Más de 400 despidos en el sector de las criptomonedas
El sector de las criptomonedas atraviesa un proceso de despidos en las últimas semanas, paralelo a un derrumbe en las cotizaciones y a una dificultad de las compañías para conseguir financiamiento.
Buenbit, que se dedica a la compra y venta de criptoactivos, cesanteó a la mitad de su personal y detuvo sus planes de expansión. Bitso, presente en 35 países (entre ellos Argentina), se deshizo de 80 de sus 600 empleados. Otras empresas vinculadas al rubro también han despedido, elevando el número total a más de 400 (Observatorio Blockchain, 27/5). Aunque es difícil encontrar cifras del total de trabajadores en el sector, vale tener en cuenta, a modo de comparación, que entre 2020 y 2021, las ofertas de trabajo habían crecido casi un 400%, según varios medios. O sea que hay un marcado cambio de tendencia.
Las criptomonedas, que son un activo fuertemente especulativo, se encuentran en caída libre. El bitcoin, por ejemplo, pasó de 70 mil dólares por unidad en el momento más álgido de la pandemia a los 28 mil dólares actuales.
Además, en las últimas semanas se ha dado una crisis con las llamadas “monedas estables”. Debido a la enorme volatilidad que caracteriza a las criptomonedas, aquéllas –en paridad con el dólar estadounidense- surgieron como un modo de brindar una referencia al inversor. Pero en las últimas semanas una de las mismas, Tether, la perdió temporariamente, causando una conmoción.
Detrás de estas “monedas estables” están los mismos vicios especulativos de todo el mundo cripto. Se supone que están respaldadas por dólares, pero en el caso de Tether, las reservas en efectivo para respaldar la paridad son solo del 4% “y la mayor parte del resto está en papel comercial de riesgo en dólares” (Sin Permiso, 21/5).
A su vez, una variante de estas “monedas estables” –Terra-, que ni siquiera está respaldada en el dólar sino que se basa en la pura confianza en que vale un dólar, llegó a derrumbarse un 98%.
Ante la falta de inversiones más rentables, gran parte de los paquetes de rescate al capital lanzados por los gobiernos durante la pandemia terminaron en la especulación financiera. Las cripto fueron uno de esos instrumentos especulativos. Pero ese proceso está llegando a su fin, en un cuadro donde los inversionistas huyen de los activos de riesgo. Los indicadores bursátiles marcan fuertes pérdidas desde el comienzo del año.
En el caso de las tecnológicas, los activos de Facebook cayeron desde noviembre un 41,2%; los de Amazon 36,6%; de Microsoft 21,1%. Las argentinas Mercado Libre –que llegó a valer 100 mil millones de dólares- y Globant vieron despeñarse sus valores un 54,4% y un 47,7%, respectivamente, desde noviembre pasado (Clarín, 28/5). La situación es comparada con el estallido de la burbuja de las punto.com en el 2000 y la crisis financiera de 2008.
Esta crisis financiera no es sino parte de una nueva situación marcada por las tendencias a una recesión económica mundial. El sector de las criptomonedas no es ajeno a este escenario. Y, cuando aparecen los nubarrones, los trabajadores siempre son los primeros perjudicados.
Gustavo Montenegro
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