Los efectos del fracking.
Milei visitó el pasado jueves 8 Vaca Muerta, cuenca pionera en utilizar el fracking para extraer gas y petróleo. Fue a promocionar el negocio de las petroleras como un beneficio para la provincia y el país, ocultando que mientas ellas se llevan las ganancias la población ya sufrió en lo que va del año al menos 54 sismos inducidos.
Vaca Muerta es protagonista de muchísimas promesas de avance, productividad, empleo, mejoras a la calidad de vida de les neuquines y abastecimiento energético para les argentines. Pero ninguna de esas promesas se cumplieron. Todo lo contrario.
Pese a las explotaciones mediante fracking que hay en la zona los pobladores de los pueblos aledaños no tienen gas y sufren con periodicidad los sismos inducidos, por los cuales tienen sus viviendas fracturadas y en peligro. Los sismos son cada vez más constantes y comprometen la seguridad los pobladores cercanos y a los trabajadores del pozo. Mientras tanto les argentines en vez de tener mayor accesibilidad energética sufrimos tarifazos constantes pese a no tener ya que importar más energía que la que se exporta.
El fracking es un método no convencional de extracción mediante perforaciones, en el que para sostener los niveles de producción se deben abrir nuevos pozos constantemente. Está agresividad en la explotación es la que genera que se incrementen los sismos denominados inducidos, ya que son consecuencia directa del fracking.
Es de público conocimiento el poco control que tienen las empresas en cuanto a evaluaciones de impacto ambiental y la nula participación ciudadana en la toma de decisiones que afectan la permanencia de nuestros bienes comunes. El Estado siempre es un garante de las ganancias y de la impunidad para que las empresas puedan contaminar libremente.
Sismicidad inducida
Estos sismos inducidos vienen en aumento. Desde 2018 han habido 500 sismos inducidos, y sólo en 2024 ya van más de 50.
Los especialistas vienen advirtiendo a los diferentes gobiernos de las consecuencias catastróficas que la no atención a este problema podría traer. Lógicamente los gobiernos defienden siempre a los capitales por sobre las poblaciones locales, aun cuando puede peligrar su vida y poner en jaque a una cantidad enorme de biodiversidad que ya se ve desplazada por el establecimiento de los proyectos.
El gobierno quiere profundizar la política de saqueo y explotación de los bienes comunes, sin ninguna visión ni siquiera a mediano plazo. Puede ser irreversible el daño ambiental y a la salud de las personas que están provocando estos proyectos. Vemos en la práctica que es completamente mentira la ilusión que la mayor producción energética en manos de los capitalistas derive en beneficios para las poblaciones locales.
Por una transición energética
La producción de energía mediante petróleo y gas contamina y emite gases de efecto invernadero, pero al mismo tiempo nuestro país necesita del desarrollo de su industria para terminar con la dependencia y la primarización de su economía. Es por esto que debemos repensar en qué sentido se orienta la extracción de los recursos energéticos y cómo podemos avanzar a una transición hacia energías no contaminantes. Eso requiere una lucha contra el capitalismo, que depreda en pos de ganancias para unos pocos, y orientar la producción a las necesidades sociales.
Desde Tribuna Ambiental luchamos por una transición energética bajo control de las y los trabajadores. Para esto tenemos planteamos la nacionalización de los recursos energéticos, sin pago a las empresas, para poder poner toda la producción energética bajo el control de las y los trabajadores y del pueblo, respetando incluso el derecho a veto de las comunidades afectadas.
Es una perspectiva de alcance internacional, para replantear la producción de energía y su consumo teniendo en cuenta las necesidades sociales y el equilibrio ambiental.
Martu V.
Prensa Obrera
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