lunes, 25 de octubre de 2010

La incorporación de mercenarios agravó el caos en Iraq, demuestra Wikileaks


Julian Assange en conferencia de prensa ayer en Londres. Foto: AFP

El fundador del sitio en Internet Wikileaks, el australiano Julian Assange, defendió la publicación de 400 mil documentos secretos del Pentágono sobre la guerra en Iraq al señalar que el objetivo es corregir algunos ataques contra la verdad que se dieron antes de la guerra, durante la guerra y que continúan mucho después de terminada la guerra.
Advirtió que no tolerará los ataques contra la libertad de prensa y denunció las amenazas “estadunidenses de procesar a quienes difunden textos confidenciales del ejército sobre la tortura en Iraq.
Durante una rueda de prensa en Londres, Assange aseguró querer mostrar la verdad de la guerra en el país petrolero que fue en todos los rincones un baño de sangre.
La primera víctima de la guerra es la verdad; esperamos corregir algunos ataques a la verdad antes de la guerra, durante la guerra y que han continuado desde que oficialmente concluyó, afirmó.
"El Pentágono, de forma extraordinaria, pidió (a Wikileaks) hace unas cuatro semanas que ese material fuera destruido”, dijo Assange refiriéndose a los 400 mil documentos sobre la tortura en Iraq del Departamento de Defensa de Estados Unidos divulgados el pasado viernes en su portal de Internet.
“El Pentágono quería destruir totalmente esta información a fin de privar de ella a la población, a fin de que las víctimas sean privadas de justicia. Esa amenaza de atacar en justicia (a Wikileaks) en virtud de la ley sobre el espionaje ha sido proferida contra la prensa del mundo entero. Nosotros no toleraremos ese tipo de violación de la libertad de la prensa”, declaró.

Adormecer la memoria pública

El Pentágono y Hillary (Clinton, la secretaria de Estado) deben volver a entrar en su caparazón, agregó.Quizá existieron razones para mantener secretos esos documentos en la época que fueron escritos, pero ahora eso pertenece al pasado. Los documentos no tienen ninguna consecuencia táctica. En realidad, los intentos de mantenerlos secretos son una tentativa de adormecer la memoria pública e impedir que el gobierno (estadunidense) sea criticado, recalcó.
Assange afirmó que la selección de los papeles secretos se hizo con cuidado para no poner en peligro la vida de personas, en referencia a las presiones que Clinton hizo para impedir las revelaciones.
Los papeles muestran información, desde el punto de vista del ejército de Estados Unidos, sobre abusos, torturas, violaciones y todo tipo de excesos practicados sobre presos iraquíes por autoridades iraquíes y soldados estadunidenses, y que los oficiales de ambas partes estaban al tanto de ello.
También apoyados en evidencias médicas, los documentos describen a prisioneros maniatados y los ojos vendados que son torturados por las fuerzas de ocupación.
Wikileaks, cuyo servidor tiene su base en Suecia, ha trabajado con Irak Body Count, grupo dirigido por académicos y activistas en favor de la paz que siguen las bajas iraquíes, y calculó que los archivos muestran unas 15 mil muertes de civiles desconocidas hasta el momento, agregó Assange.
Añadiendo las muertes de combatientes de las que se informa en estos documentos, podemos decir que más de 150 mil personas han muerto en total desde 2003, de las cuales cerca de 80 por ciento eran civiles, señaló John Sloboda, cofundador de Irak Body Count.
De los archivos revelados se desprende además que la acción de las empresas de seguridad privadas agravó el caos bélico en Irak, indicó el diarioThe New York Times.
No hubo suficiente coordinación con los militares, señaló el rotativo, que evaluó los 400 mil documentos. Los mercenarios solían disparar, sin realizar grandes diferencias, a civiles iraquíes desarmados, soldados estadunidenses e incluso a otros guardias privados, prácticamente sin consecuencias, según los archivos, dijo el Times.
En la misma rueda de prensa, el abogado Phil Shiner, de Public Interest Lawyers, aseguró que los documentos confidenciales demuestran que se podría comprobar la presencia de fuerzas británicas en acciones ilegales que podrían ser objeto de un proceso judicial.
Por su parte, Kristinn Hrafnsson, colega de Assange, anunció la próxima publicación de 15 mil nuevos textos de la guerra de Afganistán, que se suman a los publicados en julio, que habían sido vetados para su publicación.
Hrafnsson precisó que estos nuevos documentos secretos fueron editados yno contienen información que pudiera resultar peligrosa para los implicados.
Irak fue invadido el 20 de marzo de 2003 con el pretexto de que el gobierno de Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva, que nunca fueron encontradas.

(Con información de agencias. Tomado de La Jornada)

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