Una paritaria premium y exprés
El 6 de febrero Patricia Bullrich firmó la Resolución 176/2025, mediante la cual el gobierno nacional oficializó un incremento del 5 % a partir de marzo en los haberes y compensaciones del personal en actividad de las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales. El aumento rige para Gendarmería, Prefectura, Policía Federal, Policía de Seguridad Aeroportuaria y Servicio Penitenciario Federal, que desde el inicio de la gestión de Milei pasó a estar bajo la órbita del Ministerio de Seguridad.
Desde el ministerio salieron a destacar que "Las fuerzas de seguridad federales desempeñan un papel esencial en la prevención del delito, una tarea que ha cobrado mayor relevancia ante el incremento de la violencia en diversas zonas del conurbano bonaerense" (iProfesional, 7/2/25).
Pero lo cierto es que un informe de la Sala de Situación de la Dirección General de Inteligencia Criminal de la Policía Federal alertó a la ministra sobre la situación de malestar en las fuerzas de seguridad federales, en especial, la Gendarmería y la Policía Aeroportuaria, por cuestiones salariales. El documento menciona además la formación de un grupo de WhatsApp con 751 integrantes, mediante el cual se estaban coordinando acciones de protesta para el lunes 10 de febrero. Al tomar estado público las convocatorias de protesta en varias ciudades, Bullrich corrió a anunciar el aumento.
Las maniobras de la ministra, sin embargo, no parecen desactivar el conflicto. Por un lado, el 5 % otorgado causó más indignación que serenidad entre los efectivos de la fuerza y, por el otro, las tareas de inteligencia que la ministra ordenó realizar dentro de Gendarmería habrían provocado más irritación.
Con orden de cumplimiento para el 7 de febrero, bajó la orden de interrogar a los uniformados acerca de quiénes eran los que pedían aumentos de sueldo, quiénes formaban parte del grupo de WhatsApp denominado “familias reclamando lo que corresponde”, si tenían conocimiento de la convocatoria a una marcha para el 10 de febrero de 2025 hacia el Monumento a la Bandera en Rosario y qué efectivos tenían intención de participar e incitaban a la participación de otros.
En los chats y mensajes del grupo no hay quejas de que los mandan a reprimir, lo que reclaman es que reprimir requiere de otros sueldos. Traducido: tienen que pagar mejor para que sigan reprimiendo.
En este cuadro y pese a que un portal castrense reportó el mismo 7 de febrero que, con la actualización de haberes, Bullrich desactivaba la protesta de familiares de gendarmes (tiempomilitar.com.ar, 7/2/25) todo parecería indicar, al menos hasta ayer domingo, que las protestas se concretarán tal como estaban previstas para el lunes 10 de febrero.
Según pudo conocerse, para evitar represalias, en todos los casos los que se convocan son familiares de efectivos en actividad y retirados (La PolíticaOnline, 8/2/25) y en base a lo planificado lo harán frente al Edificio Centinela (CABA), en el Monumento a la Bandera (Rosario), en Plaza San Martín (Jesús María, Córdoba), en Plaza Belgrano (San Salvador de Jujuy), en Plaza San Martín (Tartagal, Salta) y finalmente el día 25 frente a la Escuela de Gendarmería en Mercedes (tiempomilitar.com.ar, 7/2/25).
Victoria Villarruel: “Señora Presidente”
El Gobierno navega en aguas turbulentas. De un lado precisa contener a la tropa, pues la necesita para la represión de la protesta. Del otro, para evitar una fuga mayor hacia la vicepresidenta Victoria Villarruel.
El neonazi Alejandro Biondini ya había advertido a través de su cuenta de la red social X, el 7 de febrero por la noche, que “por estas horas en distintos sectores de las FFSS y FFAA se la llama 'Sra. Presidente' a Victoria Villarruel, así es el término utilizado en circulares internas que se distribuyen entre grupos de uniformados. Veremos si la crisis se agrava o finalmente se diluye, pero ese es el clima actual y el lunes se perfila como un día muy movido”. Al día siguiente, volvió a intervenir: “Crece el malestar en Gendarmería, que sería la punta de lanza de otros reclamos mayores”.
En las últimas horas comenzó a conocerse que en los mensajes del grupo de WhatsApp se mezclan algunos que llaman a Victoria Villarruel como “señora presidente”. También que un grupo de los rebeldes, los Gendarmes Autoconvocados, le enviaron una carta abierta a Villarruel enumerando sus reclamos (Página 12, 9/2/25).
Las amenazas de sanciones, los informes de inteligencia y el cuestionario exigiendo delaciones, provocaron un silencio en las últimas 24 horas en el grupo de WhatsApp y en los posteos de los gendarmes.
Al cierre de esta nota, la combinación de los factores mencionados pone algún interrogante en que las concentraciones se concreten este lunes 10 de febrero, pero una versión que corre es que podrían sumarse integrantes de otras fuerzas que están haciendo el mismo planteo, en especial los del Servicio Penitenciario. Patricia Bullrich sabe que todo está por desbordarse.
El gobierno nacional sabe que, conforme avance esta política de saqueo, las protestas se incrementarán. La manifiesta crisis de las fuerzas de seguridad, que tienen el monopolio de la violencia legítima, no es otra cosa que una crisis de Estado.
Fernanda Díaz
10/02/2025
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