Conforme los números entregados por el Servicio Electoral con el 99,40% de las mesas escrutadas, la opción del rechazo al proyecto de constitución se impuso con el 61,88% de los votos por sobre la del apruebo que acumuló el 38,12%, en una elección que suscitó una participación récord del 85,34% del padrón habilitado con el retorno del voto obligatorio.
El apruebo fue derrotado en todas las regiones del país, sin excepción. En regiones que se creían favorables al apruebo -donde Boric saca amplia diferencia en la segunda vuelta presidencial- como la metropolitana y Valparaíso, de gran importancia por concentrar entre ambas al 50% del electorado, los guarismos son impresionantes: en la primera el rechazo logra un 55,26% por sobre el apruebo que saca 44,74% y en la segunda el rechazo suma 57,64% por sobre el apruebo que logra un 42,36%.
El aplastante triunfo del rechazo es responsabilidad del gobierno de Gabriel Boric. La división artificial entre el texto constitucional y el gobierno, que pretendían instalar desde ciertos sectores, incluso desde el campo de la izquierda, fue descartada de plano por el pueblo chileno. Se plebiscitó una gestión que en los seis meses al frente de La Moneda le dio la espalda a las familias trabajadoras en un contexto de crisis económica que azota sus economías y se dedicó a reprimir toda manifestación en su contra. El gobierno y la convención bajo su dirección política han llevado a las mayorías populares a un derrotero de desilusión que capitalizó la derecha.
El llamado a un gran acuerdo nacional
El contundente triunfo del Rechazo será la coartada para que el gobierno se amolde enteramente y sin disimulo a la política de la derecha. Boric esbozó sus intenciones desde las primeras horas de la jornada, llamando a la oposición a un gran acuerdo nacional que veremos concretar en los próximos días. La derecha probablemente no dejará pasar la oportunidad de que sea la centroizquierda la que haga el trabajo sucio de completar el objetivo de sepultar la rebelión popular del 2019. Luego vendrá el relevo.
Boric, en cadena nacional, se comprometió a construir “un nuevo itinerario constituyente”, el que por supuesto será diseñado a gusto y paladar de la derecha. La perspectiva que se abren frente a esta estrepitosa derrota del oficialismo es la entrega total a los sectores políticos del orden de los 30 años, en particular a la derecha tradicional.
La izquierda y su política
En lugar de desarrollar una política independiente, sectores de la izquierda y tendencias combativas que motorizaron la rebelión popular se han colocado como furgón de cola llamando a aprobar este operativo de rescate del régimen político. Desechando abrir un canal para que las y los trabajadores desencantados con el gobierno pudieran expresar su descontento, han ido a la rastra de Boric. El desafío era poner en pie una alternativa donde el pueblo trabajador pueda manifestar su oposición a un gobierno que ya mostró sus garras contra él. El llamado al voto nulo o en blanco que impulsó la Fuerza 18 de Octubre apuntó a desenvolver esta perspectiva.
Este plebiscito sirvió para manifestar con contundencia el repudio popular a esta política proporcional a la decepción y desencanto que provocó el nuevo gobierno. Eso explica el violento giro que se fue operando en el humor popular y el contraste tremendo que se verifica entre la rebelión, los resultados del plebiscito de entrada, la elección de convencionales independientes, la derrota de Kast y este amplio triunfo del rechazo.
Llamamos a las organizaciones de izquierda, a los activistas y luchadores a abandonar esta política seguidista y poner en pie un frente común para impulsar y llevar a la victoria de las luchas contra el ajuste y la ofensiva que vienen de la mano del acuerdo nacional -un acuerdo contra el pueblo- y crear un polo político que ayude a retomar el hilo de la rebelión popular y apunte a transformar a la clase obrera en alternativa de poder.
Olivia Campos
Fuerza 18 de Octubre
4 de septiembre, 23hs de Chile
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