En el marco de unas diez provincias en conflicto por la cuestión salarial, el paro tuvo impacto nacional. En Mendoza, donde se desenvuelve una verdadera pueblada y los docentes llevan adelante una huelga de 72 horas esta semana, el gobernador Suárez envió a la policía a las escuelas solicitando el listado de docentes que adhirieron a la medida de fuerza. A pesar de los aprietes, tanto las escuelas públicas como las privadas estuvieron vacías. En Santa Fe, que tiene votado un paro de 48 horas, se plegaron al paro sindicatos estatales y de otros sectores de trabajadores. En Tucumán la huelga fue motorizada por los Docentes Autoconvocados y el paro fue contundente. En Santa Cruz y Chubut la huelga se cumplió masivamente y hubo movilizaciones importantes.
La huelga colocó el reclamo de la absolución del secretario general de ATECH, recientemente condenado por el gobierno de Arcioni por participar en la rebelión de la provincia, y por el cese de la criminalización de la protesta social. En la Provincia de Buenos Aires el paro rajó las paredes, con un acatamiento prácticamente total en el conurbano bonaerense. En CABA, también el paro fue muy importante. La medida de fuerza coincidió con la movilización de las organizaciones piqueteras a Plaza de Mayo.
La huelga nacional docente fue un pronunciamiento masivo de los trabajadores de la educación por un urgente aumento salarial que recupere lo perdido frente a la inflación. Fue el tema más debatido en las escuelas. Otra de las reivindicaciones más sentidas fue el rechazo a la implementación de la quinta hora en la escuela primaria y la defensa de los regímenes jubilatorios docentes y el 82% móvil.
La CTERA no convocó a ningún tipo de movilización nacional, para cuidar que las calles no se pueblen de docentes denunciando el ajuste de los Fernández. El paro que impulsó la burocracia kirchnerista tuvo el objetivo de “descomprimir” la bronca generalizada que recorre al movimiento docente. No está en sus planes la continuidad de las medidas de fuerza, sino más bien lo contrario. Se encuentran preparando una movilización de apoyo al gobierno para el 17 de agosto, junto a la CGT y la CTA.
Los sectores de la Lista Multicolor, el SUTEBA Tigre, Ademys y listas independientes realizaron una concentración y acto en el Ministerio Nacional de Educación (Palacio Pizzurno) y denunciaron la política de miseria salarial del gobierno nacional y los gobernadores. De un modo general, el planteo que prima con respecto a la burocracia sindical es el de “exigencia” a que “rompan su subordinación al gobierno”, o que el paro sea el “inicio de un plan de lucha”. Un camino sin salida, que siembra confusión entre los trabajadores. La burocracia sindical de CTERA está jugada a sostener al gobierno de los Fernández y Massa y no piensa mover un alfiler para proteger el único esquema político que hoy tiene la burguesía, para implementar los tarifazos y una posible devaluación.
Tribuna Docente Tendencia, participamos en todas las movilizaciones y acciones convocadas, señalando la necesidad de reclamar un aumento general de emergencia del 100% y un salario mínimo que cubra el costo de la canasta familiar por cargo, indexado por inflación. Destacamos que la criminalización de la protesta social tiene por objetivo disciplinar al conjunto de los trabajadores que, día a día, se levantan contra el Estado, pero debemos continuar la pelea hasta lograr la absolución de Goodman y el desprocesamiento de todos los luchadores populares perseguidos por luchar.
Marcamos que ningún “plan de lucha” saldrá de parte de las direcciones sindicales ligadas al Estado y planteamos la continuidad de las medidas sobre la base de autoconvocatorias, asambleas y plenarios de delegados con mandato, en la perspectiva de preparar una huelga general.
Mariano Hermida
10/08/2022
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