Previo a la cumbre de la UCR de enero en Mar del Plata, Morales y Lousteau tuvieron una reunión con el sector de Larreta y sus equipos económicos en la misma ciudad para realizar un análisis de la situación y propuestas comunes de salida a la crisis. Al finalizar este encuentro, los cuatro dirigentes se tomaron una fotografía cruzando la calle, emulando la tapa del célebre disco de The Beatles, “Abbey Road”. Una lectura de la imagen supone las candidaturas de una hipotética fórmula presidencial conjunta de Larreta y Morales, Santilli en provincia y Lousteau en CABA.
Esto no fue bien recibido por el resto de la dirigencia radical, que tenía prevista una “cumbre” dos días después. Acusaron a Morales de “cortarse solo”. Finalmente, a la cumbre pegaron el faltazo los gobernadores Rodolfo Suárez y Gustavo Valdez, los senadores Luis Naidenoff y Carolina Losada y el neurocirujano Manes, entre otros referentes. Quedó al desnudo que el presidente del partido no cuenta con el apoyo unánime para una eventual candidatura, discusión de alianzas y acuerdos.
En el plano local las cosas no pintan mejor. El gobernador adelantó la elección provincial para despegarla del escenario nacional. El oficialismo, en este caso, enfrenta a un peronismo dividido.
Sin embargo, hasta el día de la fecha el oficialismo no ha podido anunciar la fórmula que competirá por la sucesión de Morales. En un escenario sin un candidato fuerte de su propio ‘riñón’, la incógnita más importante es la de quién va a ocupar la candidatura de vice y si se reeditará la alianza con sector del peronismo local que responde a Sergio Massa, como ya lo hizo en 2015 y 2019. Por otra parte, el candidato radical que mejor mide en las encuestas es el intendente de San Salvador, “Chuli” Jorge, quien responde a otra facción de la UCR. Morales, en cambio, quiere un candidato que responda directamente a sus necesidades y eventualmente pueda blindarlo al dejar la función de gobernador. Para sortear esta situación, se baraja la posibilidad de que Morales encabece la lista de convencionales constituyentes, elección que se realiza junto a las provinciales, lo que le permitiría ponerse en la boleta electoral y también cargarse al hombro la campaña.
En el plano nacional, Gerardo Morales ha propuesto a su partido realizar una interna partidaria previa a la PASO, para despejar de candidaturas presidenciables dentro de la UCR.
Frente a la agudización de la crisis y la amenaza de ruptura de las alianzas, Morales ha decidido explorar todas la variantes. Es un animador de las reuniones del “Norte Grande”, donde se reúne asiduamente con los gobernadores del peronismo, para negociar en bloque subsidios, obras y exenciones para todas las provincias. También visitó a Schiaretti y sigue teniendo una relación privilegiada con Sergio Massa.
Dentro de JxC, ha llegado a un acuerdo con Carrió para reivindicar fórmulas cruzadas, boleta única, gobierno de coalición y “transparencia electoral”, en el marco de la búsqueda de un acuerdo con el larretismo. En febrero se formalizarían las candidaturas de estos sectores.
Las divisiones dentro de JxC son profundas. En cinco provincias la ruptura es casi un hecho. La mesa de Juntos por el Cambio ha discutido la sanción a los candidatos que no respeten las reglas y los acuerdos de la propia mesa, pero es claro que los que no acuerdan y torpedean la posibilidad de unificar listas son los mismos integrantes de la dirección de JxC, cruzada por la defensa de diferentes intereses capitalistas y apetencias personales.
En esta interna se ha colado la crisis por el espionaje al celular del ministro D’alessandro y sus intercambios con el vocero del presidente de la Corte Suprema. Varios sectores del propio JxC acusan al macrismo por la filtración, con el propósito de hundir o condicionar la candidatura de Larreta. En la vereda del frente, un sector del radicalismo ha solicitado que se investiguen las filtraciones y los eventuales casos de corrupción en el PRO (Telam5/1).
Gerardo Morales, hasta hace no mucho, corría con ventaja, pero se ha encontrado en su camino con la crisis política y la tendencia a la disgregación de los bloques patronales, en el cuadro de agotamiento de todo el régimen, del Estado y sus instituciones.
Iñaki Aldasoro
02/02/2023
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