Javier Madanes Quintanilla, CEO de Fate y Aluar, declaró que el conflicto con los trabajadores del neumático “responde a intereses políticos” de la conducción del Sutna y no a un justo reclamo salarial. En realidad, este empresario que ataca a los obreros como si fuera un delito su inclinación política es uno de los tantos que puso plata para financiar la campaña del Frente de Todos, y ahora usa el macartismo para justificar que el Estado intervenga en favor de quienes desconocen todos los reclamos obreros y pretenden cerrar la paritaria de forma unilateral por un ridículo 38% de actualización salarial.
El descaro de Madanes se apoya en la orientación capitalista del gobierno. Todo este tiempo a las patronales del neumático les garantizaron dólares baratos para importar insumos y materias primas a la vez que les permitieron vender las cubiertas a precios internacionales. Estas políticas favorecen ganancias récord, que buscan engrosar a costa de pagar salarios que queden pulverizados por la inflación. Sin ir más lejos, el costo salarial representa apenas el 2% del precio de cada neumático.
También poseen un prontuario de larga data puesto que se encuentran a la cabeza de la evasión impositiva, la fuga de divisas y el lavado de dinero mediante paraísos fiscales y negocios offshore. Gran parte de esto salió a la luz con los Panama Papers, donde Madanes figuraba entre los primeros capitalistas que esgrimía este tipo de maniobras. Ahora a esto se suma la sobrefacturación de importaciones que utilizan como recurso para especular con la devaluación, algo atizado también por la brecha cambiaria. Esto no se podría llevar adelante sin la complicidad del Estado.
Pero además gozan de prebendas fiscales e impositivas por parte del Estado. Aluar, por ejemplo, consume el 80% de la producción energética a un precio preferencial y vende el sobrante al Sistema Interconectado Nacional, por lo que los usuarios pagamos tarifas casi 7 veces más altas. Además, la empresa posee varios parques eólicos que le reportan grandes dividendos sin mayores impuestos.
Las empresas de Madanes son también las abanderadas de la precarización laboral, y ya lo habían demostrado los trabajadores del neumático que se levantaron en 2007 denunciando tendinitis, hernias de disco, lumbalgia y quebraduras. Incluso en Aluar reportaron la muerte de 10 trabajadores tercerizados. Durante la pandemia, Madanes se desesperó por hacer que su rama sea declarada esencial para seguir levantándola en pala, mientras los trabajadores denunciaban la precarización y la falta de cumplimiento de los protocolos; se avanzó con despidos en la empresa tercerizada de limpieza y en 2019 Aluar presentó un recurso preventivo de crisis para intentar despedir a 437 trabajadores.
La facturación del grupo Madanes Quintanilla para el año 2020, atravesado por el parate productivo de la pandemia, equivale a más del doble del presupuesto en vivienda de ese año, pero se presenta intransigente a la hora de aumentar los salarios de los trabajadores del neumático para que se correspondan con la inflación. Queda claro que la patronal de Fate se enriquece a costa de la explotación de los trabajadores y que tiene el camino allanado por las políticas del gobierno, en complicidad con la burocracia sindical, y a costa de las condiciones laborales y de la pulverización de los ingresos de la población.
Debemos rodear de solidaridad la lucha del Sindicato del Neumático, el cual se movilizará mañana al Ministerio de Trabajo, en el marco de una nueva audiencia, para seguir defendiendo el salario. Si gana el Sutna, ganamos los trabajadores.
Camila García
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