sábado, 12 de marzo de 2022

Diputados no aprobó nada, ni lo hará el Senado


La cámara de Diputados puso ayer en un aprieto al directorio del FMI. Autorizó un nuevo endeudamiento de Argentina, pero no “un programa”. Como dice, por una vez correctamente, el ministro Guzmán, “el FMI no aprueba endeudamientos sino programas”. Tampoco hay una nueva deuda sino que es la anterior actualizada y acrecentada. Argentina sigue el default. El directorio que integran las grandes potencias se ha quedado sin agenda. Al mismo tiempo, el gobierno carece de Presupuesto, porque fue rechazado el que presentó hace dos meses y porque ha perdido actualidad la prórroga del Presupuesto de 2021 dictada por decreto. Lo que la prensa del día de hoy viernes 11, celebra como una victoria de la “gobernabilidad”, es un responso de difuntos. Nada de esto impide que la semana que viene el Tesoro emita deuda local indexada por la friolera de $ 600 mil millones, sin la venia del FMI ni la habilitación presupuestaria. Los honorables diputados han causado más daño a la ‘gobernabilidad’ que son incapaces de proteger que los cascotes que rompieron las ventanas del recinto de la Presidencia del Senado. Veremos como sigue este desmadre político y financiero en el Senado, en los próximos días, y cómo reacciona a esta confusión el brazo financiero de la Otan. Lo cierto es que de aquí en más la política económica se ha de regir por el estatuto del FMI. 
 La otra novedad es que el ministro encargado de todo esto abandonó el hábito burocrático de balconear las sesiones que tratan asuntos económicos estratégicos, para irse a Houston. La capital del petróleo de Estados Unidos desplazó a la convulsa Buenos Aires de las prioridades de Guzmán. Allí escuchó un reclamo que no figura en el Memorando de Acuerdo con el FMI, que Diputados no aprobó. Las multinacionales plantearon la libertad para girar divisas al exterior a un país que carece de reservas financieras. Hasta que esto no ocurra Vaca Muerta no podrá ser resucitada. La visita puso a luz un aspecto de la guerra que se está desarrollando en Europa, que es los beneficios que reporta a los capitales petroleros (además de los armamentistas). Con el precio del barril acelerando el paso a los 200 dólares, se recupera la tasa de beneficio que deja la explotación del petróleo no convencional. Los monopolios petroleros no quieren una interrupción de la guerra y apuntan a mantener las sanciones contra Rusia cualquiera sea la derivación del conflicto, para que esa tasa de ganancia perdure durante un largo tiempo. Las ambiciones petroleras y mineras reiteradamente expuestas por los Fernández (recordar el currículum de CFK con Barrick Gold y con las legislación de glaciares) cobra nuevo ímpetu. La burguesía local y sus representantes políticos no quieren perder los dividendos que deja la guerra. 
 Ayer, la bancada locuaz de la Cámpora se mantuvo en silencio. Itai Hagman, sin embargo, dejó impresa en el diario de sesiones la enorme hipocresía del ala combativa del kirchnerismo. “Quiero agradecer a mi bloque, dijo sin pestañear, por permitirme esta disidencia coyuntural”. Entre bueyes no hay cornadas. 
 En el recinto también se lució Milei. Votó contra el acuerdo con el Fondo, porque está en contra, argumentó, del endeudamiento público, que las nuevas generaciones pagarán con más impuestos. A Milei lo altera que la deuda pública encarezca el endeudamiento privado, o sea el que financia a la patronal que lo banca a él. Pero la deuda privada, como lo han demostrado todas las crisis, acaban con un default generalizado de capitales, que el estado capitalista se ve obligado a rescatar. Es lo que ha ocurrido, en especial, con los emprendimientos públicos-privados que impulsan él y Eurnekian, o con los especuladores hipotecarios financiados por los bancos. En Gran Bretaña, el estado asumió la totalidad del costo de la obra pública luego de la quiebra de dos poderosas constructoras, y en EEUU se hizo lo mismo con la mayor aseguradora mundial, AIG, cuando se derrumbó el mercado de hipotecas inmobiliarias. 
 Todo esto empalidece, sin embargo, frente al espectáculo que ofrecieron peronistas y macristas apretando el mismo botón de la votación. Ayer se formó una pareja, aunque los programas de televisión de la tarde no lo hayan notado. Las leyes a partir de ahora se aprobarán de “manos dadas”. El FdT y JxC han quedado engrillados por una misma cadena de presidiarios, de modo que cualquier movimiento brusco de uno echará de bruces al otro. 
 La Argentina auténtica, de obreros y trabajadores, observa, marcha y saca sus conclusiones. 

 Jorge Altamira
 11/03/2022

No hay comentarios:

Publicar un comentario