten nos coloca en un rol más cercano a la beneficencia y la administración de la miseria que a la producción de cuidados en salud.
Si bien en nuestro país la Ley Nacional de Salud Mental establece que los Estados deben destinar un 10 % del presupuesto anual a la atención en salud mental, la realidad es otra; actualmente es el 1,8 %, el nivel de inversión es de los más bajos históricamente, abandonando la atención primaria en salud que implica la promoción y prevención de la salud mental.
Al punto podría sumarse el abordaje desde esta situación como resultado de una política deliberada de ataque a la salud pública. La misma conlleva a un ataque a la salud de la clase obrera en su conjunto.
Estos ataques fueron intentos fallidos (terminaron en fracaso) de superar las sucesivas crisis económicas cargando las costas sobre la espalda de los trabajadores. Sin embargo, para Milei es el momento para llevar esa misma línea a fondo. Por empezar, su gobierno abandonó la OMS, hecho más que grave, ya que este organismo es el que invierte en programas y direcciona a nivel mundial las políticas públicas de prevención y promoción de la salud.
La situación del sistema de salud se agrava al ritmo de los despidos en la industria. Los trabajadores pierden la poca cobertura social que tenían. Por otro lado, el sistema de obras sociales está obsoleto, producto de la falta de ingresos y el desmanejo de las burocracias. Estos trabajadores se ven obligados a volcarse al hospital público, ya colapsado.
Ante este cuadro de situación que interpela a nuestra clase, desde Política Obrera llamamos a la construcción de una alternativa socialista en salud.
Silvia Allocati
15/09/2025

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