-Me llamó mucho la atención el artículo que publicó el fin de semana pasado.
-¿Sobre el golpe financiero y el nuevo gobierno Massa?
-Así es, pero lo que más me llamó la atención porque, digamos yo venía sosteniendo casi en soledad una idea que Silvina Batakis había hecho el trabajo sucio y usted me sorprendió. Cuando lo leí dije ‘bueno coincide con lo que yo pensaba’.
-Me alegro porque uno es un francotirador. Escribe, en cierto sentido en soledad porque uno tira ideas. Yo no formo parte de ningún grupo o partido político así que lo hago con la mayor frialdad posible que se pueda tener…
-Pero le voy a decir una cosa que es mérito suyo. Usted hace varios años que viene insistiendo que la deuda interna es una bomba de tiempo. Eso ha terminado siendo reconocido por todo el mundo. Muchos decían ‘no, la deuda interna, los pesos, no hay problema’ y ahora todo el mundo habla de un tema que usted ha planteado a lo largo de muchos años.
-Aunque con una aclaración. Aun así, pese a toda la gravedad que tiene el problema, pese a que se ha producido una nueva crisis de deuda, son periódicas, es decir, que cada tanto la deuda no aguanta y hay que barajar y dar de nuevo para seguir dentro de la trampa del sistema de la deuda, pero aun así usted ve que los economistas del establishment, la prensa y hasta toda la clase política le ponen sordina a ese problema. Prefieren hablar de otros temas antes de tocar la gravedad del tema de la deuda. Lo que pasa es que les explotó la bomba y ahora tratan de mitigar los efectos, como siempre.
-Coméntenos un poco por qué usted sostiene que una ministra que dura 24 días hizo el trabajo sucio.
-Yo digo analogía u homología según responde a la misma naturaleza del comportamiento. En el año 2001 cuando estalla la convertibilidad de Cavallo fue sostenida con endeudamiento. Cuando se le cortan los víveres del endeudamiento por parte de los acreedores financieros y del FMI la deuda le estalla a De la Rúa que se tiene que fugar en helicóptero, y ahí viene un nuevo gobierno bajo Duhalde después de que derrotan parlamentariamente a Rodríguez Sá, que fue producto de un golpe de estado parlamentario.
Después de declarar el default y, sobre todo, de mencionar que podía emitir moneda paralela en lugar de seguir endeudándose, cuando viene el gobierno de Duhalde nombran como ministro de Economía a Remes Lenicov que es el que tiene que hacer el trabajo sucio, es decir, anunciarle a la gente que el país se sale de la convertibilidad lo cual representó una tremenda pérdida para todos los ahorristas que hasta entonces tenían dólares que habían comprado uno a uno, e instala la pesificación asimétrica con la cual le robaron a toda la población el diferencial de valor cuando vino la devaluación. Duhalde había dicho ‘el que depositó dólares se llevará dólares’
. Un comino.
-Lo recuerdo muy bien porque mi madre tenía más de 80 años e hicimos un reclamo dada su edad y recuperamos ese dinero.
-Si, pero ganaron tiempo.
-Recuerdo bien que mucha gente no lo pudo hacer. El caso de mi madre fue uno de los casos excepcionales.
Batakis hizo el trabajo sucio
-Es una larga historia de todos los reclamos, de los juicios de acreedores estafados. Yo conozco y traté al abogado que fue uno de los que encabezó los reclamos colectivos contra la estafa del Banco Central, en fin. Fue un trabajo sucio porque Remes Lenicov hizo las primeras medidas de emergencia, medidas de ajuste, se obtuvo la Ley de emergencia económica del Congreso que le daba amplia facultad discrecional al Poder Ejecutivo para obtener recursos, se instalaron planes sociales de compensación a la pobreza, etc. Hecho lo cual Remes Lenicov, que no sé si estuvo uno o dos meses en el cargo, renunció.
Fue remplazado por Roberto Lavagna que tiene un nombre, que tiene prestigio profesional, una trayectoria y que fue planteado como una especie de salvador de la situación o salvador de la patria. Entonces hicieron un enroque, Lavagna era embajador de Bruselas ante la Unión Europea y vino acá a hacerse cargo del ministerio de Economía y a Remes Lenicov lo mandaron como embajador en Bruselas donde permaneció 10 años. Un cargo muy destacado allí de relaciones con la Unión Europea.
Caso típico de trabajo sucio. Un ministro que dura poco tiempo, toma las medidas drásticas, desagradables y luego de que pasó ese momento crítico aparece una figura con más respaldo de la opinión pública para estabilizar la situación.
