viernes, 14 de junio de 2019

A 47 años del marplatazo, un triunfo imprevisto de obreros y estudiantes

La unidad obrero-estudiantil toma cuerpo en la ciudad. El 14 de junio de 1972 los estudiantes en las calles junto a la huelga política de la CGT desafiaron a los militares con movilizaciones y enfrentamientos.

A poco de cumplirse 50 años del Cordobazo, esa gesta histórica que abrió un período revolucionario en nuestro país y que solo la dictadura pudo frenar. Recordamos el Marplatazo.
Tras el asesinato en diciembre de 1971 de la estudiante de arquitectura Silvia Filler mientras participaba de una asamblea, se abrirá un proceso de importantes movilizaciones estudiantiles en la ciudad.
La exigencia de justicia y la conformación de una coordinadora trabajadora-estudiantil culminará con la acción conjunta de estudiantes y la CGT local el 14 de junio de 1972 desafiando la autoridad militar.
Movilizaciones masivas y enfrentamientos arrancarán de la cárcel a los presos políticos llevados ante el fuero anti subversivo por exigir justicia y que sean condenados los miembros de la Concentración Nacional Universitaria (CNU) responsables del asesinato de Filler.
En la editorial del diario La Nación del 27 de junio de 1972 bajo la firma de su director Bartolomé Mitre y el título “Un triunfo imprevisto”, el tradicional diario conservador alertaba sobre el peligro de que se generalizaran experiencias como la de Mar del Plata. Esta ya había tenido su antecedente en el Cordobazo y mostraba la potencialidad de la alianza entre obreros y estudiantes superando todo corporativismo y golpeando como un solo puño en las calles.
El Marplatazo es un hecho poco conocido o al menos poco recordado como tal. Es parte sin embargo de la tradición de luchas de una ciudad que oscila para la prensa entre ser “La Feliz” para los turistas y una de las capitales del trabajo precario y la desocupación.
Por eso citamos una emisión del programa “La otra oreja” de Radio Azotea en 2015, cuando Eduardo Nachman, hijo del artista desaparecido Gregorio Nachman, recordaba que “en diciembre del 71 los fachos de la CNU entraron a una asamblea de estudiantes de Arquitectura, hirieron a varios estudiantes y mataron a Silvia Filler.
A los 6 meses de impunidad, la comunidad marplatense se movilizó en pleno. Hasta la CGT fue empujada a paro general. El invierno venía calentito, en ese sentido.
Algunos chicos de los primeros años de la secundaria, en nuestras bicis, cuando venía la montada, dejamos caer bolsas de bolitas de vidrio para obstaculizar el paso de los que nombramos como la brigada Capicúa, por eso de caballo- montura- caballo.
En el barrio del puerto, los trabajadores del pescado habían enganchado las redes más fuertes a los palos de luz. Cuando quizo pasar el primer jeep de los milicos, se vinieron los postes abajo, atrapando a los intrusos que apenas podían escaparse de a pie, corriendo por la vereda.
Mis padres, junto con otra pareja teatrera iban en su vieja estanciera verde claro. Y el gran pintor Alberto Bruzzone en su Citroen 2cv, amarillo.
Cuando se venía el ejército con sus jeeps, tenían que simular en la interseccíon de dos calles un choque para impedir el paso de la milicada y proteger a las columnas de manifestantes. En ese tiempo no era obligatorio llevar matafuegos en los autos. Mi viejo cargó uno del teatro y tiraba algo por sobre el capot de ambos coches provocando una humareda blanca, por lo que los artistas simulaban choque, incendio y llantos consiguientes.
El “marplatazo” de ese junio del 72 marcó la historia colectiva y personal de muchos, que debutamos en las movilizaciones, con fuerza y creatividad.
El supuesto choque fue repetido en tres esquinas, la cuarta vez fue suspendida porque mi vieja identificó a la misma brigada de la primera acción.
Bueno, el matafuegos también estaba vacío.”
En una entrevista radial reflexionando junto al periodista Claudio Torres, nos preguntábamos cómo fue que el Marplatazo haya sido borrado de la memoria colectiva local y así como de los grandes medios.
Es que a más de 40 años muchos de los integrantes de la CNU fueron condenados producto de la incansable lucha de los organismos de derechos humanos y otras organizaciones. Pero hasta hace muy poco muchos intentaron reciclarse como el ex fiscal federal Gustavo Demarchi que fue candidato del PJ a la intendencia de Mar del Plata en 1983 o Pipi Pomares como asesor de senadores del FPV en la legislatura provincial.
Otros genocidas recién comienzan a ser juzgados como los responsables de la Subzona 15 o continúan impunes como el actual fiscal general de la ciudad Fabián Fernández Garello, pese a haberse desempeñado según archivos de DIPPBA como espía de esa fuerza durante la última dictadura.
Desde la agrupación HIJOS, este viernes 14 a las 18hs realizarán un homenaje junto a algunos de los protagonistas de aquella gesta en la Casa de la Memoria.
A 47 años, es bueno retomar lecciones del Marplatazo y levantar sus banderas de unidad obrero-estudiantil así como del Cordobazo. La acción independiente y auto organizada de los trabajadores y demás sectores populares es la que tiene la fuerza para derrotar el ajuste y a todo el régimen del FMI que hoy nos subyuga.

Nahuel Dominguez
@NadQuetzo
Viernes 14 de junio | 10:45

No hay comentarios:

Publicar un comentario