lunes, 21 de agosto de 2023

«Votemos al "mal menor" o contra el "enemigo principal"»


La alianza de Milei con el K Scioli en 2015 

 ¡Cuántas veces no hemos escuchado este grito de ‘sabiduría’ o de vulgar sentido común! Seguramente, reaparecerá multiplicado para las elecciones generales de Octubre que, por el sistema electoral de Argentina pueden hacer las veces de un ‘ballotage”. En la llamada primera vuelta podría salir consagrado el próximo presidente de Argentina, si obtiene el 40% de los votos con una diferencia de diez puntos con su seguidor o si alcanza, simplemente, el 45 por ciento. La polarización entre dos candidatos en una segunda vuelta se podría plantear en la primera, si se reúnen las condiciones mencionadas. 
 En las redes sociales se ha advertido esta situación y varios eternautas de izquierda ya convocan al voto por Massa. El precio a pagar por este llamado es, sin embargo, muy alto, porque implicaría una exhortación a los trabajadores y al movimiento obrero a no enfrentar la ola super inflacionaria desatada por Massa con la última devaluación del 22%, el aumento de las naftas y de tarifas de servicios públicos y de salud – además de los alquileres. Nadie se larga a luchar con energía y determinación contra el ministro-candidato que ha lanzado esta ofensiva renovada contra asalariados, jubilados y monotributistas, si la prioridad es tratar de que en octubre le gane a Milei. Quienes ya se encuentran atareados en impulsar el voto al “mal menor” o ha hacerlo contra “el enemigo principal” – Milei – no han reflexionado, probablemente, que una lucha de conjunto contra la hiperinflación kirchnerista podría crear el escenario favorable para liquidar a la ultraderecha. La burocracia sindical esgrime el argumento de la defensa del gobierno “nacional y popular” para coartar toda lucha contra el mazazo de la devaluación sobre los trabajadores. Reclama paritarias a sabiendas de que se trata de un proceso dilatorio que consume el poder adquisitivo de los ingresos del pueblo. 
 Pero estas observaciones vienen a cuento con motivo de una nota harto instructiva publicada en La Nación del viernes pasado. Con motivo de la noticia de que Guillermo Francos, un ex Cavallo y ex funcionario de la Corporación América, de Eurnekian – de donde viene también Milei – ya es parte del equipo de Milei, La Nación recuerda que Francos y Milei integraron, en 2015, una Fundación, Acordar, para apoyar la candidatura de Daniel Scioli. Designado para pelear contra Macri, en aquel año, por parte de Cristina Kirchner, Scioli ya estaba perfilado, como se puede ver, como un candidato ‘libertario’, disfrazado de continuador del “proyecto nacional y popular”. En aquella ocasión, el Frente de Izquierda rechazó la invitación a convocar al voto por Scioli, con el argumento de que era “lo mismo” que Macri, aunque, con posterioridad, Myriam Bregman puso en duda que Macri y Scioli tuvieran los mismos objetivos.
 Como una cuestión de método, la ultraderecha y la derecha sólo pueden ser derrotadas por medio de grandes o enormes luchas, no por la papeleta electoral. El mismo voto a Cámpora, en 1973, lejos de disuadir a la derecha (López Rega y compañía), la puso más recalcitrante, lo que redundó en varios golpes de estado en las provincias y en la aparición de los escuadrones de la muerte de la triple A. El llamado apresurado a apoyar a Massa bloquea la salida a la lucha para derrotar el acuerdo devaluatorio con el FMI, que tampoco será el último antes de Octubre, como se observa por distintos datos: suba de precios, salida de capitales de la deuda pública (que recompra el Banco Central) y la disparada de los dólares financieros. De las reuniones que ha tenido el FMI con Milei, los economistas de Bullrich y Massa, la única que importa es la última, porque es la que tiene un carácter decisorio. La tendencia a la hiperinflación, o sea a la huída del peso, que es lo que hace Massa, desarrolla el terreno de la ‘dolarización’ que Milei dice impulsar – aunque sin mayores precisiones. 
 El ‘libertario’ Milei no perdió los hábitos que mostró en 2015. Ahora mismo ha contado con el apoyo de los intendentes del peronismo y de Massa-Kicillof, que distribuyeron cortes de boleta, el domingo 13, para incitar por el voto a Milei y a los “barones del conurbano”. Esos cortes de boleta, calculados en el 20% por encima de la boleta completa de Milei, es la primera puntada de un tejido novedoso: un bloque de gobierno ‘libertario’-peronista, con o sin Kicillof. Es lo que ocurre también en las provincias que han adelantado las elecciones, donde los gobernadores peronistas y no peronistas dejaron abierto el camino a la boleta ‘libertaria’. En 16 provincias Milei obtuvo una cantidad similar de votos a las de esos gobernadores. Veremos lo que ocurrirá en septiembre con las elecciones separadas en Mendoza y Santa Fe. 
 Primero lo primero, dice la lógica formal. Lo primero es convocar a la lucha contra el nuevo acuerdo devaluatorio de Massa-FMI, o sea por un ajuste de salarios y jubilaciones de acuerdo a la inflación que se proyecta, a partir de una escala cuya base sea un salario mínimo equivalente a la canasta familiar. 
 La Fundación Acordar de Eurnekian, Francos y Milei nos viene a recordar que el Frente de Izquierda de entonces estuvo correcto al impulsar el voto en blanco.

Jorge Altamira
20/08/2023

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