-Algo parecido a lo que pasó en estos tiempos.
-Exacto, expliqué esto para decir qué me inspiró a hablar de este mecanismo de trabajo sucio. Si bien Silvina Batakis no tiene ninguna reprobación, es una funcionaria pública que ha tenido una trayectoria en la provincia de Buenos Aires como ministra de Economía de Daniel Scioli cuando era Gobernador, ahora estaba en el ministerio del Interior a cargo de las relaciones con las provincias, es decir, es una funcionaria pública de una trayectoria discreta. ¿Pero qué ocurre? Apenas asumió, como es sabido, lo primero que hace es convalidar la rendición argentina ante el acuerdo con el FMI diciendo con todas las letras que el país no se iba a apartar de las exigencias del FMI en el nuevo acuerdo firmado por el Congreso. Es ley del Congreso de la Nación con el voto de la abrumadora mayoría de la partidocracia con representación parlamentaria.
Aclara que va a haber un congelamiento del gasto público, una drástica baja de gasto público no solamente de personal, sino lo que ya está ocurriendo bajo este Gobierno los dos últimos años, una baja de los salarios reales, de las jubilaciones reales y de los planes sociales reales. Es decir, que los sueldos, jubilaciones y planes sociales aumentan menos que la inflación. La gente pierde poder adquisitivo y reprimen la demanda que es la forma nueva con la que el FMI obliga a los planes de ajuste. Restringiendo los ingresos de la población. Eso es lo que está haciendo este Gobierno, ese es su objetivo.
Lo que hace Silvina Batakis es, en un momento donde Guzmán le tira la renuncia por la cabeza al Gobierno, asume y ratifica a pleno no solamente que la Argentina va a cumplir el acuerdo con el FMI, sino que va a tomar medidas drásticas de ajuste y en particular va a subirle la tasa de interés que la Argentina paga tanto del Banco Central como del Tesoro. Eso equivale a una rendición.
Luego viaja a Washington, que uno dice ‘¿para qué en plena crisis la ministra tiene que viajar a Washington a verse con las autoridades del FMI, de la Tesorería norteamericana y los fondos buitre de Nueva York?’ Para rendirse ante las exigencias. La ministra Batakis fue para formalizar ante los acreedores externos esa rendición que había expuesto en la conferencia de prensa.
Esa es la verdad de la milanesa, no hay vuelta que darle. Al FMI fue a ratificar, como enseguida le tomó la palabra Kristalina Gueorguieva, que la Argentina iba a cumplir el acuerdo con el FMI. Un acuerdo que, recordemos, con la aprobación del Congreso convalidó el stand by que había tomado Macri. Una deuda impagable e irregular que fue tomada por Macri y resulta que luego toda la partidocracia parlamentaria se lo terminó aprobando.
Le sacó las castañas al fuego al FMI. Porque el FMI, ese mega-préstamo que dio a la Argentina, 57.000 millones de dólares lo cual es un récord histórico total, del cual desembolsó 45.000 millones. Ese préstamo fue altamente irregular, porque en lugar de destinarse a sostener las finanzas públicas, fue utilizado por el Gobierno, sobre todo cuando Luis Caputo estaba al frente del Banco Central, para venderlos al mercado cambiario.
O sea, la plata que prestaba el FMI por una ventanilla salía vendida al mercado para aguantar el tipo de cambio. Cosa que el estatuto del FMI en el artículo 6 veta específicamente, dice que el FMI no puede prestar a países para que utilicen los fondos para atender corridas cambiarias.
Eso hizo el Gobierno de Macri. Y eso lo hicieron las autoridades del FMI bajo Christine Lagarde y compañía. Todo eso se lo convalidó el Poder Legislativo de la Nación. La ministra Batakis fue a ratificar eso con las autoridades del FMI, luego habló con la Tesorería norteamericana, porque está también comprometida. Ese préstamo del FMI se dio por influencia del Gobierno norteamericano, entonces el Gobierno presidido por Trump.
-Que tiene mayoría en el FMI.
-Sí, EE UU es el primer accionista del FMI. El FMI siempre ha girado en relación a la Tesorería norteamericana. El FMI tiene su sede a 2 o 3 cuadras del Tesoro norteamericano para tenerlo siempre a mano. Pero ahí había un detalle mayor todavía. El que entonces era vice titular del FMI bajo Christine Lagarde, Walter Clipton, hoy en día es economista jefe de la Tesorería norteamericana. Y Silvina Batakis tuvo que verse con este hombre.
