Dentro del paquete de leyes que Javier Milei envió al Congreso de la Nación se encuentra una serie de convenios bilaterales para la eliminación de la doble imposición fiscal a grandes empresas radicadas en otros países, lo que implica una concesión del gobierno en favor de las multinacionales. Entre las grandes beneficiarias se encuentran la japonesa Toyota y el holding Techint.
Se trata de convenios bilaterales con Japón, China, Turquía y Luxemburgo que evitan la doble grabación sobre impuestos como Ganancias y Bienes Personales, entre otros, y que abren la puerta a la aplicación de la cláusula de “nación más favorecida”, lo que amenaza a extenderse a convenios con otros países y a una caída mayor de la recaudación fiscal.
Lo que se proyecta no es solo una reducción fiscal para las patronales locales sino beneficios sin precedentes para las grandes multinacionales, cuyas obligaciones fiscales serían reducidas sensiblemente.
El convenio con Japón excluye el pago de regalías en concepto de “asistencia técnica”, lo que beneficia directamente a la automotriz Toyota. Se estima que el costo fiscal es aún mayor que la sola eximición de un ítem fiscal, ya que se habilita la deducción como gasto en la declaración impositiva, disminuyendo la base imponible que impacta en otros impuestos, como Ganancia.
Para el caso del convenio con Luxemburgo –un cuasi paraíso fiscal- se exceptúa el pago de ganancias de capital por venta de activos y recaudación de Ganancias por marcas y patentes, y se limita el pago de regalías entre el 3 y 10%. Mientras que para el caso de las regalías por contratos de transferencia de tecnología se establece un tope del 15%, contra el 31,5% actual.
En Luxemburgo tienen asiento fiscal muchas multinacionales debido a los “beneficioso” de los términos, entre ellas la “nacional” Techint. El convenio es una promoción directa de la evasión fiscal, que formaliza un régimen de excepción para las patronales de mayores recursos.
Dentro del paquete también se encuentra un proyecto que refrenda un acuerdo firmado con China en 2018 –el mismo régimen que Javier Milei tanto defenestra- que habilita que las empresas chinas que paguen impuestos en su país no sean afectadas por tributos locales. Esto alcanza a impuestos sobre la renta y sobre el patrimonio.
Con la excusa de favorecer inversiones y ofrecer seguridad jurídica, el gobierno de Javier Milei garantiza condiciones fiscales privilegiadas para los capitalistas y las multinacionales que operan desde paraísos fiscales y otros países.
Al tiempo que avanza en la desregulación y desgravación de los capitalistas se propone gravar a los trabajadores nuevamente con el pago de Ganancias, y cercenar derechos laborales y conquistas por medio de la aplicación el reciente DNU antiobrero.
El peso del sostén económico del Estado de los capitalistas es volcado sobre las espaldas de los trabajadores. Derrotemos esta ofensiva antiobrera que busca cristalizar un régimen de mayores privilegios y beneficios a las patronales sobre los trabajadores.
Marcelo Mache
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