jueves, 4 de noviembre de 2010
Un obrero ha caído
Una gota de sangre cayó en la tierra del trabajo,
Mariano Ferreyra era su nombre
y militaba en la fe de la Revolución.
Temprano tocaron la campana
Y partió en el tren de sus sueños libertarios,
Un abrazo de hermanos lo acompaña
en la morada de la lucha, en el vagón
de la utopía inconclusa.
Su camino se ensancha ya en las calles,
mil voces corean sus consignas,
hay un sudor de libertad en sus rostros,
un pliegue de justicia en sus puños.
Un obrero ha caído y un solo grito
lo recuerda , lo levanta, lo fragua
en el bronce fraterno de la lucha
que embellece la vida, que dignifica al Hombre,
que arrebata palabras y las lanza
a los vientos y llanuras de la América toda.
Acompaña mi verso Compañero:
Hoy, ha caído un obrero.
Ricardo Luis Plaul
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