Aquel que se jubile con esta moratoria tendrá un primer descuento de su jubilación, porque recibirá en relación con los años aportados. Por otro lado, tendrá el descuento sobre la cuota del haber que cobrará mensual o anualmente. La moratoria, en principio, iba a abarcar a 800.000 beneficiarios. El programa prevé un gasto fiscal de 0,25 del PBI, que este año será cubierto con fondos de la ANSES, y en el 2024 está previsto un gasto del 0,4%. Las moratorias recurrentes son consecuencia de la política capitalista de despidos, suspensiones y el incremento del trabajo precarizado y en negro. Además, la exención de los aportes previsionales de las patronales desde la época de Menem-Cavallo ha desfinanciado las cajas jubilatorias, que cubren el déficit con impuestos.
Ahora, después de las reuniones entre gobierno y FMI, las exigencias son clarísimas: se debe restringir el acceso a dicha moratoria para bajar el gasto. El “tirón de orejas” del FMI obtuvo como respuesta de la ANSES promover una cantidad de restricciones socioeconómicas y patrimoniales de aquellos que quieran obtener su jubilación.
Sobre la base de una serie de parámetros (ingresos, bienes, gastos con tarjetas de débito y crédito) la ANSES evaluará la situación socio-patrimonial del solicitante. Si esta todo en orden podrá cancelar lo adeudado en hasta 120 cuotas. Si no se cumplen los parámetros deberá pagar lo adeudado al contado para acceder a la moratoria.
Se estima que, por estas restricciones, la cantidad de beneficiarios se reducirá de 800.000 a 500.000.
En oposición al nuevo despojo, planteamos el reconocimiento incondicional del derecho a la jubilación a todos los trabajadores que no han podido completar los 30 años de aporte.
Hoy nuestro espejo son los trabajadores franceses.
Charly Petrillo – Jubilados Clasistas
15/04/2023
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