sábado, 27 de noviembre de 2010

Qué sapo (FMI), "amigos" K

Es inútil el esfuerzo que harán los escribas del oficialismo y su ‘gloriosa' Cámpora para hacerse los otarios. Durante cinco años esgrimieron el patoteo del Indek como un emblema nacional y popular.
Ahora, es precisamente ese ‘baluarte' el que acaban de entregar al FMI -sí, ese mismo FMI del que, según los K, ‘nos' habíamos divorciado ‘hasta que la muerte nos vuelva a juntar'.
¿No es también ‘maravilloso' que esta patraña, tan típica del nacionalismo, sea consumada 72 horas después de la celebración de la Vuelta de Obligado y del sonoro "Viva la Patria" de ‘nuestra' Presidenta?
¿No es todavía más maravilloso que nuestros gauchos K le acepten al FMI revisar las estadísticas, lo que les rechazaron a los profesores de las universidades nacionales?
¿Dónde hay un latoso del grupo Fénix o de Carta Abierta a izquierda o derecha de este escenario?
¡Qué regalo de Navidad pasar del índice Moreno al índice FMI!
Con la aceptación de la ‘ayuda' del FMI al IndeK para elaborar los nuevos índices, el gobierno K capitula ante la exigencia fundamental del Club de París, de pasar por un control de auditoría del Fondo antes de firmar un acuerdo para el pago escalonado de la deuda argentina.
Cuántos ríos de tinta se gastaron los K al divino botón, o sea prometiendo hacer lo que están deshaciendo.
¿Cómo reaccionará la ‘juventud maravillosa' ante este despliegue de duplicidad y de cinismo?
Como nunca es bueno, sin embargo, subestimar la mediocridad del adversario, debemos advertir al lector que aquellos que se llevan un sobre regular de los mostradores K nos lanzarán una respuesta futbolera cantada: "tanto quilombo por un índice" -sin mosquearse de que se trata del mismo índice que defendieron a trompadas por todos lados y por el que patotearon a los trabajadores del Indec.
Pero cuidado, los ‘índices' ya no son más los que eran: toda la especulación capitalista que ha derribado a la economía mundial consiste en apostar por unos ‘índices' contra otros.
Gracias a los ‘índices' (por ejemplo, CER, cupón PBI, etc.), Argentina ha estado pagando mucha más deuda externa de lo que debería.
Pero los K no han entregado las estadísticas al FMI simplemente porque les cambió el humor, sino por estrictos intereses de clase: las provincias, los grandes capitales nacionales y el propio gobierno se están re-endeudando en el mercado internacional (y quieren hacerlo aún más) y allí no se presta la guita si no existe una supervisión de las cuentas nacionales (o sea de la capacidad de pago) por, precisamente, el FMI.
La prensa no tomó en serio al ministro Boudou cuando dijo que la inflación perjudicaba a los ricos, pero efectivamente los ricos no quieren que sus inversiones sean desvalorizadas y licuadas por una inflación muy superior a la trucha que cocinaba el maître Moreno; ahora habrá que remunerar a los ‘ricos' de acuerdo con la inflación que determine el FMI.
El cambio de la patronal a cargo de la estadística anuncia un nuevo ciclo de endeudamiento; un retorno, que ya está en marcha, a ‘la plata dulce' de Martínez de Hoz, al uno a uno de Cavallo -es la condición para que la burguesía arranque con una burbuja inmobiliaria, como ya ocurre con los bienes de consumo.
Pero este cambio no anuncia que los salarios se ajusten por la inflación, porque para impedirlo está en marcha el llamado ‘pacto social', que también afectará a las jubilaciones, incluso después del veto del 82%.
Se ha producido un tráfico de delincuentes: en lugar de un Presupuesto controlado por el Congreso ‘destituyente', se habrá de manejar otro, a fuerza de decretos, controlado por el FMI y el Club de París.
La ‘comunidad internacional', cuando se trata de negocios, no vacila en legitimar la violación de las constituciones nacionales.
Llamamos a todos los que defienden en forma consecuente las causas nacionales a desenmascarar la patraña "nac & pop" de los K y a luchar por una salida obrera y socialista.

Prensa Obrera

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