Pero la razón de fondo de este choque, sin embargo, no se encuentra en las diferencias personales que pudieran mantener ambos cabecillas de la derecha vernácula. Las razones son más prosaicas: el tándem Milei-Caputo se ha revelado incapaz de superar el quebranto del Estado argentino, a pesar de todos los apoyos recibidos, y le ha enchufado a su semi socio un default, como hizo antes con las empresas energéticas, los bancos y los jubilados. “Milei hizo en un mes lo que Macri no pudo hacer en cuatro años”, disparó Sturzenegger sobre su ex jefe político, solamente para descubrir que el zarpazo contra los salarios y jubilaciones que tanto entusiasmó a la burguesía no ha conducido a ninguna salida. “Fui demasiado optimista al principio”, sinceró Paolo Rocca, que comanda, a través de hombres del Grupo Techint, YPF y la Secretaría de Trabajo. El endeudamiento no ha dejado de crecer a pesar de la contracción de ingresos que ha sumergido entre la pobreza y la indigencia al 60% de la población.
El gobierno de Milei ha metido la mano en todos lados. Licuó salarios y jubilaciones a través de una devaluación brutal de la moneda, cerró decenas de organismos estatales y despidió a miles de trabajadores públicos; congeló la obra pública, pagó con bonos las deudas que mantenía con las empresas generadoras de electricidad, gas natural y hasta energía eólica; les enchufó bonos a los importadores y postergó para las calendas griegas el pago de la deuda generada por los fallos favorables a los jubilados, entre otros. Con reservas negativas, el gobierno debería afrontar vencimientos por 25 mil millones de dólares a los bonistas privados en 2025. El FMI ha advertido sobre las ´dificultades´ que encontrará el gobierno argentino para hacer frente a ese vencimiento masivo. El reciente derrumbe de las Bolsas de todo el mundo ha fulminado las chances de levantar la cotización de la deuda argentina y arrancar nuevos préstamos, a menos que se acepten tasas usurarias que podrían derivar en consecuencias penales para los actuales funcionarios. En vísperas de este sacudón internacional, Caputo había llevado las reservas de oro -las alhajas de la abuela- a la casa de empeño de Basilea como garantía, reflejando la desesperación del gobierno por evitar una cesación de pagos con los acreedores financieros.
La burguesía mantiene su apoyo a Milei por haber logrado una depreciación sin precedentes de la fuerza de trabajo y haber arrasado con derechos laborales elementales con la colaboración de la CGT, aunque sea al costo de una recesión y una miseria espantosas.
La crisis con Jorge Macri podría derivar en un verdadero entuerto. El macrismo apelaría al arbitraje de la Corte Suprema. Cortar los subsidios que reciben las empresas de colectivos significaría, no sólo un tarifazo monumental, sino también un descalabro de tarifas, pues serían diferentes según el recorrido de cada línea. Hay tres alternativas: que el costo lo asuma Nación, la Ciudad o los usuarios. El deterioro social que se manifiesta en la Ciudad es notorio. El precio del transporte ha pasado a ser uno de los focos más conflictivos con la población trabajadora y, por lo tanto, políticamente explosivo.
Jacyn
10/08/2024
No hay comentarios:
Publicar un comentario