Horacio Rodríguez Larreta, alcalde porteño y uno de los candidatos presidenciales de Juntos por el Cambio, presentó este martes su plan económico frente a los exponentes más importantes de la clase capitalista, en el Foro Llao Llao, Bariloche. Allí, Larreta prometió “terminar con el déficit fiscal”, ir hacia una devaluación mayor del peso, y avanzar en la implementación de una reforma laboral que destruya conquistas históricas de la clase obrera.
El Jefe de Gobierno de la Ciudad fue el cuarto representante político de la burguesía que concurrió al Foro. Antes desfilaron María Eugenia Vidal, Patricia Bullrich y Javier Milei. Larreta se “diferenció” de Bullrich, su oponente en la interna del PRO, y de Milei, a quienes acusó de estar protagonizando un “reality show” que consiste en decir “bravuconadas inconducentes” y de no proponer cambios “reales y duraderos”.
Sin embargo, el contenido del programa de Larreta es igual de antiobrero que el de las propuestas que esbozan los personajes que criticó. El alcalde dijo que revisará línea por línea el presupuesto de todos los organismos estatales, con la mira puesta en terminar con el déficit fiscal. Esto significa que profundizará el ajuste que el gobierno del Frente de Todos está aplicando en los presupuestos de salud, educación, obra pública, entre otros.
A su vez, volvió a insistir en la necesidad de implementar una reforma laboral. Larreta quiere avanzar en un aumento de la productividad del trabajo sobre la base de una mayor explotación de los trabajadores (y no a partir de la inversión en tecnología y maquinaria), en una modificación de los convenios colectivos de trabajo sector por sector (al estilo Toyota), y en una rebaja de las indemnizaciones, para que las patronales puedan despedir obreros de forma más sencilla.
En materia de economía, Rodríguez Larreta dijo que eliminaría progresivamente el cepo cambiario, en aras de establecer “un solo dólar”. El dirigente del PRO es consciente de los efectos devaluatorios e inflacionarios de esta medida. Es que una devaluación dispararía el precio de las tarifas y de muchas mercancías (alimentos, por ejemplo), y aumentaría el peso de la deuda pública que está indexada al tipo de cambio.
El intendente porteño dijo que su paquete de reformas estructurales tiene que pasar por el Congreso. “Se necesitan acuerdos”, señaló. Larreta quiere aplicar el ajuste contra los trabajadores con la ayuda del peronismo y su aparato de contención social (burocracia sindical y piquetera). La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, rechaza el planteo contemporizador de Larreta.
Lo que le preocupa a los “halcones” y a las “palomas” de la coalición derechista es cómo reunir el capital político necesario para desarrollar el plan de ajuste que reclama la clase capitalista sin provocar una rebelión popular. A esto se refirió el ministro de Seguridad nacional, Aníbal Fernández, cuando dijo hace poco que “si la derecha gana las elecciones, las calles van a quedar regadas de sangre”. La burguesía y sus partidos políticos (PJ, PRO, UCR, etc) temen que la clase obrera tome las calles masivamente en defensa de sus condiciones de vida.
Nazareno Kotzev
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