Fue una semana de contrastes. Desde la presentación del proyecto de ley para refrendar el memorándum de acuerdo con el FMI, arrancó una febril rosca parlamentaria entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio que terminó en la votación positiva por amplia mayoría en la madrugada del viernes, pero al mismo tiempo desnudó el “agrietamiento” de todos los bloques políticos y el ahondamiento de la crisis política. Afuera de las paredes del Congreso se sucedieron formidables movilizaciones populares, primero el 8M y luego ante la propia sesión, que repudiaron esta nueva estafa al pueblo y levantaron una perspectiva para enfrentar sus consecuencias. Ahora, cuando las miradas se posan sobre el Senado y cómo jugará Cristina Kirchner, el movimiento piquetero independiente delibera en forma abierta en Plaza de Mayo -con un método antagónico a aquellas maniobras de espaldas a la población- para preparar su respuesta a escala nacional.
Desde el lunes, con la asistencia de Martín Guzmán y Juan Manzur a la Comisión de Presupuesto de Diputados, se inauguró un tironeo entre el oficialismo y la oposición que se resolvió finalmente con la modificación del proyecto para que pudiera aprobarse el nuevo endeudamiento con el Fondo pero sin respaldar el programa que implica, cuyo fracaso seguro y altísimos costos sociales nadie ignora. Una maniobra, porque el crédito está condicionado a que se cumplan las metas en cada revisión trimestral del FMI, como denunció en el recinto Romina Del Plá, en contraposición al pacto de Todos y Juntos.
La misma diputada del Frente de Izquierda había protagonizado ya otro contraste cuando en las vísperas del día internacional de la mujer trabajadora increpó al jefe de gabinete tras su vergonzosa presentación del acuerdo con el Fondo como un plan económico “con perspectiva de género”: le reclamó que se implemente en Tucumán la ESI y el derecho al aborto, y que las niñas no sean obligadas a ser madres. Este contrapunto tuvo expresión en las calles el propio 8M, cuando las organizaciones tributarias del gobierno callaron acerca del ajuste que agravará los padecimientos de las mujeres, mientras que las organizaciones independientes se congregaron frente al Congreso poniendo en primer plano el repudio al pacto con el FMI, único punto de partida para enfrentar en forma consecuente la opresión, la violencia y la impunidad.
De igual manera, el rechazo de los legisladores del FIT-U al acuerdo con el Fondo tuvo como respaldo una enorme movilización convocada por el Frente de Lucha Piquetero, por el Plenario del Sindicalismo Combativo, el movimiento ambiental independiente nucleado en la coordinadora Basta de Falsas Soluciones, es decir por los frentes únicos de lucha que vienen enfrentando el ajuste y el saqueo del país. Esto no solo contrasta con el lobby en favor del acuerdo de las cámaras patronales y la burocracia sindical de la CGT, sino también con el voto negativo de un sector del oficialismo, empezando por Máximo Kirchner y La Cámpora, sin abrir la boca en la sesión y menos aún llamando a combatirlo. Es lógico, ya que por más que señale lo ruin del programa venidero no esgrime ningún rumbo diferente; parte de reconocer esta hipoteca fraudulenta. Peor aún fue la vergonzante abstención de Itaí Hagman, después de que su compañero Juan Grabois llamara a defender al gobierno que implementará la política fondomonetarista.
El rechazo de la izquierda también contrasta con el de los liberales derechistas. Mientras Milei y Espert lo cuestionan por no ir más a fondo en el ajuste y se quejan porque descarga el peso “sobre el sector privado”. Ofician de voceros rabiosos de todas las exigencias de las patronales, las cuales no se atenuarán sino que se intensificarán tras la aprobación del plan FMI -que por supuesto estas apoyan. Es precisamente la misma clase que se valió de este crédito fraudulento para una descomunal fuga de capitales. “Los parásitos son los banqueros y los capitalistas”, les enrostró Del Plá tras los dichos de estos supuestos libertarios contra los desocupados.
Lo que se viene depara choques de fondo. Las metas de ajuste pautadas con el Fondo Monetario son incumplibes, como se nota especialmente en que los tarifazos que se vienen no serán suficientes para cumplir con la reducción del déficit fiscal, sobre todo tras el impacto de la guerra en Ucrania. La magnitud de los ataques será por eso creciente, ya que más que una espada de Damocles el cogobierno con el FMI es un pulmotor que puede ser desconectado en cualquier momento. La represión de Gerardo Morales en Jujuy y la larga detención ilegal de siete luchadores piqueteros es representativa de las respuestas a los reclamos populares, y por eso el secretario de Derechos Humanos de la Nación ofició de la misma manera que cuando encubrió los atropellos de Gildo Insfrán en Formosa. Por eso interesa la deliberación que, mientras se escribe esta columna, tiene lugar en Plaza de Mayo, con decenas de organizaciones piqueteras de 23 provincias del país discutiendo esta situación política y preparando un plan de lucha nacional. Es un papel de vanguardia, y también un anticipo.
Buen domingo.
Iván Hirsch
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