domingo, 25 de agosto de 2024

A 40 años del genocida Benjamín Menéndez y una foto histórica


La noche del martes 21 de agosto de 1984 ha quedado grabada en la retina y la historia política y social argentina. La fotografía es registro del devenir de los años, y de los sucesos deportivos, sociales, culturales y políticos del país. Así lo demostró las imágenes tomadas de las movilizaciones obreras de inicios del siglo XX, la Semana Trágica, El Cordobazo, el golpe del 24 de marzo de 1976, el Argentinazo de 2001, el crimen de Darío y Maxi en Avellaneda (2002) y el de Mariano Ferreyra en Barracas (2010), por nombras algunos hechos. También puede tomarse la furia de Benjamín Menéndez.
 En dicha ocasión, el mandamás del genocidio de Estado se había presentado en el programa político de Canal 13, Tiempo Nuevo, conducido por Bernardo Neustadt y Mariano Grondona. Tanto los periodistas citados como los directivos y propietarios del canal jugaron en tiempos de dictadura un fuerte papel de complicidad. No podía ser de otra manera, en tiempos de democracia abrieron las cámaras a los asesinos y torturadores, dándoles el “derecho a réplica” posterior a los juicios a las juntas. 
 De este modo, pasaron por los estudios televisivos, durante varios años, personajes como Emilio Massera, el Tigre Acosta, Benjamín Menéndez, esgrimiendo la falsa teoría de la “guerra contra la subversión” como justificativo para el aniquilamiento de luchadores. Justificativo utilizado por el actual gobierno de Javier Milei. 
 Culminada la audición, sobre el conocido playón de estacionamiento de la emisora, ubicado sobre la calle Lima, debajo de la Autopista 25 de Mayo, a escasos metros de Plaza Constitución, un conjunto de integrantes de organizaciones de derechos humanos, con el histórico cántico “Como a los nazis les va pasar, a donde vayan los iremos a buscar”, se apersonaron reclamando el juicio y castigo a los responsables políticos y materiales de los crímenes y aberraciones cometidas por el Estado. Como respuesta, “La Hiena” intentó atacar desenfundando un cuchillo (de paracaidista) de 22 cm, un arma de guerra. 
 El hecho quedó plasmado gracias el lente de Enrique Rosito, que para aquellos años trabajaba para la agencia Diarios y Noticias (DyN). Medio que el actual ejecutivo nacional busca cerrar y entregar a manos privadas. 
 Cora Gamarnilk, investigadora de la historia del fotoperiodismo afirma que “Esa escena resumía la violencia, la omnipresencia y la impunidad de los hombres que habían detentado el poder en la Argentina durante los años del terrorismo de Estado. Para poder ejercer ese poder la dictadura implementó una rigurosa política de desinformación, censura y ocultamiento de sus crímenes. No se conocían imágenes de lo que sucedía dentro de los centros clandestinos de detención. Solo se había podido ver las fotografías que la propia dictadura autorizaba sobre sí misma. Ver un 1984 a Menéndez blandiendo un cuchillo en plena calle frente a unos manifestantes significó entonces una revelación. Si esto hacía a la vista pública, ¿qué habría sido capaz de hacer este represor en los oscuros subsuelos de los campos clandestinos?”.
 Luciano Benjamín Menéndez jugó un papel crucial en la represión, tanto en democracia como en dictadura. Antes del golpe, en plena Triple A, comendada por el gobierno peronista (tercer gobierno de J. D. Perón y posterior Isabelita con López Rega) ya formaba parte de comandos de la muerte. En 1975, siendo superior de Bussi, es parte del Operativo Independencia, masacrando a luchadores populares en la provincia de Tucumán. Posterior al golpe del 76, dirige el Comando del III Cuerpo del Ejército, desarrollando una feroz represión en las provincias de Córdoba, Catamarca, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Salta, San Juan, San Luis, Santiago del Estero y Tucumán. Se contabilizan por miles los detenidos desaparecidos en dichos lugares, como así también las docenas de centros clandestinos de detención y tortura. Uno de los más conocidos, La Perla, en Córdoba.
 Con el retorno de la democracia, el 6 de octubre de 1989, mediante el decreto 1002, firmado por Carlos Menem (PJ), el genocida queda indultado. La movilización popular logra que en dos ocasiones sea condenado a prisión perpetua, por delitos de lesa humanidad, tanto antes como en tiempos de Proceso de Reorganización Nacional. 
 A 40 años de este suceso, y más de cuatro décadas de democracia, gobierna el país un frente facho libertario, que viene desarrollando una fuerte campaña por la liberación de los genocidas presos. Como lo han demostrado la visita a la cárcel de Ezeiza, por parte de diputados del bloque LLA. 
 Una imagen con mucha historia. Para no olvidar, no perdonar y no reconciliar. Pese a que hoy los dinosaurios de Neustadt y Grondona no están en la tele, y que ha cambiado la forma de informarse de la gente, los dueños de los medios siguen, nunca fueron juzgados por su apoyo político y financiero en el golpe cívico militar de 1976. En la actualidad digitando el ajuste y respaldando la represión y persecución. Misma patronal que casi 50 años atrás exigía la llegada al poder de los Videla, Massera y Menéndez, con el fin de aplacar, con picana y muerte, a un pueblo que se ganaba las calle, y rebelaba, contra el ajuste.
 Gracias Rosito por tu inmensa foto. 30 compañerxs deteidxs desaparecidxs, presentes.

 Maxi Robes

No hay comentarios:

Publicar un comentario