El recorte del salario real y el aumento del desempleo en 2018 provocaron una caída de 4,7 puntos porcentuales en la participación de los salarios en el valor agregado de la economía.
Esto significa que los trabajadores se han quedado con una menor proporción del ingreso nacional y ha habido una mayor apropiación de la plusvalía por parte de los empresarios.
Luego que la participación asalariada en el ingreso llegó al 50% en 2012 y se mantuvo hasta 2018 entre 50% y 52%, los últimos datos oficiales disponibles muestran una caída al 45,9%. Así surge de la medición del Indec para el tercer trimestre del año pasado. Otro 45,7% quedó en manos de los dueños de las empresas que operan en el país.
Sin embargo, fuentes no oficiales aseguran que la medición del Indec no es fiable y sobreestima la participación real de los asalariados en el ingreso. Según estos cálculos, ese valor estuvo durante los últimos años apenas por encima del 35% o 40% según la fuente.
En los países desarrollados la participación asalariada es de alrededor de 60% en la actualidad y en décadas anteriores era todavía mayor. Economistas estadounidenses como Paul Krugman han manifestado preocupación por la caída de ese indicador en el país al 55% durante esta década.
América XXI
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