La ´iniciativa´ más destacada que tomó fue reunir a una ´mesa política´ para disolver “las tensiones”. Sin embargo, la crisis interna no se ha disipado en lo más mínimo. La incorporación del PRO a la ´mesa política´ estuvo lejos del ‘distender’ el clima en el oficialismo. “Caza de brujas y reparto de culpas entre el PRO y LLA por la debacle electoral en la Provincia”, resume Clarín (9/9). “El principal apuntado desde el domingo es Sebastián Pareja”. Caputo “el Mago” había propuesto un ´gabinete de unidad nacional´ con personeros del pejotismo no K, ´radicales con peluca´ y el PRO, y el alejamiento de los Menem. En el otro extremo de la mesa, Karina Milei se negó a entregar a ´Lule´ y su red de comisionistas. Tampoco es sencillo para el gobierno deshacerse de Pareja, el ´armador´ convertido en la cara de la derrota. “Ostenta 14 legisladores que podrían seguirlo si rompe con el gobierno de Milei (...) temen que se reinvente como opositor, tal como sucedió con Carlos Kikuchi” (LPO, 9/9). La improvisada lista de Kikuchi, “Unión y Libertad”, mimetizada con un color violeta similar a la de LLA, les robó puntos a los dueños de la franquicia.
Por otra parte, los Milei reflotaron el Ministerio del Interior para ´reestablecer´ el diálogo con los gobernadores. Al frente nombraron Lisandro Catalán, un competidor del tucumano Osvaldo Jaldo, ex aliado. Previsiblemente, los gobernadores, mayoritariamente, declinaron el convite. “Media docena de gobernadores que supieron ser aliados se apuraron en rechazar la invitación” (Clarín, 10/9). Nadie está dispuesto a abordar a un barco que puede obtener en octubre un resultado electoral todavía más catastrófico. Tampoco ‘ayudaría’ el anuncio de que Milei vetará la ley del reparto de los ATN. El único gobernador que pidió ser convocado por el gobierno -Axel Kicillof, en su discurso del domingo a la noche-, es el único que no fue tomado en cuenta.
El gobierno dice haber ´subestimado´ el poder del aparato del PJ; lo que subestimó es haber llevado a las urnas una crisis financiera feroz, un derrumbe de la actividad industrial y la certeza de que la política deflacionaria no obtendría ningún financiamiento internacional ni una ola de capitales, como se había comprobado a lo largo de dos años de gobierno. El desdoblamiento electoral, una maniobra defensiva de Kicillof en alianza con los intendentes, pretendía, en el mejor de los casos, atenuar una derrota que las encuestas daban por descontada para octubre. El gobierno de la ultraderecha había desplegado durante dos años una iniciativa provocadora contra los trabajadores, con el acompañamiento de ´los gobernadores´, el pejota y la burocracia sindical. La elección bonaerense del domingo mostró el caldero social, con votos de rechazo a Milei en los distritos que concentran la pobreza, como Derqui, en Pilar, o Isla Maciel y Dock Sud, en Avellaneda, superiores al 70 por cierto (sin contar el ausentismo). La incertidumbre política está instalada en el seno de la clase capitalista. Lo ha demostrado, en estas horas, el escaso resultado que obtuvo el ´respaldo´ del FMI al programa económico oficial, que no alcanzó a conmover al ´riesgo país´ ni la cotización del dólar. En la cumbre petrolera Gastech, realizada en Milán, adonde el presidente de YPF fue a reclutar ´socios´ para Vaca Muerta, los resultados fueron nulos.
El gobierno ha dicho que no va modificar ni un milímetro el ‘ajuste’ fiscal contra los trabajadores ni la política deflacionario (peso caro, iliquidez monetaria). Para demostrarlo, se apresta a vetar las leyes que incrementan los fondos para universidades y el Garrahan, y a judicializar la emergencia en discapacidad. Pero el gobierno se acerca al default, y la temperatura política se ha anticipado a los calores del verano.
Jacyn
10/09/2025
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