El fiscal Carlos Stornelli denunció a Vanina Biasi (dirigente del Partido Obrero) por supuestamente promover el odio contra la comunidad judía. Lejos de eso, Biasi solo ha estado apoyando la lucha del pueblo palestino, que se levantó contra la política de limpieza étnica del Estado de Israel. Stornelli no tiene ningún tipo de autoridad para acusar a nadie; es uno de los peores exponentes del régimen político argentino, de alguna u otra forma estuvo (y está) ligado a gobiernos capitalistas antiobreros y a las peores porquerías de la política nacional.
Stornelli es un adicto a los fondos del erario público. Es fiscal general desde 1993. Formó parte del gobierno bonaerense de Daniel Scioli, fungiendo como su ministro de Seguridad. De la mano de Scioli convirtió a la provincia de Buenos Aires en una gran zona liberada. Bajo su gestión se produjo la desaparición seguida de muerte de Luciano Arruga, un crimen perpetrado por la Bonaerense. También la desaparición y muerte de la familia Pomar, un hecho nunca esclarecido. Scioli se vio obligado a pedirle la renuncia en el marco de una fuerte crisis.
El fiscal, devenido ahora en “militante contra la discriminación” y defensor de ciertos ¿principios?, formó parte del gobierno peronista sin sonrojarse; él había llevado adelante causas contra funcionarios de Néstor Kirchner en el marco de la causa Skanska, que investigó el pago de sobornos a funcionarios públicos por parte de la empresa sueca Skanska para ganarse la licitación de la construcción de dos gasoductos.
Stornelli también fue denunciado en su momento por extorsión a un empresario en la causa de los Cuadernos de Centeno. “Un abogado intermediario (Marcelo D’alessio, sindicado como empleado de la DEA) le pidió dinero a un productor agropecuario en nombre del fiscal, a cambio de una mejor suerte judicial”. Stornelli fue parte del elenco que investigó esa causa de corrupción, en la que se vieron involucrados grandes capitalistas y sus políticos amigos (K y M).
A su vez, Stornelli estuvo procesado por espionaje ilegal. La causa de Ramos Padilla, en la que está envuelto, puso de manifiesto un esquema conspiratorio y de espionaje del que participaron funcionarios, jueces, fiscales y servicios de inteligencia. También usó su rol de fiscal para cerrar la causa de los chats que delataron negocios turbios y cabildeos con la Justicia que comprometen a Horacio Rodríguez Larreta y a Horacio Rosatti.
Stornelli es un hombre de Estado y concentra en su persona todas las miserias del régimen social vigente. Está ligado a peronistas y macristas y a una clase capitalista explotadora y ladrona; todos ellos son enemigos de los trabajadores. Su defensa del genocidio sionista se deriva de su condición como exponente de un régimen político que tiene fuertes lazos con el Estado de Israel y el imperialismo. Asimismo, es parte de una Justicia que es un pilar clave del encubrimiento del atentado a la Amia.
Vanina Biasi y los militantes socialistas (muchísimos de ellos pertenecientes a la comunidad judía) luchan fuertemente para terminar con el antisemitismo. Son parte de una corriente política que lleva en su ADN la defensa del pueblo trabajador judío. El sionismo, al que Stornelli defiende, en cambio, ha bancado dictaduras antisemitas como las de Videla o Pinochet. El sionismo también banca a Javier Milei, que tiene nazis en su armado político. Stornelli y todos los epígonos del Estado de Israel tratan de poner un signo igual entre antisemitismo y antisionismo, un operativo político para atacar la causa palestina y sumar apoyos a la política de masacre sionista.
El Partido Obrero apoya incondicionalmente la lucha palestina y a todos los pueblos que se rebelan contra la opresión y la explotación. Abajo el genocidio y el apartheid sionista. Viva el pueblo palestino.
Nazareno Suozzi
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