Este hombre fue el artífice técnico del acuerdo con Macri. ¿Por qué? Porque todos tienen mucho interés en que la Argentina vaya a allanarse a las exigencias del FMI y del Tesoro norteamericano para que el día de mañana nadie pueda decir nada sobre ese acuerdo.
-Ahora, Héctor, porque ya se nos termina el programa, ¿por qué golpe?
-Golpe porque así como hay golpes de estado militares que cambian abruptamente la situación del país, hoy en día, aunque la gente no se dé cuenta, estamos acostumbrados a que hayan golpes financieros del mercado. Es decir, ¿por qué se dispararon simultáneamente los precios con una remarcación salvaje? Porque los grandes empresarios que controlan el mercado que está altamente concentrado, hay unas 200 empresas que fijan precios en el mercado, largaron una remarcación salvaje y reconocida.
Mientras el presidente usaba la tonta expresión «hay algunos diablitos que aumentan los precios», el titular de los supermercados La Anónima, que es mayoritario en la Patagonia, Brown, reconocía alegremente que la principal tarea de los empresarios hoy era remarcar precios. Eso no ocurrió espontáneamente. Los comercios siguen recibiendo dos listas de precios semanales con cambios, entonces eso no ocurrió espontáneamente, eso fue una remarcación salvaje para forzar un desequilibrio del mercado y de la oferta del mercado. Lo mismo que la corrida cambiaría, ¿por qué? Porque renunció Guzmán, se disparó el dólar a más de $300, el riesgo país subió a 3.000 puntos básicos.
-Y después bajó $100.
-Eso es parte de la técnica normal. Primero se sube mucho y después se baja un poco para dar imagen de que volvió la confianza. Es la imagen que se quiere vender de Massa. El mismo esquema de Remes Lenicov con Lavagna, creo que se aplicó ahora con Batakis y Massa.
Ahora aparece Massa como un salvador, no digo de la patria porque nada que ver con la patria, pero sí un salvador de la situación. Ya ahora se aplacó la campaña de prensa sobre la crisis, vuelve la confianza, ya se están haciendo planes de tomar deuda externa. Porque Massa ahora hace un viaje al exterior, a EE UU, a Europa y a Catar. En Catar se estima que ya está negociando un préstamo repo, que es un préstamo con condiciones especiales por 2.500 millones de dólares para aguantar las reservas. Es decir, una nueva rendición financiera ante los capitales especulativos, una más de las tantas que ha sufrido la Argentina.
Por eso es que me atreví a ponerle ese título provocativo al trabajo. Pero me interesa que en ese caso no es una posición a priori, está fundamentada en el artículo. Ahí habló de las tres rendiciones, habló de cómo operó el mercado, cómo se dispararon los precios y lo fundamental, cómo le torcieron el brazo obligándole a que suban todavía más las tasas de interés que paga el Estado. Llevaron las tasas de las Leliqs a 60%…
-La llamada deuda interna. Usted le ha puesto el ojo hace muchos años cuando todos decían «eso no tiene importancia porque en última instancia se emiten pesos».
-Lo que yo llamo el partido de la deuda o de los endeudadores del Estado se lamentan mucho del gasto público pero se cuidan de decir que el primer gasto público es la deuda pública. Minimizan el tema. Dicen «no hay problema porque la deuda no se paga, la deuda se refinancia». Esa lógica no se aplica en ningún lado. Si yo digo que voy a vivir endeudado toda la vida, individualmente tengo un negocio y mi familia atrás, si yo digo eso no voy a durar ni un minuto porque la deuda se puede refinanciar pero los intereses que se pagan crecen cada vez más. Porque la deuda se refinancia pero los intereses no. La trampa de la deuda consiste en eso, una deuda impagable para que el deudor nunca deje de ser deudor y viva pagando intereses que es el principal rubro del gasto público.
-Héctor se nos fue el programa.
-Bueno, traté de cubrir… como fue una llamada sorpresiva traté de cubrir con lo que tenía a mano.
-Particularmente me gustó mucho ese artículo. Recuérdenos el título.
-Yo supongo que en internet poniendo Giuliano. El título del artículo es «Golpe de estado financiero y nuevo gobierno Massa». Como sé que lo sube mucha gente a la red, incluso hay un website mío, aunque todavía no está subido. Si la gente quiere buscarlo que ponga «Golpe de estado financiero y nuevo gobierno Massa» del 30 de julio.
-Héctor, muchas gracias.
Mario Hernandez | 13/08/2022
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