En 2023, y por primera vez en muchos años, los intereses mensuales de las Leliqs que se embolsan los banqueros superaron el pago de las jubilaciones que reciben más de seis millones jubilados: un dato que revela el ajuste sobre el gasto previsional y el saqueo de la Anses, al tiempo que crece la bicicleta financiera, los negocios de los banqueros y los subsidios a los capitalistas.
El dato fue publicado por un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), que registró que en el primer trimestre del 2023 los intereses mensuales promedio de las Leliqs superaron los $700.000 millones, contra $660.000 millones totales destinados a las jubilaciones.
Este dato compara la evolución desigual de dos indicadores. Mientras que los intereses de las Leliqs crecen a pasos agigantados por un salto en el endeudamiento del Banco Central que asciende a $9,47 billones de Leliqs y $2,6 billones de Pases Pasivos, las jubilaciones recorren el camino contrario, con recortes y ajustes por debajo de la inflación.
El salto en el endeudamiento en letras está directamente vinculado a la emisión monetaria para financiar, entre otras cosas, los regímenes cambiarios especiales que le otorga el gobierno a las patronales, a modo de subsidio indirecto.
La emisión monetaria requerida para financiar las distintas ediciones del “dólar soja” y el actual “dólar agro”, entro algunos de los diversos beneficios a las patronales, es luego absorbida con el ensanchamiento de la bicicleta financiera del Banco Central para evitar un mayor impacto en la inflación. Un negocio del cual se benefician los banqueros a una Tasa Efectiva Anual (TEA) del 113,2%. Mientras que otros títulos (del Tesoro) ya pagan una tasa del 123%.
Las Leliqs, de esta manera, ascendieron al carácter de principal gasto del Estado nacional, estableciendo las prioridades de un gobierno que recorta en materia de gastos social y previsional, trasladando el ajuste a los trabajadores y sectores más vulnerables.
Al tiempo que unos pocos banqueros se llenan los bolsillos con las políticas que se desprenden de las medidas fondomonetaristas, más de seis millones de jubilados comparten un presupuesto que crece por debajo de la inflación y que condena a 4,5 millones de jubilados a una mínima de indigencia que apenas supera los $58.000, más el bono de $15.000.
Mientras las Leliq tienen un interés anual del 213,2% la jubilación mínima solo obtuvo una actualización interanual del 79,8%. En este maco, el ministrod e Economía Sergio Massa aspira a imponer n techo paritario ruinoso del 60%. Ganan solo los banqueros.
Según el informe de Idesa, los intereses de las Leliqs “luego del dólar-soja I pasaron a representar el 80% (del gasto en jubilacioens) y con el dólar-soja II superaron el 100% (…) Con la nueva versión de dólar-soja III se potenciará aún más el gasto en intereses de Leliq, agravando la inflación”.
Cuando asumió, Alberto Fernández y el Frente de Todos se habría comprometido a gobernar para los sectores más vulnerables señalando que “entre los bancos y los jubilados, me quedo con los jubilados; sin embargo, quienes se enriquecen con estas medidas son el capital financiero y la banca privada.
El gobierno nacional es el principal impulsor del saqueo de los recursos nacionales y el vaciamiento de la Anses como garantía de pago ante el FMI, los banqueros y acreedores privados. Debemos terminar con esta orientación entreguista, rechazando el pacto con el FMI y los subsidios a los capitalistas y exportadores, recomponiendo los ingresos de los trabajadores y jubilados, con una mínima que supere la canasta para el jubilado (más de $200.000), el 82% móvil y salarios por encima de la canasta familiar.
Marcelo Mache
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